⚠️ Advertencia: en esta parte se puede encontrar contenido delicado y violento. Se aconseja abstenerse a leerla a aquellos cuyas sensibilidades se puedan ver afectadas. ⚠️
Diario virtual de Ray
Continuación del 10 de junio de 20...
No quiero hablar del tema, porque me siento mal por sentirme bien. Hoy han pasado cosas horribles y yo no puedo parar de pensar que... Que puede que sea especial. Que ella me vea especial. ¿Pero qué estoy diciendo? Una chica ha muerto hoy. Creo que necesito dormir, mañana será otro día.
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El depredador dejó a un lado a su presa por unos instantes para acudir al grito de la estudiante de derecho. El bolso de Chanel se había precipitado hacia el suelo, pese a la posibilidad de mancharse, el asunto debía de ser grave.
Ray acudió detrás de Sora, como un cachorro persigue a su dueño. Debió asomarse por detrás de su hombro para poder mirar hacia la misma dirección que las otras dos, ya que su depredadora de forma instintiva le cortaba el paso.
-No mires, novata. -Ordena, pero demasiado tarde.
Meses antes Ray se encontraba en una clase de historia, el profesor hablaba sobre la crudeza de la vida pasada. En cierto punto había preguntado: «¿Quién de ustedes ha visto alguna vez un cadáver humano?» Solo Ray y otro chico levantaron la mano. «Sepan que, por desgracia, ustedes saben más de la vida que el resto de sus compañeros.»
Ray, a pesar de su juventud, se había encontrado de cara con la pálida dama. Había visto caer a aquel niño por la ventana. Había sido la primera en descubrir el cuerpo colgante de su tío Miguel en el desván. Había permanecido en la habitación mientras a su abuela le daba el último derrame. Pero puede que por ser menuda, puede que por ser tan callada, los demás parecían olvidarse de que estaba allí. Nadie se preocupaba por cómo podían afectarle estas experiencias.
Pero allí estaba.
A pesar de todas sus experiencias, nada podría haberla preparado para lo que vio aquella mañana. Sentada sobre el inodoro había una joven con los ojos muy abiertos y muy azules. Miraba directamente hacia la puerta, produciendo la misma sensación persecutoria que consiguen algunos cuadros. Estaba cubierta de sangre, su pelo se enmarañaba con una camisa blanca apelmazada por el líquido que -hace ya rato- había dejado de brotar de su cuello. Un cuchillo de cocina parecía haber sido el causante.
Era la primera vez que Ray veía un cadáver con los ojos tan abiertos. No parecía estar muerta. Si no fuera por lo obvio, habría jurado que en cualquier momento les gritaría por haberle abierto la puerta de aquella forma tan indiscreta.
También era la primera vez que alguien parecía darse cuenta de que estaba allí.
Sora se giró hacía Ray y, envolviéndola con sus dos fuertes brazos, la apartó de la escena para llevarla fuera.
En algún momento la estudiante de derecho había salido corriendo del baño, gritando, pero Ray no se había dado cuenta. Sora la condujo fuera de la biblioteca, rodeándole los hombros en silencio. Hubo bibliotecarios que también gritaron. Sora sentó a Ray en las escaleras de la entrada. El escándalo no tardó en propagarse por todo el campus.
-¿Estás bien? -Preguntó Sora, atrayendo a Ray hacia sí. -Siento que hayas tenido que ver algo así.
Ray seguía en shock. Su universo de exámenes y trabajos se había agitado tanto en los últimos minutos que se sentía mareada. No, definitivamente no estaba bien. En busca de un refugio fue a esconder el rostro en el hombro de la bestia que había estado a punto de devorarla. Sora la aceptó escondiendo sus largos dedos entre su cabello.
-Todo va a estar bien. -Algo pareció tensar a Sora, su respiración se cortó y de forma apresurada sacó un bolígrafo de su bolsillo. Agarró la muñeca de Ray y escribió en su antebrazo un número de teléfono.
-Tengo que irme. Cuídate, novata. -Secó con un pulgar las mejillas húmedas de Ray y se marchó.
Hubo llamadas, sirenas, llantos, cuchicheos... Pero el siguiente recuerdo de Ray no llega hasta que nota la mano, siempre fría, de Samuel acariciándole la mejilla. El chico estaba en cuclillas frente a ella, cargando las mochilas de ambos.
-Hey... ¿Qué pasa...? Tenemos que irnos, van a cerrar la biblioteca. -Le ayudó a levantarse y la tomó del brazo, sin dejar de observarla. Sabía que debía de haberse preocupado antes. Quería contarle a Ray que habían descubierto un cadáver en el baño, que la policía estaba empezando a llegar sin parar... Pero no era el momento.
-Vamos a tomar algo, seguro que no has desayunado, ¿verdad, bella?
A Ray le costó mucho continuar con el resto del día. Samuel la acompañó a casa, la excusó con sus compañeros de piso, se aseguró de que comiera algo e incluso llegó a ahuecarle las almohadas y airear sus sábanas para que estuviera más cómoda antes de marcharse a su propia casa.
-¿Seguro que no quieres que me quede? A mí no me es ninguna molestia.
-Estoy bien, Sam... Solo me siento muy cansada. Ha sido mucho lo de hoy. Nos vemos mañana. -Necesitaba estar sola y pensar.
Cuando Samuel por fin se marchó, cerró puertas y bajó casi del todo la persiana, hasta dejar tan solo una rendija de luz que azuleaba al rebotar por sus paredes. Se miró el antebrazo por infinita vez esa mañana y lo apretó contra su pecho.
Demasiadas vueltas. Le estaba dando demasiadas vueltas. No dejaba de ser una persona minúscula. Pasaba tan desapercibida que la estudiante de derecho no la había mencionado en su declaración, nadie se había percatado de que había ido al aseo y por lo tanto, ningún agente había tenido a bien tomarle declaración. Si ni siquiera cumplir un protocolo legal la hacía relevante, ¿por qué aquella exótica felina iba a prestarle atención? ¿Y dónde se había ido con tanta prisa? Y lo más importante, ¿qué debía hacer ahora?
Sir Dorian.
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Sora_pinku y tú ~ FanFic
FanficEn esta historia encontrarán a Ray (representante de todos los Yorobums) en su aventura conociendo a @sora_pinku. Todo el mundo puede ser co-autor de esta historia y tomar decisiones sobre el futuro y los personajes de la misma. En la cuenta de inst...