Solo nos faltaba eso

CAPITULO 2

Otra vez la soledad la estaba matando. Desde la pelea, Michel no se había aparecido por su casa. Esa noche Manuel daría una fiesta con sus amigos y la había invitado. En un inicio rechazó la invitación para evitar pleitos pero se sentía muy sola. 

La fiesta ya llevaba un buen rato cuando ella llegó.

- ¿Lucero?- dijo Mayte al abrirle la puerta- ¿Qué haces aquí?- preguntó en un tono de desagrado.

- Hola Mayte- contestó- Manuel me invitó- contestó con superioridad en su tono de voz. Nunca se habían llevado muy bien ya que según Lucero, Mayte estaba enamorada de Manuel.

- Ah- dijo- pues pasa entonces-.

Lucero pasó y caminó hasta la sala. Ya solo quedaban los amigos mas cercanos de Manuel, o sea Mariana, las Pandora, Emmanuel, Yuri y uno que otro conocido. Saludó a todos cortésmente.

- ¡Lucero!- exclamó Roberto, el mejor amigo de Manuel- ¡Tenía años que no venías!-.

- Hola Roberto- lo saludó- tienes razón, ya llevaba un rato sin venir- dijo y el rio.

- ¿Un rato?- preguntó con sarcasmo- Llevabas como diez años sin venir- dijo y los dos rieron.

- ¿Dónde están Mariana y Manuel?- preguntó Lu riendo un poco todavía.

- Están a todo cantar por allá- señaló la salita- yo los conoces-.

- Gracias- dijo y volvió a reír mientras recordaba todas las veces que cantaron ya pasados de copas en esa sala.

Los encontró a los dos con un micrófono, Manuel con una de sus muchas guitarras. Cantaban "Maracas" y Lu pudo observar que Manuel ya estaba algo tomado.

- Solo por ser mi amigo te confieso- cantó Manuel.

- ¿Qué pasa?- lo siguió Mariana.

- Me divorcié mas nunca la olvidé- cantó- extraño su mirar, sueño el regreso- siguió- le amo mas que cuando me casé-.

Ninguno de los dos habían notado la presencia de Lucero así que siguieron cantando.

- Conquístala, ámala- canturreo Mariana.

- Como cuando teníamos dieciséis- cantaron juntos.

Todos les empezaron a aplaudir y Mariana volvió a tomar el micrófono.

- Manuelito- lo llamó- ¿A quien le dedicas esta canción eh?- le preguntó.

Manuel rio a carcajadas junto con toda la fiesta.

- Pues nada mas me e divorciado una vez ¿No?- rio.

- ¿Y por que no me haces caso?- le volvió a preguntar- ¡Vamos a llevarle serenata!- gritó Mariana y toda la fiesta la apoyó.

- No no- respondió el- yo la dejé ir y la perdí- confesó- ya no hay nada por hacer-.

Lucero lo miraba triste, se había dado cuenta que la mujer de la que hablaban era ella. Siempre le habían dicho que Manuel la seguía amando pero ella se rehusaba a aceptarlo, pero ahora lo tenía mas que claro.

- ¿Lucero?- exclamó Mariana al verla.

Manuel volteó a verla totalmente paralizado. 

- Espero que no sea muy tarde- dijo riendo.

- Pero por supuesto que no- respondió Manuel caminando hacia ella- me alegra mucho que hayas podido venir Lucerito-.

Lu rio y se abrazaron.

- Tenía rato que quería venir a ver que tanto hacían por acá- dijo Lu.

- Pues lo de siempre, cantar y tomar un poco- respondió- ¿Qué te invito?- le preguntó al llegar al mini bar.

- Una margarita por favor- respondió.

- Perfecto-.

Le sirvió la margarita y también sirvió un whisky para el. Salieron al balcón de la casa de Manuel para hablar mas tranquilos.

- Ustedes dos no cambian- comentó Lu riendo- me gusta bastante esa canción, siempre ha sido mi favorita de las que cantan tu y Mariana.

Manuel estaba muy avergonzado.

- Es muy buena- respondió- ¿Y eso que te animaste a venir?- preguntó y ella suspiró.

- Pues no se, tengo ya un buen rato sin salir a una buena fiesta y se que tu eres experto en darlas así que me animé y vine- dijo y los dos rieron.

- ¿Recuerdas cuando no soltábamos el micrófono y cantábamos toda la noche?- rieron.

- ¡Si!- exclamó Lu riendo- luego tu tocabas el piano y menos dejabamos de cantar-.

- Nos divertíamos mucho- dijo Manuel.

- Si, cuando estábamos casados nos divertíamos en grande- respondió y su tono de voz cambió al igual que el semblante de Manuel.

- Cuando estábamos casados- repitió Manuel.

El silencio reinó en su ambiente hasta que Lu habló.

- Manuel- lo llamó- ¿Alguna vez te has arrepentido de algo que haya pasado entre nosotros?- le preguntó.

El suspiró.

- Si- respondió y ella lo miró triste- de haberte dejado ir-.