Sam y Dean llegaron a la morgue del pueblo casi a las corridas. Un sombrío hombre los recibió y los guió en silencio hacia dos cadáveres que aguardaban su tratamiento sobre las mesas.
-Es una verdadera desgracia la muerte del sheriff y su esposa.- Les dijo el hombre, con un rostro inexpresivo. Tenía cabello gris y estaba algo encorvado. Vestía con colores oscuros y llevaba un sobretodo negro, casi hasta sus pies. Su nariz aguileña se arrugó al descubrir los rostros de los muertos.
Sam y Dean se miraron perplejos.
-No puedo explicar el color grisáceo de su piel. Tampoco los ojos hundidos.- explicó el morguero:-también es raro que está mañana el sheriff ya tuviera un reemplazo.-
-¿Un… reemplazo?- repitió Dean, mientras Sam se agachaba para observar la comisura de los labios del sheriff, y frunció el ceño. Había un polvillo amarillento.
-Sí, un extranjero que nadie conoce.- Dijo el hombre con un deje de desdén:-No creo que encaje bien aquí. Terminará yéndose en unos días.-
Sam tosió, y luego de revisar los labios de la esposa de O'Brien, se irguió en su lugar:
-¿Tiene algún pañuelo o… trapo que no utilice?- pidió el más joven. Dean lo miró curioso. Sam le devolvió la mirada y frunció la boca.
-Por supuesto.- El hombre caminó hacia una mesa próxima, llena de herramientas y utensilios, tomó un trozo de tela color gris, algo polvorienta, y se lo dió.
Sam limpió suavemente los labios del sheriff, y se lo llevó a la nariz:
-Azufre.- Susurró, mirando a su hermano mayor. Dean tragó con dificultad, porque reconoció lo que su hermano pretendía indicar con esa evidencia.
-¿Está todo bien?- preguntó preocupado el hombre, cuando alguien los sorprendió.
-Buenos días, ¿Me preguntaba cuándo iban a estar listos los cuerpos para el funeral?- era David, el amigo del sheriff.
-Oh, sr. Humboldt, por supuesto, en unas horas señor.- se disculpó el morguero.
El señor Humboldt observó con ojos entrecerrados a los dos jóvenes cazadores:
-A ustedes no los conozco.- dijo:- Yo soy David Humboldt, amigo del sheriff O'Brien.- extendió su mano a modo de saludo, y Dean la estrechó y luego Sam.-Yo fui quien los encontró, fue terrible… espero se encuentre a quien hizo esto.- David negó lentamente con la cabeza, y a Sam le pareció que fingía tristeza.
-Yo mandaré a avisarle cuando estén listos.- El morguero le prometió, y entonces David saludó y se marchó.
-Nosotros también debemos irnos. Gracias por dejarnos verlos.- dijo Sam, casi empujando a su hermano fuera de allí.
-Oye, oye, ¿Qué te sucede?- preguntó Dean, algo molesto con los empujones.
-Huele tu mano.- pidió el más joven. Dean frunció el ceño.
-¿Para qué rayos…?
-Hazlo, Dean.- Volvió a solicitarle su hermano, esta vez fue como una orden, así que Dean obedeció. Acercó la palma de su mano a su nariz, y luego de oler, sus ojos se abrieron asombrados.
-Azufre.- dijo.
-Exacto. Debemos seguir a ese tal David.
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Sam y Dean decidieron seguir al señor Humboldt, lo hicieron con gran sigilo, y el sujeto no notó sus presencias.
Notaron que estaba regresando a la casa del sheriff, pero no exactamente para entrar en su morada.
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Blue Fire (COMPLETA)
FanfictionDean y Sam Winchester regresan a su hogar para averiguar quién acabó con la vida de su padre. Pero su pueblo de origen ha cambiado demasiado y ahora se encuentra asediado por príncipes del infierno. Quizás esta vez requieran de la ayuda del nuevo sh...