Si tal vez | |Ale y Ana|

Consumeme

Estábamos corriendo directo a esa casa pequeña, huyendo entre risas y con temor.
Era la única casa que había en el cerro, estábamos tan alejados de la población como de la casa de "Porcha", todo había pasado tan rápido pero había una pregunta que no dejaba de correr en mi cabeza, ¿Qué carajos estoy haciendo? Pero estaba apuntó de hacerlo.

-¡Dios!, creí que íbamos a morir allá - dijo Salma agitada  mientras se dejaba caer en un pequeño colchón que había ahí.
-Hierba mala nunca muere, querida, eres como nuestro amuleto- le respondió Marcos riéndose mientras se limpiaba el sudor de la frente y la peliroja sólo le levantó el dedo de en medio como respuesta
-Jamás había estado en una balacera- dije antes de sentarme en una silla rota del rezago - Lo sé, te entiendo, la primera vez que estuve en una vi como mataban a un niño frente mío, así es esto, después deja de importar y te acostumbras- me respondió como si nada Marcos dejando un silenció incómodo, yo aun estaba sorprendida por su pequeña anécdota.

-Lamento por a verte echo pasar esto, si hubiera sabido que mi amigo no había pagado sus encargos, me hubiera esperado una semana para que arreglara sus pedos- menciono Salma mientras sacaba una caja de metal pequeña de su mochila -Entonces, ¿eso siempre pasa? - le pregunté mientras me estaba comiendo las uñas de mi mano.
-Casi siempre, eso suele hacer cuando le venden basura pero nunca le terminan haciendo nada como es protegido por los Zúñiga pero se que algún día se le irá acabando su suerte- terminó de decir mientras se paraba y se dirigía a la mesa que se encontraba al lado mío.

Me sentía una mala hija, mis padres creían que estaba en la casa de Tania haciendo una carne asada con la familia de mi amiga pero la realidad es que estaba en medio del  cerro acompañada de dos personas la diferencia es que a uno lo conocía desde hace mucho tiempo y en cambio la otra persona  tenía solo días de conocerle y sin dejar de lado que estuve en medio de una balacera y estaba apuntó de drogarme, todo esto estaba pasando muy rápido.

Tome mi teléfono con esperanzas de tener un mensaje de ella pero lo único que obtuve fue que me había dejado en visto, estaba cansada, cansada de rogarle  de intentar estar a su lado, quería solo dejar esto por la paz y alejarme de ella como ella quería, quizás no me lo decía con sus palabras pero con sus actitudes y sus mentiras me lo confirmaban.

Quería hacer eso pero no podía, yo no podía y ni quería estar sin ella.

Sabía que las cosas estaban marchando mal para ella, tenía que protegerla, tenía que estar para ella.

-Es hermosa- escuche decir a Salma mientras se agachaba  en la mesa -¿ En dónde esta lo mio? - preguntó Marcos ya estresado aventando la mochila - Te me calmas, Aquí tienes y esta es la última vez que te hago un favor porque no fue fácil  conseguirtela- mencionó la peliroja dejándole una bolsita pequeña  en la mano de Marcos, intente ver que era pero fracase con mi intento - ¡Ay por favor Salmi!, siempre haz sido la favorita para Gerardo- le respondió Marcos con una sonrisa de oreja a oreja - Ojala lo fuera- susurro para luego suspirar

-Ven, acércate- me dijo de repente ella para que me acercara a la mesita y al llegar vi varios cristales pequeños medio transparentes con muy poco  polvo esparcido en ellos y ella me vio con una risa burlesca supongo que noto mi confusión.
-Supongo que te imaginabas diferente el cristal- me dijo mientras me miraba - En realidad si, se que sonara algo estúpido pero creí que era literal cristal como de un vaso de vidrio- y al terminar de decir mi pensamiento automáticamente Salma se carcajeo y en seguida Marcos le acompaño.

Perfecto quedé como una idiota e ilusa, Era una niña idiota e ilusa en ese tiempo que ella se aprovecho

-No suena, es estúpido Ale- me respondió mientras Marcos tenía un foco en sus manos - En realidad el cristal es la droga más adictiva pero más culera- me dijo el mientras le quitaba la corcholeta al foco y lo  empezaba a limpiar cuidadosamente - Hazle caso el ya estas igual o peor que yo  de adicto a esto, así que hazle pero ten tus límites- siguió Salma para mostrarme los pequeñas bolsitas - Esto que ves ahí puedes despegarla y ponerla en cualquier cosa que quieras esto es como marca de que eres un consumidor- menciono ella muy orgullosa mostrándome la pequeña pegatina en forma de la mitad de un trébol y tomó mi teléfono sin pedir permiso para pegarselo en la parte trasera
-Bueno vayamos al grano, ¿quieres hacerle en foco o en línea?- pregunto Salma sentándose en una banco cerca  de la mesa y voltee a ver a Marcos que ya estaba tomando algunos cristales - ¿Cuál es la diferencia de las dos? - pregunte curiosa y ella solo pensó la respuesta - No hay mucha en realidad, en linea pues muelo la piedrita y la inhalas en cambio en foco solo lo fumas claro solo ten cuidado de no tragarte el humo - respondió ella mientras ambas mirábamos a Marcos empezando a quemar el foco de un lado a otro
-¿Puedo hacerlo de las dos formas? - pregunte y ella solo asintió con una sonrisa y me senté cerca de ellos mientras miraba como Marcos empezó a Fumar y duraba un cierto tiempo ilimitado para sacar el humo en cambio a Salma tomó una piedrita y el puso encima una envoltura de una paleta y empezó a aplastarla con una moneda.