Dreams

Capítulo 4

"Mi cuarto sueño: ¿Será posible?"

Jungkook volvió a ir a clases, era un día cualquiera, estaba aburrido viendo los números en el pizarrón mientras él hacía dibujos sin sentido en su cuaderno.

—¿Qué dibujas? —Le preguntó un compañero que veía curiosamente.

—Nada...

Estaba algo agotado y aburrido, solo quería salir de clases e ir a dormir, aunque ahora hasta dormir le traía problemas y lo hacía pensar más de lo que quería.

Una vez que terminó la clase, éste se quedó para limpiar el salón junto con Namjoon. Jin también se había quedado a esperarlos mientras revisaba su teléfono.

—¡Estoy aburrido de la misma rutina! —Jungkook los miró— ¿No les aburre esta misma mierda de siempre?

—¿De qué hablas?

—¡De esto! Todos los días es una monotonía, no hay nada nuevo, nada interesante.

—Te hace falta una pareja —Le dijo Jin— por eso estás tan amargado.

—¡No necesito una pareja! Yo solo quiero... —Pensó por un momento— ¿Pareja?

—Te puedo presentar a alguien si quieres —Le decía Jin despreocupado.

—¡Eso suena bien! Tal vez así salgo de mi misma rutina, ¿Qué opinas, Namjoon hyung? —Lo volteó a ver dándose cuenta que no parecía muy entusiasmado— ¿Qué?

—No creo que deberías de tener pareja, andas muy mal en los estudios, creo que deberías de concentrarte en ellos.

—Pero...

—Además, las amistades que Jin hyung tiene, son terribles, no es buena idea.

—Habló el señor perfección —Dijo el mayor cruzándose de brazos— ya no tenemos doce años, ya sabemos qué es bueno y qué es malo.

—Más o menos —Dijo Jungkook.

—En fin, si no quieres aprovechar esta oportunidad, está bien, haz caso a Namjoon.

Jungkook suspiró tomando la escoba para seguir barriendo.

Al llegar a casa, dejó su mochila y zapatos en la entrada, saludó a sus padres y fue a su habitación para acostarse sin esperar la cena.

Se quedó dormido de inmediato, había estado muy agotado y aunque intentaba que dormir lo hiciera descansar, al final solo le traía más interrogantes en su día a día.

Sueño de Jungkook:

El sueño comenzó con un Jungkook completamente desorientado caminando por la acera de una ciudad prácticamente vacía, el ambiente lucía como si hubiera en ese preciso momento un atardecer.

El chico caminaba algo cansado, lucía como si hubiera hecho ejercicio o tenía adolorido algún tobillo y parecía que quería llegar a un lugar hasta que cambió de rumbo y decidió ir por el camino más corto como él decía.