Tuve el privilegio de...

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...enamorarme.

Y hablo en un egoísta singular ya que no se si tu lo hiciste, ya que siempre tus palabras eran muy distantes de tus pensamientos, pero por mi parte caí lenta y profundamente enamorada, en esos ojos con aquella mancha chiquitita que hacía a tus ojos cambiar su tonalidad, de como esos vellos en tu barbilla eran imperceptiblemente raspositos y te gustaba sentirlos así en mi mano, de tu encantador aroma que me hacía entrar en un transe alejándome de la realidad, tus brazos largos y siempre tibios, de como arreglabas la cama para que siempre se vea perfecta y estirada, y cuando abrías tus ojitos al momento de bromear, cuando torcías los ojos y te peinabas cuando algo no salía como tu deseabas, tu mirada cambiaba cuando algo te asustaba y a veces mirabas al cielo como si ahí fueras a encontrar las respuestas. Así que sí, caí, me hundí perdidamente en tus defectos y virtudes, te entregué mi corazón (literalmente) y guardé unos pedacitos del tuyo en su lugar, por eso el día que te fuiste me faltó el aire y ya no quería existir, tenía esa sensación de haber olvidado algo y necesitar ese peso en mi hacía que no lograra estar quieta, por eso los recuerdos me generaban ansiedad y por eso el mar que llevo dentro no paraba de bailar fuera de mis ojos. 

Y recuerdo la primera vez que celebramos medio año de estar juntos, como tu carita se iluminaba al apreciar todo lo que había, como bailamos debajo de las estrellas y encima de la ciudad y como no dejabas de jurarme que me ibas a amar por siempre, por "nuestro siempre", no fue tan largo como pensábamos que sería, ya que ahora va a ser la mitad de año desde que nuestras luces comenzaron a andar por diferentes senderos en un mundo que está lleno de estrellas.

Pero que manera más agridulce de estar y no estar, de relativamente unirnos a algo que nos separa aún más, siempre me pregunto si me buscas como yo lo hago entre la gente mientras espero el bus, o camino, o estoy en algún lado, aunque no sabría que hacer si te veo te busco, como si tuviera eso algún remedio. No se si me piensas con el mismo amor que aún te pienso, pero estoy segura de que no.

Ya que ni yo te pienso de la misma manera, después de pensarte tanto, ya no me dueles como al principio y creo que es algo bueno, siento que si he mejorado curándome de ese amor, no olvidándolo o superándolo, sanándolo; ya que está ahí y espero no equivocarme al saber que eres el amor de mi vida, pero ya no estamos y a veces así de efímero debe ser el amor, aún tengo mucho camino que recorrer pero así como en el aniversario, me siento a medio camino, ya que chistosamente siento que he logrado y hecho muchas cosas, que no comparten con mi imaginación en la cuál estuviésemos juntos.

Hoy te escrito mucho ya que si me siento en ese punto medio que poco a poco está avanzando, espero hoy me hayas sentido cuando te tomé la mano, y me saludes de vuelta cuando te saludo desde mi casa, que la luna aún te recuerde a mi como a mi contigo, que cada 1ro estés en otro momento en ese parque como yo, o si hayas recibido mi mensaje y suelas ir al cementerio como lo hago yo, quien sabe y coincidir.

Considero que se puede entender en que punto de superación estoy cuando lees todo lo escrito, y siento que si es literalmente el medio, me pregunto quién lee esto, pero estoy casi segura que no eres tu, y perdón si a veces paso mucho por tu casa pero a veces necesito caminar y abajo es mejor que arriba, no te asustes, que si es que si me vieron desde la terraza dudaron entre si era yo o no, y sí era yo. Pero no por ti, por mi, porque te busco, pero no se que haría al encontrarte, entonces prefiero no arriesgarme, pero no dudes en verme el primero por ahí, o no verme y yo si estar ahí.

De tu pequeña conciencia, para un adivino.

Hasta olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora