Capítulo 4.

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Eran la 01:47 de la madrugada y Riki no podía conciliar el suelo. No podía sacar a Sunoo de su cabeza. 

A veces se culpaba a sí mismo. ¿Si él hubiera estado allí, le habría pasado eso a Sunoo? Tendría que haberse quedado más tiempo.

Pero él parecía estar bien ahora, ¿no? Sus padres no quisieron que Sunoo supiera la causa de su pérdida de memoria, por eso él vivía feliz tal como estaba.

Pero Riki lo sabía. Él sabía todo.

''Oh, hijo, tu arnés se rompió cuando estabas jugando al juego de escalada, golpeaste muy fuerte tu cabeza.''

Esa no era más que una mentira que le contaron a Sunoo, por su bien, ¿no?

Riki deseaba que esa fuera la realidad, pero no fue así.

Hacía ya dos años de aquello. Riki fue a visitar a Sunoo por fin. Fueron tres días, los mejores de su vida.

''Mi tío vendrá a recogerme al aeropuerto, así que no importa si te acompaño, estaré bien y regresaré sano y salvo a casa.''

Las lágrimas de Riki comenzaron a caer. No debió dejar que Sunoo fuera al aeropuerto con él. Debió dejarle en casa y luego ir él solo al aeropuerto.

 Debió dejarle en casa y luego ir él solo al aeropuerto

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Hace 2 años...

El teléfono de Ni-Ki estaba sonando. Acababa de aterrizar por fin en Japón de vuelta. Sus pequeñas vacaciones con Sunoo habían terminado ya.

Se extrañó al ver el contacto guardado como: ''Mamá de Sunoo''. Contestó y llevó al teléfono hasta su oreja.

—Ni-Ki cariño, ¿todavía no te vas? ¿Puedes pasarme con mi niño? Ya es tarde y debe volver a casa.

—¿Qué? No, señora, yo ya he llegado a Japón, ¿no ha vuelto aún a casa? Hace varias horas desde que nos despedimos. ¿Ha probado a llamarle? No debería de estar solo...

—¿No está contigo? ¿Es una broma? Riki, Sunoo no llega a casa, ¿hace horas que no está contigo? No contesta el teléfono. Intenta llamarle tú, por favor. 

La llamada terminó. Riki estaba pálido. Revisó los mensajes en su teléfono.

''Nini, ya estoy con mi tío, te escribiré al llegar a casa, te quiero.''

El mensaje era de cinco minutos después de que el avión despegara, ¿entonces, cómo era posible que no estuviera ya en casa? 

De inmediato comenzó a llamar al teléfono de Sunoo.

Una, dos, tres, siete, dieciocho, veintiséis llamadas. Nada. 

Más de cincuenta mensajes. Nada.

Ni-Ki corrió a casa, pidiendo a gritos a sus familiares que llamaran a Sunoo.

Ni-Ki corrió a casa, pidiendo a gritos a sus familiares que llamaran a Sunoo

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Pasó una semana sin noticias de Sunoo. Se aisló totalmente de todos, no comía y no salía de su cuarto. 

Pero cuando por fin hubo noticias de él, escuchó lo peor que pudo haber imaginado.

''Ni-Ki, cielo, ya no eres un niño, así que te contaremos la verdad.''

Sunoo había sido secuestrado en el aeropuerto. Cuando le encontraron estaba terriblemente delgado. Tenía marcas de quemaduras y cortes por todo su cuerpo. 

Supuestamente cuando su tío había llegado al aeropuerto no pudo encontrar a Sunoo.

Todos creyeron a ese hombre. 

El mensaje en el teléfono de Riki ya no estaba. ''Este mensaje ha sido eliminado.'' No había rastro del teléfono de Sunoo.

Ni-Ki sabía la verdad, pero no se atrevía a hablar. ''Es mi culpa, van a odiarme.'' ''Sunoo está así por mi culpa.''

Solo podía pensar en ello. Sunoo se recuperó, pero Riki decidió que sería mejor que Sunoo pensara que nunca había sido parte de su vida.

Porque él sentía que no lo merecía, que no fue suficiente, que debió protegerlo más.

Pero, después de todo, Riki no aguantó mucho así, porque su corazón necesitaba a Sunoo.

Pero, después de todo, Riki no aguantó mucho así, porque su corazón necesitaba a Sunoo

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En la actualidad...

—Soy un egoísta. — Se susurró el chico japonés a sí mismo. —Perdóname, SunSun, no te merezco.

Riki no pudo dormir en toda la noche. Estuvo escribiendo cartas y revisando sus antiguas conversaciones con Sunoo.

Querido Sunoo,

Me pregunto si lograrás enamorarte de mí. Comparado a ti, yo no soy nada.

Cuando te miro, la ataraxia y la hipofrenia llegan hasta mi pequeño corazón. Es curioso, porque también me haces realmente feliz a la vez. ¿Cómo puedes causar esta combinación de sentimientos en mí?

Tú eres alguien con mucha bonhomía, se nota a kilómetros. Yo sin embargo solo soy un tonto cobarde que no puede ni revelarte quien es.

Prometo que algún día seré suficiente para ti. Entonces podré protegerte y mostrarte quien soy.

Perdóname por no poder salvarte de este mundo tan cruel.

—N.

Había pequeñas marcas en el papel, causadas por gotas de agua salada. Tal vez simplemente hoy no era su día. 

Quería pensar que todo mejoraría.

Sedúceme con tu lenguaje. | SunKi. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora