Capítulo 3.

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El pequeño chico japonés se encontraba por fin frente al casillero de Sunoo. Tomó aire y lo soltó de apoco, acercando el sobre a la rendija para poder dejar la carta en el interior del casillero e irse de allí.

Cuando por fin la dejó dentro soltó un suspiro de alivio. Solo quedaba ir al club con tranquilidad para no levantar sospechas.

Lo que no esperaba encontrarse al girar era un australiano que era mejor amigo del chico al que acababa de dejarle una carta en secreto.

El castaño tuvo que taparle la boca para evitar que el chico de gafas hiciera ruido por el susto.

—Vale, Nishimura, prométeme que cuando te quité la mano de la boca no vas a gritar.

El rubio pareció pensarlo un poco para después asentir, a lo que el contrario retiró la mano de su boca.

—¿Tú no tenías que estar en el club de baloncesto?

—¿No tenías tú que estar en el de literatura?

—Y justo estaba yendo.

—¿Mientras metías una carta en la taquilla de Sunoo?

Y el silencio se hizo presente.

—¿No dirás nada, Ni-Ki?

—Por favor, no le digas a Sunoo que yo soy quien metió la carta la última vez, no quiero que lo sepa.

—¿Pero por qué no? ¿No es mejor solo decirlo y ya?

—Apenas nos hemos dirigido la palabra un par de veces desde entonces, va a rechazarme, seguro.

—No entiendo en qué momento te volviste tan tímido. No tiene sentido qué lo seas.

—Déjalo Jake, solo, por favor, no le digas nada y deja que me vaya. Sunoo vendrá pronto.

—Mierda, es cierto, Sunoo no puede verme aquí.— Comenzó a alejarse del chico. — Pero que conste que tú y yo tenemos una charla pendiente Nishimura.

El japonés suspiró acomodando sus gafas y alejándose de allí con las mejillas completamente rojas.

Heeseung soltó un suspiro tras ver al crush de su mejor amigo marcharse hacia el pasillo de las taquillas

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Heeseung soltó un suspiro tras ver al crush de su mejor amigo marcharse hacia el pasillo de las taquillas.

—Nishimura Riki, más te vale haber metido la carta. — Habló para sí.

—Lo hice, hyung.

La voz a sus espaldas hizo que por poco le diera un infarto, pero estaba feliz de escuchar que la carta estaba en su lugar.

—Pero Jake hyung me vio también.

Y entonces su felicidad se fue por la borda. O sea que, para empezar lo que había hecho no había servido para nada, y su amigo iba a ser expuesto ante su crush.

Sedúceme con tu lenguaje. | SunKi. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora