El nuevo Tutor Real [Oshitsu Kyoshi Heine]

~Capítulo 30~

El joven príncipe guio a la joven princesa a las afuera del salón, donde ya estaba comenzando el baile como tal entre los nobles, por lo que caminaron con cuidado de no tropezar debido a la mucha gente.

Cuando salieron, vieron como era ya era muy de noche, y como si Gabriel supiera exactamente donde dirigirse, la llevó al jardín donde ella siempre solía leer antes de que fuera a Brethage...

El mismo lugar donde se iba a desahogar viendo las rosas o la pileta de agua...

Y donde su padre le pidió perdón por primera vez...

-- Me dijeron que pasas mucho tiempo en este lugar... Es muy lindo (sonrió y ayudó a la chica a sentarse en la banca)

-- ¿Quién te lo dijo?

-- Un pajarito que revoloteó por ahí (rio levemente) Creí que, sería mejor llevarte a este sitio para que, podamos hablar sin el ruido de la fiesta...

-- ¿Eh?

-- Kaori... Quiero preguntarte algo (el príncipe dejó de mirarla y volteó a ver a la luna, que estaba llena e iluminaba naturalmente todo el lugar)

-- ¿Qué sucede?

-- ¿Qué piensas de mí? ¿Cómo me ves tú?

-- ¿Qué... como te veo? (ligeramente nerviosa) Pues... Fuiste de los únicos que me ayudó a mejorar en lo que quería lograr, en estudios y todo no me criticaste... aun cuando no todos estaban de acuerdo con lo que hacía... Además de eso eres... mi prometido...

-- Kaori... ¿Solo me ves como tu prometido?

-- (sonrojada se tapó la boca con la muñeca) Eres... muy importante para mí... aunque dejara de haber un compromiso obligado...

-- ¿Soy importante para ti? (la chica se sonrojó a más no poder, aun cuando el príncipe no la volteaba a ver y solamente la miraba de reojo) ¿Qué sientes por mí?

-- Eh... ¿P-Porque p-preguntas e-eso?

-- Porque quiero saberlo... Porque necesito saberlo (volteó, se acercó lentamente y se hincó frente de Kaori, tomando sus manos dejándola cada vez más nerviosa)

-- Y-yo... Etto... y-yo... (tragó en seco al no poder hablar sin tartamudear, y cerrando sus ojos con fuerza tomó valor para decirlo) Yo... Te amo... Gabriel...

El príncipe, al escuchar esas bellas melodías salir de esos labios, las palabras que siempre quiso escuchar de ella, sintió como si estuviera flotando en las nubes en completa paz y armonía.

Tenía tanta felicidad que no pudo evitar llorar de alegría al no soportarlo más, pero regresando en sí, sintió como la menor quien continuaba con sus ojos cerrados y muy sonrojada, había comenzado a temblar. Por lo que con una sonrisa gentil levantó su mentón, viendo como también había comenzado a llorar...

-- Kaori... Kaori por favor mírame... (la chica abrió lentamente los ojos y tras ello el joven comenzó a secar sus lágrimas) Kaori... Yo también te amo...

-- (sorprendida) ¿Eh?

-- Discúlpame por haberte presionado a decirlo... Pero necesitaba saberlo... Además...

La joven quien se secaba las lágrimas sorprendidas por su declaración, vio como el príncipe tomó un poco de espacio y puso una rodilla en el suelo, además de sacar una carta y una linda caja forrada en terciopelo y una rosa...

-- Quería traerte aquí, porque quería pedírtelo yo mismo. A pesar de que estamos comprometidos por un acuerdo de nuestros padres, yo lo hago por una razón más personal (sonrió y mostró el anillo dentro de la pequeña caja) Kaori Von Glanzreich... ¿Te casarías conmigo, pero por amor?

-- (la chica sorprendida de su petición sonrió mientras una que otra lágrima bajaba de sus mejillas otra vez, y con rapidez se abalanzó a abrazarlo por el cuello) Por supuesto que sí... Acepto casarme contigo por amor...

Gabriel al escucharla río de felicidad, y puso su mano libre en su espalda dándole unas palmaditas, ya que Kaori nuevamente había comenzado a temblar de las emociones que sentía. Ambos jóvenes disolvieron el abrazo con lentitud, y con una sonrisa Gabriel acomodó el anillo en su dedo, en el momento en el que la princesa se secaba las lágrimas que habían caído.

Se miraron por un largo momento y rieron debido a todo lo que había sucedido en tan poco tiempo. Pero el príncipe, al verla tan feliz y con ese brillo intenso que ocultaba en sus ojos, tomó a Kaori suavemente de su mentón dándole un repentino, pero tranquilo, inocente y dulce beso.