Bangtan love

01| Kim Namjoon

Es gratificante saber que ya no me tengo que esconder de tus fanáticas. Que ya no tengo que parecer una fugitiva escondiéndome de todas las personas por miedo a que llegaran a saber quién era yo. Pero como siempre, supiste manejar esta situación y ahora puedo tomar tu mano frente a todo el mundo.

Cada vez estoy más enamorada de ti, tu trabajo ha ido mejorando en estos últimos años y eso me hace sentir más y más orgullosa.

Justo ahora, estaba en la sala de grabación, acompañando a mi novio en la producción de su nueva canción.

Me encontraba en el sofá del lugar, recostada. Viendo a mi novio, parado frente a aquel micrófono, intentando por tercera vez aquella estrofa. Como ya era costumbre, querías que todo quedara perfecto para tus admiradoras.

— Vamos Namjoon, una última vez. Esta si queda. — Animó el productor con el que nos encontrábamos en ese momento.—

Justo cuando estaba por comenzar la melodía, un teléfono dentro de la habitación comenzó a sonar interrumpiendo a mi querido novio.

El encargado detrás del computador contestó la llamada algo sorprendido. Nos dejó solos, divididos solo por aquel cristal por el que te podía ver con los audífonos puestos.

Unos minutos después el mismo encargado entró apresurado a la sala y presionó un botón para poder activar el micrófono y que Namjoon pudiera escucharlo del otro lado.

— Namjoon, terminamos mañana. Me tengo que retirar. — Su voz sonaba apenada, pero Nam  entendía que podía haber cosas más importantes en ese momento.—

Namjoon asintió con un movimiento de cabeza a la vez que se retiraba los auriculares y los dejaba colgados sobre el soporte del micrófono.

Aquél hombre, cuyo nombre sigo olvidando, se retiró del cuarto, dejándonos completamente solos. Joonie abrió la puerta para poder entrar al mismo cuarto que yo, sonriéndome mientras caminaba hacia donde yo me encontraba desde que llegamos al estudio.

— Bueno, cariño, parece que terminamos temprano. ¿Te parece si nos vamos a casa? —me estiró su mano esperando que la tomara y pudiéramos ir a descansar—

Por un momento pensé en tomar su mano y seguir con el plan que él tiene, pero seguí recostada en el sofá. Sonreí de forma juguetona ante la idea que me vino al momento de ver su mano estirada hacia mí.

La acepté, haciéndole creer que me levantaría, pero con mi poca fuerza en comparación a la de él, lo jalé a mi haciendo que su cuerpo quedara sobre el mío, logrando que se sorprendiera y sonriera nervioso.

—Quiero quedarme un poco más, amor. —hablé con voz dulce, tanteando su actitud ante la idea de quedarnos unos minutos más—

— ¿Por qué se quiere quedar mi princesa? —Sonrió de nuevo mientras me daba pequeñas caricias sobre mi cabello—

Su mano bajó a mi mejilla para repetir la misma acción. Algo típico de él, siempre me mira con esos lindos ojos llenos de amor.

— Namjoonnie~...

—¿Qué sucede, preciosa?

—¿Me puedes besar?

Una pequeña risita salió de él, cerró sus ojitos y me dejó admirar esos hermosos hoyuelos que adornan su bello rostro.

—Amor, sabes que eso no se pregunta.

Me tomó de la mejilla y juntó sus exquisitos labios con los míos.

Siempre ha sido muy dulce al momento de besarme. Jamás ha intentado traspasar el límite que él mismo se propuso desde que iniciamos nuestra relación. Y para ser sincera, eso es algo que de verdad me encanta de él; la forma en que siempre me ha tratado con respeto y cómo me preguntaba cada vez si algo me molestaba.