CAPITULO 2: La prometida de Ikuto

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Amu se quedó helada, mientras un dolor punzante le recorría. ¿Había dicho prometida? Pensó. ¿Cuándo había pasado eso?

—Amu-chan...-le llamó Mikki preocupada al ver la expresión en el rostro de la peli rosa.

—Estoy bien—sonrió Amu tratando de estabilizarse-, han pasado seis años, era lógico.

Ella se dirigió a la habitación de huéspedes, amplia, lujosa, y la sacudió, aspiró y la dejó lo mejor que pudo. Con cada mueble que limpiaba, trataba de imaginar cómo se vería aquella mujer, la que habría capturado el corazón de Ikuto.

La noche cayó rápidamente. El sonido del motor de un coche se escuchaba afuera, Amu se asomó por la ventana de la recepción de la puerta principal, así como las curiosas charas. Había una limosina negra afuera, el chofer abrió la puerta de atrás y de adentro salió una hermosa joven, cabello negro como el ébano, ondulado como cascadas que caían hasta la cintura, tez blanca y ojos verdes brillantes como las esmeraldas.

 Había una limosina negra afuera, el chofer abrió la puerta de atrás y de adentro salió una hermosa joven, cabello negro como el ébano, ondulado como cascadas que caían hasta la cintura, tez blanca y ojos verdes brillantes como las esmeraldas

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—Es realmente muy bonita...-murmuró Amu con sorpresa y mientras cierto dolor se apoderaba de ella, sus esperanzas se escapaban. ¿Era ella? No había forma de competir contra alguien así, pensó Amu, muchas cosas comenzaron a cruzar por su mente en un instante tan pequeño, por un momento su mirada se perdió en sus pensamientos.

La elegante joven entró por la puerta principal, encontrando a Amu, la mucama, quien miraba por la ventana distraída.

—¿No vas a llevarme a mi cuarto?—preguntó la peli negra impaciente, sintiéndose irritada por falta de servicio de Amu.

Sin embargo la chica del cabello rosa no respondió, seguía sumergida en sus pensamientos. Mikki al ver que Amu no reaccionaba le pateó en la cabeza con su pequeño pie, provocando que la peli rosa sacudiera su cabeza y se girara inmediatamente.

—¡Oh! Lo siento—se disculpó ella-, debes ser la prometida de Ikuto, te llevaré a tu habitación.

—¿Ikuto?—le miró la joven inclinando ligeramente la cabeza con desconcierto y enfado-, ¿por qué lo llamas por su primer nombre? y no solo eso, ¿Quién te crees que eres para hablarme tan familiarmente?

—Yo...-Amu le miró sorprendida, no sabía que responder todo lo que se le venía a la mente sonaba mal, le había llamado por su primer nombre sin pensarlo.

—S-si, lo lamento, no volverá a pasar—se disculpó Amu-, yo jamás había trabajado de mucama antes.

-Eso no es una excusa—dijo ella cruzando los brazos-, es sentido común llamar al señor de la casa con respeto, más te vale comportarte apropiadamente en mi presencia. No se te ocurra tutearme como lo has hecho, ya que solo eres la sirvienta, soy Akazaki-sama para ti, en muchos sentidos soy superior a ti, no me rebajes a tu nivel.

Ran le miró enfadada inflando las mejillas, ¿Cómo podía tratar de esa forma a Amu-chan? Pensaron las charas, mientras Amu trataba de digerir sus malas maneras. La chica de ojos color ámbar le miraba frunciendo el seño, aquella mujer tenía la apariencia de un hermoso ángel, pero era una desvergonzada.

Ikuto es mi Amo ( Amuto ) ( Shugo Chara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora