Árbol del Amor -Apple Tree Cross x Sakura Nightmare-

Enfermedad.

Dream no podía dormir tranquilo, no podía hacerlo porque estaba en una habitación ajena. Todo era tan incómodo no sabía si seguir en ese lugar o irse, aunque no le importaría escapar aunque la verdad era que si lo hacía podía meterse en problemas, eso era lo menos que quería, sólo colocó sus manos sobre su cabeza y comenzó a desordenar su cabello de manera lenta. Miro por todo el lugar y noto que no había nadie y además de eso no se escuchaba nada. Sólo se levantó ya que se sentía mejor, camino lentamente hasta que abrió la puerta; miro d manera cautelosa por todos los lugares y con esto salió.

Estaba haciendo mucho frío, era un sitio grande y no sabía con certeza donde se encontraba, miro por todos los lugares y noto que había mucha nieve, no podía irse en ese momento, sus heridas aún estaban delicadas además que tenía un poco de gripe por la sobre exposición al frío, sólo suspiró y comenzó a caminar hasta aquella habitación. Antes d entrar noto que Killer salió de aquel lugarse veía enojado y con esto agarró la muñeca del más joven.

-Ibas a escapar...- dijo mientras dilataba sus pupilas, se veía enojado.

-¿Ehh?... n-no sólo estaba respirando aire fresco- respondió el chico con notorio miedo en sus palabras no sabía que haría ese hombre.

-Crees que soy idiota, quieres escapar eres un mentiroso- dijo con autoridad e intimidación en su voz, sólo agarró con fuerza al menor y lo llevo hasta el interior de otra habitación más.

Era una habitación más pequeña y niñera para nada acogedora, se podía sentir el frío en ese lugar y además había humedad, también estaba oscuro y ni siquiera había una cama, sólo había u montón de hierba y trapos sucios haciendo una incómoda cama en el suelo, Dream le suplico al contrario que no lo dejará en ese lugar pero él de mayor altura lo miro de manera aterradora y le dijo que lo tenía que castigar por que se atrevió a escapar, lo dejaría en ese sitio hasta que se comportará como tal. El de cabello rubio sólo comenzó a llorar por eso se sentía tan tonto en esos momentos, pero no era por las amenazas del contrario, era por el simple hechos no poder defenderse de ese completo idiota, no había necesidad de ese trato y mucho menos de alguien quien es super posesivo. No se sentía muy bien, el ambiente del lugar no lo ayudaba porque solamente empeoraba su situación, pues de que Killer se fuera y cerrará la puerta con llave vio como en ese sitio habían algunas alimañas. No era como si no se hubiese acostumbrado a un sitio como este, su situación corporal no era de las mejores, ahora sentía que él aire me faltaba se sentía peor ya que la fiebre comenzó a subir.

La noche paso relativamente normal, los sirvientes comenzaron a hacer sus labores y cuando fueron a servir a su señor notaron que aquel joven no estaba, de manera discreta comenzaron a buscarlo y también se preguntaban entre sí haber si lo habían visto, hasta que Killer llamo a uno de sus sirvientes más leales y me dijo que llevará comida a la habitación de almacenamiento. El sirviente miro algo confundido a su amo, no entendía porque pedía eso pero sólo obedeció las órdenes, al llegar la bandeja de comida abrió la puerta con cuidado y en ese momento vio al joven Dream acostado en el suelo, soltó un ruido de sorpresa, así que su señor había castigado al joven, sólo suspiró algo cansado, luego se acercó e intento despertar al joven pero este estaba ardiendo en fiebre, sólo se levantó del suelo u salió corriendo para decirle a algunos amigos que había un problema.

Por otro lado estaba Killer fumando un poco mientras terminaba de comer, se quejó ya que recordaba a ese chico rubio intentando escapar, sólo se levantó de su asiento para después ir a ver al chico... al llegar vio que habían varios sirvientes afuera de la habitación quienes hablaban entre si. El de piel blanca y ojos oscuros se acercó un poco más rápido para apartar a todos, al entrar vio como los sirvientes estaban intentando reanimar al más joven.

-¿Qué le ocurre?- pregunto sin ningún tipo de sentimiento sólo miraba al contrario de forma atenta.

-Señor no despierta y está ardiendo en fiebre- respondió uno de los sirvientes quien miro a su señor con algo de temor.

-Llamen al doctor, No sigan esperando, llevenlo a mi habitación de nuevo y quiero que lo cuiden-

¿Un doctor para un simple plebeyo? Según los sirvientes eso era una locura y además era extraño, sólo hicieron caso, no querían hacer enojar a su amo. Después de unos minutos el doctor que habían solicitado había llegado, atendieron a Dream como a un príncipe, los vistieron con las mejores ropas, también le dieron una cama confortable y además medicina y un médico. Sin dudas era el consentido de Killer, eso era lo más obvio, los rumores comenzaron a circular por la ciudad, además que Killer era un noble con una reputación algo siniestra, era extraño además que la gente comenzó a crear sus propias teorías. Dejando eso de lado los días habían pasado y con esto un cansado Dream despertó, estaba algo mareado y ya no sabía donde se encontraba.
-Al fin te dignas a abrir los ojos- dijo alguien en la habitación, quien estaba sentado cerca del chico.

- Mmm.... donde estoy- fue lo primero que dijo para así tocar su frente de manera débil.

-En mi habitación, nunca te fuiste.... y si te refieres al lugar, estas en mi casa- respondió para si sentarse en el suelo junto al más joven.

-Ya me siento mejor- siguió con la conversación para sentarse y con esto ver mejor al contrario - No es necesario que sigas cuidandome... nunca te lo pedí-

Eso había sido una respuesta grosera pero Killer sabía que ese chico respondería de esa forma, de cualquier manera, sabía que Dream nunca tuvo una educación adecuada y no podía esperar mucho al respecto, sólo comenzó a reír para después agarrar el rostro del menor y mirarlo a los ojos con autoridad, Le dijo que tolerará ese comportamiento por su estado corporal, pero que si la próxima vez le respondía de esa forma se enfrentaría a las consecuencias de su insolente boca. El más joven tembló, sabía que no debía provocarle y mucho menos si lo había cuidado en su enfermedad, intentó no mirarlo a los ojos pero aún así no podía evitar sentir esa mirada pesada.

-L-Lo siento...- dijo con algo de temor, tal vez esperaba que lo soltara pero eso no ocurrió.

-Buen chico...- siguió hablando para después ver los labios del menor, eran tan suaves y rosaditos, un gran deleite de seguro, luego soltó el rostro del chico para levantarse -Si ya te sientes mejor está bien.... ahora ve y pregúntale a los sirvientes donde dormirás, cuando termines, quiero que me hagas una lectura de cartas-