06| Kim Taehyung

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Abrí mis ojos lentamente cuando sentí el sol entrando ligeramente por la ventana y disminuyendo gracias a las cortinas blancas de la habitación. La calidez de la mañana me abrazaba y que mejor que al despertar con mi amada novia.

Ella aún seguía dormida, abrazándome y dejando un rastro de saliva por la almohada. Y es que incluso de esa forma me tenía loco, su cabello esparcido y cubriendo una parte de su rostro, ese caminito de saliva que iba desde su comisura hasta perderse entre su mejilla y la almohada.

Era realmente hermosa.

Me quedé idiota mirándola unos minutos, por suerte hoy ambos teníamos el día libre y podíamos disfrutar juntos sin tener que estar presionados por el tiempo.

—Cariño. —Hablé suavemente intentando despertarla para poder bajar a desayunar.— Es hora de levantarse. —Susurré sobre su oído—

Ella solo se removió un poco y dejó salir un quejido, abrir y cerrar su boca para después girarse y darme la espalda.

—Vamos, princesa. —Tomé su cintura y me acerqué de nuevo para hablarle al oído— Vayamos a desayunar

—Cinco minutos más. —Soltó con su voz aún adormilada—

—La última vez que dijiste eso no nos levantamos en todo el día. —Reí ligeramente al recordar cómo la cama terminó manchada de toda la comida—

No volvió a responder, se giró de nuevo y me abrazó dejando su nariz en mi pecho. Apretó ligeramente su agarre y subió una pierna sobre mi cadera.

—No me importaría estar así todo el día. —Dijo, sintiendo cómo sonreía y con eso se llevaba mi decisión a levantarnos—

La sujete más fuerte y volví a cerrar mis ojos aunque no pudiera volver a conciliar el sueño. Su aroma me tranquilizaba y me encantaba pasar tiempo con ella.

Pasó cerca de una hora, cuando mi chica empezó a quejarse entre sueños y soltar gemidos que me pusieron alerta.

Me alejé un poco, solo para poder ver cómo fruncía su ceño y abría su boca dejando salir aquellos sonidos; sus manos hacían puños con mi camisa entre ellas. Me había quedado estático, pues nunca le había sucedido.

Mi nena estaba teniendo un sueño erótico, uno bastante bueno al parecer. Más gemidos salían de su boca, enviando los clásicos escalofríos a todo mi cuerpo y terminando en mi zona sur.

—Joder, hermosa. ¿Por qué tienes que soñarlo ahora? —Dije por lo bajo para evitar despertarla—

Su pierna izquierda se movió ligeramente hacia arriba, supuse que estaba sintiéndose mal ahí abajo, pero no me percaté de lo cerca que quedó su rodilla de mi entrepierna.  Volvió a mover la pierna, logrando esta vez rozar mi bulto y alterar aún más mi miembro.

—Oh, nena...

Inconscientemente mis manos habían tomado sus caderas con fuerza y la había acercado más a mi cuerpo.

—Vamos, preciosa... despierta.

Supliqué a mis adentros que dejara de gemir, que aquel sueño erótico que estuviera teniendo terminara; porque estaba comenzando a pasarme factura a mi.

Intenté relajarme cerrando los ojos y respirando forzadamente, pero el sonido que salió de sus labios me destruyó y causó que mi apetito sexual por ella saliera a flote.

—¡Ah, Kim! —Había gemido por mi, estaba soñando conmigo y aquello me alteró aún más—

No pude evitarlo y sin darme cuenta ya estaba sobre ella, restregando mi miembro en su entrepierna, importándome poco que despertara y me viera en aquella situación.

Bangtan loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora