Sí,quiero.

Para eso están las mejores amigas.

*Narra Marta*

-La vida esta hecha de situaciones, todas ellas lo son, situaciones en las que lloras, o en las que ries, en las que te enamoras, o en las que te encuentras con un desamor, siempre vas a tener un obstáculo por delante para superar, y no esperes a ser feliz, la felicidad máxima no existe, tienes que levantarte día a día y sonreirle al mundo, porque la vida no es tan fácil.

Hoy teníamos una visita de un psicólogo en el instituto, tenía que hablar sobre la autoestima, de que hay que tenerla alta y que hay que sonreír y todas esas tonterías.

No hay que sonreír siempre, a veces también tienes que llorar, es parte del sistema humano.

-Claro que lo es, la vida sí que es fácil, es como un videojuego, solo tienes que aprender como jugar.

-Alicia, cariño, la vida no es fácil, tú eres la fácil.

-Marta, a dirección ahora mismo.

Genial, por lo menos he hecho reir a la gente, eso si es que felicidad.

Quería perderme toda esta charla, ya he tenido bastantes y estoy harta de escucharlas.

-Yo solo he dicho la verdad-Le suelto a Alicia en su asiento y me dirijo al despacho del director.

Bueno, ya conoceréis el tipo de persona que es Alicia, no voy a explicarlo.

Aunque siempre son ellas las malas, ahora mismo yo me acabo de comportar como una perra.

Pero me han enseñado que la verdad siempre por delante.

Tampoco quiero causar mucha impresión ni parecer importante, ya tengo demasiada fama, y no buena, por otros lugares.

La gente me ha juzgado mucho por como me comporto, no me importa lo que digan de mi, yo no me comporto así por ellos, el mundo no gira a su entorno si eso es lo que creen.

Toco a la puerta unas cuantas veces hasta que al final alguien habla.

-Adelante.

Paso a la sala y me siento en una silla que hay enfrente del escritorio, donde está sentado un tipo de unos 59 años, gordo, y calvo.

Sí, el típico director.

-¿Otra vez estás aquí?.

-Claro, ¿no hechabas de menos a tu sobrina, tito?.

He de mencionar que es mi tito por parte de mi padre, son muchos hermanos y la mayoría de ellos tienen una gran empresa, menos este.

-Te he dicho miles de veces que me llames director-Dice resoplando-Por cierto, ¿como van las cosas por allí?.

-¿Te refieres en casa?Todo va como debería ir-Dije tranquila-Mi padre se irá a Rusia dentro de unos meses para ver a su novia, mi madre no lo sabe, y tengo un hermano secreto que no sabía que existía en el instituto.Una trágica novela de familia.

-Asique ya lo sabes, quise contartelo pero tu padre me lo prohibió, ya sabes como es él.

-¿Un inmaduro que no es capaz de decir lo que pasa sin afrontar el solo las consecuencias?.

-Bueno, además de eso, él quiere protegerte, y quería decirtelo con más tiempo, para que pensaras en irte con él.

-Ni loca voy yo a Rusia.

-Marta ponte en la situación d...

De repente llaman a la puerta.

-Director hay un señor esperándole que quiere hablar con él.

-Claro, dile que pase, Marta ya se va.

-Pero si no hemos terminado de hablar.

-Ya hablaremos más tarde.

Suspiro y me levanto del asiento.

Todo era horrible, la peor semana de instituto del mundo.

Comenzó a sonar la campana y los alumnos empezaron a salir de las aulas, parece que ya han termiando todas.

Perfecto, solo quiero irme a casa y descansar.

****

-¿Entonces qué, te apuntas?-Dijo sonriendo Daniel.

Al salir del edificio nos reunimos todos en el mismo sitio de siempre, y los chicos comentaron de hacer una acampada este fin de semana, ya habían escogido el lugar donde alojarnos, era una cabaña cerca de la orilla de un río, a su alrededor había un especie de camino cubierto por plantas y árboles.

La cabaña tenía todo tipo de lujos, 2 plantas, desde nevera, hasta aire acondicionado.

-Tendré que preguntarlo, ¿cuando sería?.

-Este fin de semana, todos queremos ir, no nos falles-Dijo Elena guiñándome un ojo.

Daniel y Raúl le siguieron.

Y más tarde Aaron.

Reí por dentro-Estos chicos no tienen remedio.

-Raúl me subo ya a casa, ¿te vienes?.

-Sí, mamá ha dicho que volvamos temprano-Anticipó.

-Yo también me voy, ¿os parece?.

-Claro, sin problema.

Y dicho esto, nos dependimos de los demás y seguimos camino arriba.

-Estoy taaaaan ilusionada por la acampada-Gritaba y saltaba Elena.

Parece que Raúl y yo somos los únicos normales.

De repente ella se paró en seco, lo que podía significar una sola cosa.

-¿Qué pasa Elena?-Dijo Raúl preocupado.

Ella no contestaba, no podía moverse.

-Vamos por aquí, así llegaremos antes-Dije rapidamente.

-¿Hey, no es ese el profesor de física?Voy a saludarlo.

-Raúl no, espera.

-Déjalo, ya está mas que superado-Dijo Elena sonriendo falsamente.

-No lo saludes si no quieres.

-Claro que voy a saludarlo.

Vaya, su orgullo por encima de todo.

Comenzó a caminar y me apresuré hacia ella tirándole del brazo.

-No seas tonta, tu hermano nos alcanzará luego, sé que no estas bien, ¿la charla del psicólogo no te ha servido para nada o qué?.

-La charla era una mierda.

-Y vaya que si lo era.

En ese momento ella me abrazó.

-Gracias, de verdad-Dijo con las mejillas húmedas.

-Para eso están las amigas, ¿no?.

-No, para eso están las mejores amigas.

-No es por nada pero me tengo que ir ya y sigues abrazándome-Dije riendo.

-Genial, ya estaba harta de finjir, sabes, hueles mal.

-Vale guapa, un beso, te quiero.

-Dos para tí-Dijo riendo.

Y cada una se fué por su camino.

****

-¿¡Qué!?-Dije gritando.

-Lo siento pero no podemos, parece que al final solo vais a poder ir a la acampada tú y Daniel.

Mierda, mierda y más mierda.