SEIS ❤️

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Sai no iba a decírselo a Naruto pero la mañana lo había agotado. Sin que el rubio lo viera se tomó dos aspirinas.

De camino a la universidad Naruto no parecía animado a hablar y él estaba agradecido de ello, ya que le dolía la cabeza. De repente pensó en la casa victoriana donde estaba su despacho, necesitaba ir allí y quedarse una o dos horas.

Podría sentarse en su escritorio y recordar lo que hacía. Quizás ver a sus compañeros de trabajo lo ayudará a resolver su misterioso pasado. 

Además eso lo separaría de Naruto, no tenía idea del por qué lo despreció antes. Lo que sí sabía era que estar en compañía suya le estaba resultando problemático. Era como una droga, suave y maravillosa. Alegre, divertido y comprensivo. Pero a él le importaba lo que el rubio sentía hacia su persona.

Naruto era una persona buena y decente. Pero él debió hacerle la vida imposible, para que ese doncel tenga semejante desconfíanza hacia su persona.

Sin embargo se había quedado con él para ayudarlo. Deseó poder borrar el recuerdo de Naruto sobre su pasado y así lograr que el rubio lo vea como él era ahora.

Pero Naruto estaba anclado en su pasado y se defendía de él. Sin embargo él se moría por besarlo, y el rubio le había dicho precisamente que no debía volver a besarlo. Lo cual era ridículo. Habían nacido para estar juntos, él podía sentirlo.

Habían llegado y como de costumbre todo le resultaba extraño y desconocido. Por más que Naruto le describía el lugar a grandes rasgos.

Repentinamente un pensamiento se le cruzó a él. El hecho de que Naruto quisiera criar solo a su hijo. Y la preocupación lo asaltó. Sin importarle lo que el rubio le decía, preguntó.

— ¿Qué planes tienes? — Naruto calló y lo miró sin comprender — Se me ocurrió que no sé nada de tí. Ni siquiera sé dónde vives.
— Yo...ahora mismo no tengo casa
— ¿Por qué no?

— Porque dejé el piso que tenía alquilado justo cuando tuviste el accidente. Durante el ingreso al hospital me quedé en lo de tus padres y ahora en tu casa.

— Que es donde debes estar
— No
— Pero el niño
— No

— También es mi hijo
— Si, lo sé
— Si no quieres vivir conmigo ¿Dónde vas a vivir? Supongo que alquilaras alguna casa cerca mío

— Te duele la cabeza, traje algunos calmantes
— Deja de evadir el tema
— No sé lo que voy a hacer
— En ese caso quédate conmigo

Sin decir nada Naruto empezó a andar, y él exasperado lo siguió. La idea de que vivieran juntos a Sai le parecía lo más lógico ¿Por qué se negaba? El instinto le decía que dejara el tema por el momento.

— Te agradezco mucho que me ayudes, no podría arreglarme sin ti. Te arreglarás tú también sin mí.
—No
— Sai tienes a tu familia, cuando tus padres vuelvan te acostumbrarás nuevamente. Ellos te ayudarán mucho

— No conozco a mis padres, son desconocidos
— Dejaran de serlo ya lo verás
— ¿Y tú familia?

—La única familia que me queda es una tía y su marido que viven en otra ciudad.
—¿Cuando tienes que volver al doctor?

— Dentro de una semana y media
— ¿Me dejarás que te acompañe?
— No

— Por favor
— Es... complicado
— ¿Por qué?
— Lo pensaré

— ¿Qué es lo que tienes que pensar? Solo debes saber que estoy decidido a ayudarte en todas formas.
— No quiero ser desagradecido Sai, pero puedo cuidarme solo
— Pero el niño

Amnesia (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora