El nuevo Tutor Real [Oshitsu Kyoshi Heine]

~Capítulo 26~

El doctor se posicionó y evaluó la respiración de la misma forma y técnica que aplicó la joven princesa. Después de concentrarse fue grande su sorpresa que quitó de inmediato el instrumento...

-- ¿Líquido?

-- Exactamente... ¿Podrían llevarme con las sirvientas que enfermaron?

-- De inmediato... Sígame (habló el médico caminando rápido) Ellas están despiertas en este momento (abriendo la puerta y dejándola pasar)

-- Eso es mejor aún... (mirando a las chicas se inclinó levemente) Buenas tardes... Soy la médico temporal que trabajará para ayudarlas en su enfermedad... Mi nombre es Kaori, evitemos las formalidades... (se irguió) ¿Podrían decirme cuando comenzaron a sentirse mal?

-- Buenas tardes (respondió tímidamente una) Nosotras éramos las encargadas principales en atender al príncipe durante todo este tiempo... Pero esta semana nos sentimos mal... Primero ella y después yo...

-- ¿Fiebre? ¿Dolores de cabeza? ¿Dolor al respirar? ¿Cansancio?

-- Todo lo anterior... También mucha tos...

-- Ya veo... Disculpen... ¿Me permitirían hacerles un pequeño chequeo a sus pulmones? Tendrán que destaparse parte de su espalda...

-- E-esto... (una de ellas nerviosa miró a los guardias y la albina comprendió de inmediato el mensaje)

-- Pueden esperar fuera... (los hombres se inclinaron y se fueron cerrando la habitación) Tranquilas... A excepción del médico nadie más las mirará... Necesitamos saber cómo están de salud para poder ayudarlas a ustedes y al príncipe...

-- D-de acuerdo...

Realizando exactamente el mismo procedimiento, notaron como se escuchaba obstrucción en los pulmones de ambas, solo que más leve a diferencia del príncipe que era mucho más evidente.

La albina se acercó a Teresa quien llevaba el bolso con todos sus implementos, y sacó las hojas con su informe de la enfermedad.

Una gran pila de hojas y comenzó a escribir encima de un mesón cercano estando de pie... Escribía, pensaba, escribía, pensaba, así hasta que soltó la pluma y dio un gran suspiro de alivio, para después volver a guardar todo...

-- ¿Estamos bien, Señorita Kaori?

-- Tranquilas (volteó a verlas) Estarán bien... ahora que sé que tienen, me encargaré de cuidar de ustedes...

-- ¡Se lo agradezco!

-- Por el momento manténganse abrigadas aun cuando sientan calor, pero no demasiado... Tampoco abran la ventana ni se expongan al frío... Si se sienten muy mal, mándenos a llamar (sonrió tranquilamente y salió al pasillo donde se encontraba la reina y los guardias)