¡Maldito frío y maldito trabajo que le hacía levantarse a las 7 de la mañana para asistir!
La peor nevada de todas se había pronosticado para esa semana y lo peor es que no podía faltar. El hospital de la prefectura Miyagi era el único hospital público de la región, el único que aceptaba a todas las personas sin importar que no tuvieran dinero para la estancia en aquel sitio.
La mayoría de ambulancias y pobladores de clase media-baja acudían ahí, por desgracia no había el suficiente personal y el maldito recorte de presupuesto que al gobernador se le ocurrió hacerles ese año, no ayudaba en lo absoluto.
Si, poco a poco sentía que el hospital se estaba yendo a la mierda.
Suspiró resignado y después, sacando su rostro de la bufanda que traía al cuello, le dio un pequeño sorbo al vaso de café que acababa de comprar. Algo le decía que ese sería un largo y cansado día de nuevo.
Entró al hospital por la puerta de empleados y fue inmediatamente saludado por la recepcionista: "buenos días, doctor Oikawa". Correspondió el saludo con una fingida sonrisa amable y se encaminó hacia el elevador. Tenía ya algún tiempo que le había dejado de gustar su trabajo, no sentía la misma chispa que al inicio y toda la jornada sólo sentía la pesada masa gris de una nube de estrés sobre él, a veces en serio se preguntaba ¿Por qué había elegido medicina?
— ¡Buenos días Dr Oikawa! — lo saludó un chico de cabello rojizo mientras entraba junto a él en el elevador. El chico era un poco más bajo que él, pero su porte y su uniforme pulcramente blanco y planchado le daban un aire intimidante.
— Buenos días, Yaku-san. ¿También al último piso? — Preguntó el castaño. Yaku solo asintió antes de que Oikawa presionara el número 15 y se cerraran las puertas.
Yaku Morisuke era el jefe de enfermería del área de urgencias... Área de la cual Oikawa era el médico encargado. Fue un caos cuando eligió esa especialidad, sus padres siempre habían preferido las cosas llamativas y por supuesto, no se lo tomaron nada bien. "¿Urgencias? Es como continuar siendo médico general ¿No?" "Tus maestros dicen que eres muy inteligente, ¿por qué no mejor eliges algo cómo cardiología o cirugía plástica?". Pero Oikawa no los había escuchado, había tomado ya su decisión.
Siempre le gustó urgencias. La adrenalina que se siente al atender a los pacientes en su momento más vulnerable era única. Luchar contra el tiempo y contra la muerte para salvar vidas.. no había nada que le diera más honor que eso. Pero al parecer sus padres y sus maestros, no veían lo mismo que él.
— Recibí ayer un correo del director Ukai -- habló Yaku sacando de sus pensamientos al médico -- Decía que quería vernos a las 7am en el auditorio... ¿Una conferencia tan improvisada? ¿Sabes de qué va?
Oikawa negó. El año apenas empezaba y ya tenían algunos déficits de materiales y personal, estaban saturados y las cosas no parecían mejorar. No le sorprendería que el director los hubiese citado solo para darles más malas noticias.
-- El viernes pasado hablé con Hitoka, la secretaria. -- continuó el pelirrojo -- me dijo que vio al director con una carpeta de currículums, creo que contratará más personal. -- Bueno,aquello era una buena noticia -- No creo que despidan a nadie, el hospital está en número rojos, apenas y podemos sacar adelante el trabajo con el personal que tenemos, pero...
Yaku no terminó la frase. La verdad es que últimamente todo en el hospital estaba siendo incierto, ni siquiera tenían seguros sus trabajos.
-- Lo único que espero es que, pase lo que pase, sea para el bien de este lugar -- concluyó Oikawa con un suspiro.
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Escala del dolor (Hospital Haikyuu)
Fanfic-- ¿Estás seguro de esto, Keishin? -- preguntó el doctor Nekomata mientras se acomodaba el cuello de la camisa -- la academia te envío a los 5 peores médicos de la región. ¿Que garantía tienes de que no hundirán este hospital más? -- Todos merecemos...