CAPITULO 4

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- ¿Un concierto juntos?- preguntó Mariana extrañada- No lo se Manuel, si te soy sincera, no creo que acepte-.

- Yo se que si lo hará- insistió Manuel- ella sabe que sería todo un fenómeno- dijo-¡Algo histórico!- exclamó.

- Me encanta la idea y estoy consiente de la locura que sería un concierto de ustedes dos juntos pero no sabemos si Lucero piense igual- contestó.

- Pues hablaré con ella y le daré mi propuesta- dijo decidido- no pierdo nada intentándolo- salió de la oficina de su amiga.

Mariana suspiró y negó riendo.

- ¡Ay Manuelito esa mujer te sigue teniendo loco!- exclamó riendo- Dicen que el tiempo cura todo pero cien años son muy pocos- canturreo riendo.

Manuel condujo hasta la casa de Lucero y tocó su puerta. Lucy le abrió.

- Buenas tardes don Manuel- lo saludó Lucy.

- Buenas tardes Lucy- respondió el amablemente- ¿Esta la señora?- preguntó.

- Si, esta en la sala hablando por teléfono-.

- ¿Puedo pasar?- preguntó Manuel- Necesito hablar con ella-.

- Por supuesto pero creo que la tendrá que esperarla-.

- Esta bien esta bien- dijo y entró a la casa.

Justo como se lo había dicho Lucy, Lucero estaba sentada en su sofá viendo a la ventana mientras hablaba por teléfono.

- Ay Chanty- dijo preocupada- no se que hacer, Micho no me habla desde lo de Manuel- ella no se había dado cuenta de la presencia de Manuel- como ya lo e dicho, siempre lo amaré pero lo nuestro no funcionó y es algo que yo tengo que afrontar- Manuel la escuchaba atento- pues supongo que tendré que hablar con Micho porque esto no puede seguir así- dijo- las cosas no están bien y si tengo que terminar mi relación con Michel por mi salud mental, lo haré- dijo y después de despedirse de su amiga colgó.

Manuel caminó hacia atrás para que pareciera que acababa de llegar.

- ¡Manuelito!- exclamó al verlo- ¿Qué te trae por aquí?- preguntó algo nerviosa pensando en si Manuel había escuchado lo que había dicho hace un momento.

- Hola Lucerito- la saludó- vengo a hacerte una propuesta de negocios-.

- Entonces pasemos a mi despacho- dijo y caminaron hasta el lugar- ¿Quieres un café?- le preguntó.

 - No gracias Lucerito- respondió sentándose en frente de Lu.

- Y bueno- comenzó Lu- ¿Cuál es esa dichosa propuesta?-.

- ¡Un concierto juntos!- exclamó emocionado.

Lucero lo miró confundida.

- ¿Un concierto juntos?- preguntó-.

- ¡Si!- respondió.

- Pues no lo se, me gusta la idea pero no se Manuel- dijo.

- Lucero piénsalo- dijo- imagina el fenómeno que sería, imagínate a ti y a mi cantando con la beba o a Jos tocando algún instrumento, la gente se volvería loca, el concierto sería un éxito total- dijo tratando de convencerla.

- Tienes razón pero- respondió, tenia miedo de lo que dijera Michel y lo que diría su madre al respecto pero también estaba consiente del éxito que sería así que decidió arriesgarse- ¿Sabes que? Acepto- dijo sonriendo.

Manuel corrió a abrazarla y Lucero sintió una corriente eléctrica al sentir tal contacto.

- Será increíble, de eso estoy seguro- dijo Manuel mirándola a los ojos.

A los pocos días, Lucero le tendría que decir a su madre y a Michel se lo diría cuando tuviera la oportunidad.

- Hola nena- la saludó su madre entrando a la casa.

- Hola ma- respondió ella- mami, tengo algo que informarte-.

- ¿Qué paso nena?-.

- Daré un concierto- le dijo algo nerviosa- con...-.

- ¿Con quien?- le preguntó su madre- Ay Lucero me estas mortificando, ya suéltalo-.

- Con Manuel- respondió casi sin pensarlo.

La cara de su madre era todo un poema. Era una fusión entre enojo, sorpresa y confusión. 

- ¡¿Con quien dijiste?!- le gritó.

- ¡Con Manuel mamá! ¿Algún problema?- dijo algo fastidiada.

- ¿Cómo pudiste aceptar tal cosa eh?- gritó exaltada- ¡¿Que no pensaste en lo que dirá Michel?!-.

- Mamá, sinceramente, me da igual lo que opine Michel- respondió- es mi carrera y mi trabajo y el no se tiene por que meter, además Manuel y yo somos amigos- recalcó la palabra "amigos".

- ¡Pero fueron esposos!- siguió doña Lucero- ¿Tu crees que Michel no se pondrá celoso?- le preguntó.

- Si se pone celoso o no, es su problema- contestó Lu.

- ¡De verdad que tu has perdido la cabeza!- dijo y salió de la casa.

Lucero suspiró molesta y se sentó en su sofá a tomar un poco de café.

- Ya solo faltan Michel, Toño y los chicos- se dijo a si misma.

Solo nos faltaba esoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora