Una veiteañera; reportera de Chicago se embarca a su primer trabajo en cubierto, en el cual vuelve a tener 17 y quizás en esta segunda oportunidad en la prepararoria le den su primer beso.
- ¡¿"La corte"?!- me preguntó Oliver algo molesto mientras me enseñaba una nota en el periódico sobre "La Corte". - ¡Estoy consternado, Caitlin!.-
- Sí, lo sé. ¿Quién pensaría que esos niños...- iba a decir, pero fui interrumpida por Oliver.
- ¡No¡- gritó. - Estoy consternado porque tengo a una reportera en cubierta ahí desde hace casi 10 semanas.- dijo enojado. - Y estoy leyendo esto en "La Tribuna".-
- Perdón, tienes razón.- me disculpé mientras trataba de quitarle el periódico.
- No me toques.- dijo haciéndose hacía atrás y haciendo que me sentara nuevamente en la silla en donde estaba. -¡Escucha!-
- Sí.-
- "Rachel Dawson de 17 años dice: Cualquiera que valga algo, tenga vida social y sea popular, va a "La Corte" los sábados por la noche".- dijo lo que decía la nota.
- No miente, ella tiene razón. He aprendido que ese lugar es muy popular entre los Dioses de la preparatoria.- dije con una sonrisa.
- ¿Ah sí?- me preguntó alzando una ceja, yo asentí. - Ahí es donde están las historias, Snow.- me dijo mientras se acercaba hacía mí y colocaba en frente de mí la nota y señaló una fotografía de la tercia de reinas. - Hazte amiga de estos chicos; ve a fiestas con ellos, comparte con ellos, alócate con ellos. Y cuando vayan al baile de graduación...¡Estarás con ellos en su misma limusina!- gritó al final restregándome el periódico en el rostro, lo cual hizó que perdiera un poco el equilibrio y me resbalara de la silla.
- Oliver. Escucha, entre esos chicos y yo...- dije abatida, mientras me ponía frente a él.
- ¿Conoces a estos chicos?- me preguntó enojado.
- Ahhh...Escondieron mi auto.- dije apenada.
- ¡Hazte amiga de ellos!- dijo exaltado. - Porque si mal no recuerdas tu trabajo y MI trabajo depende de ellos.- dijo dándome de mala gana el periódico.
- A propósito, es "Dependen" porque el sujeto es plural.-
- ¡Fuera!- me gritó señalando la puerta de su oficina.
Todos al escuchar su gritó, miraron hacía la puerta cuando hiba saliendo y lo último que escuché fueron los gritos de Oliver hacía los demás en la oficina.
- ¡Todos a trabajar! ¿Acaso creen que las noticias duermen? La respuesta es ¡No!- escuché gritar a Oliver.
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Caitlin & Max'sparents' home
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