Amnesia (SasuNaru)

OCHO❤️

Aunque la doctora no dejó nada por explicar, Naruto le había prestado mínima atención. Sai a su lado apoyaba la mano sobre su hombro. Le había dicho que estaría con él para lo bueno y lo malo aunque en su vientre tuviera el hijo de otro.

Naruto deseaba besarlo y estrangularlo a su vez. ¿Cómo podía dudar así de su persona? Fue entonces cuando clavo la mirada en la pantalla, su bebé. Oyó a Sai tomar aire y contenerlo en los pulmones.

Naruto apartó la mirada de la pantalla para centrarla en Sai. Éste tenía los ojos húmedos
— Nuestro hijo

Su hijo. El rubio sabía quién era el padre, él no podía estar seguro sin embargo estaba dispuesto a asumir esa responsabilidad. ¿Cómo era posible que haya cambiado tanto? Naruto volvió a mirar la pantalla.

— ¿Qué es? Quiero saberlo — dijo de pronto Naruto
—Me equivoqué — dijo la doctora — No estás embarazado de más tiempo.

— Ya lo sabía — dijo el rubio sin darle importancia
— Ya veo — él lanzó un aliviado suspiró
— Tengo entendido que hay gemelos en su familia señor Uzumaki.

Naruto y Sai se miraron y asintieron mutuamente
— Hay dos niños, si. No hay dudas. Dos niños más bien y son perfectos.
— Gemelos — dijo Sai con voz ronca

Naruto miró la pantalla atónito sin poder creerlo. Los ojos se le llenaron de lágrimas.
— Gemelos
— Es una suerte que entre ambos contemos con cuatro brazos — dijo Sai

Naruto lo miró llorando pero él secó sus lágrimas con esos suaves dedos. "Te amo" pensó el rubio, pero cuidando con no decírselo. No estaba seguro de su intención de quedarse a su lado. 

Estaba enamorado de ese hombre, que no bien recupere la memoria lo volvería a despreciar.

Una semana más tarde Naruto oyó por el contestador, el mensaje de los padres de Sai, diciendo que volvieron. Sai inmediatamente los llamó e invitó a cenar.

Esto sorprendió a Naruto, ya que durante días le había dicho Sai que no tenía interés en verlos porque eran desconocidos. Y por lo visto a sus padres también les sorprendió ya que insistió.

— No, sigo sin recordar nada...si a mí también me gustaría recuperar la memoria...la verdad es que Naruto y yo les tenemos una sorpresa... Está bien, hasta dentro de un par de horas — Al colgar lo miró y dijo — No te importa ¿Verdad?
— No, claro que no.

Sai seguía con esa hermosa sonrisa que el rubio tanto amaba. Pero temía que tanto él como sus hijos se conviertan en una molestia para Sai cuando recupere la memoria.

Pero ese tiempo a su lado había sido feliz. Estaba confundido y la verdad debía tomar una decisión y pronto.
— ¿Naruto? ¿Te encuentras bien?
— Claro
— Estupendo porque mi madre dijo que también tenía una sorpresa para mí. Pero seguro que no puede compararse a la nuestra.

El rubio se dispuso a empezar a cocinar, pero Sai se lo impidió.
—Me ocuparé yo Naruto
—Pero tú no sabes cocinar
— Es lo que tú crees.

¿Sai cocinando? Aquello si que era toda una sorpresa, debía ser una nueva faceta que el rubio desconocía.

—Gemelos
— Si
— ¿Estás contenti Naruto?
— ¿Contento? Estoy que aún no me lo creo ¡Y deseando que nazcan!

— No se cómo decirte lo que todo esto significa para mí, gemelos mis hijos. Ahora tengo una familia a la que sí conozco y eso me hace muy felíz. Una nueva memoria. Y tú no solo eres mi lazo con el pasado, eres mi futuro. Todo gracias a ti

— No Sai
— Si
— Quiero que sepas que tú eres el padre, no hubo ningún hombre antes que tú.

— Ya me lo dijiste
—Y tú dijiste que te ocuparías aunque no fueses el padre

— Lo se y lo siento Naruto. Cuando te veo siento que hay un mundo de oportunidades, por eso no me importa que no sean míos mientras sean tuyos.

Luego Sai empezó a cocinar, estaba felíz. Momentos después sus padres llegaron.  La comida estaba deliciosa. Su padre recordó que en realidad era Sasuke quien solía cocinar siempre.

Sai había leído artículos sobre gemelos, lo suficiente como para hacerse a la idea de que estaba adoptando algunas cualidades de su gemelo.

La cena no estaba tan animada debido al recuerdo de Sasuke y la tragedia. Pero todo se animó al llegar el perro de Sasuke. Sai fue a acariciarlo pero el perro le ladró e intentó morderlo. 

Hermoso animal pero no podría quedarse en casa porque esperaba a sus hijos. Por más que Naruto intentó no consigo que sus padres se queden con Sai ahí.

Argumentaron que tenían cosas que hacer. Cosas importantes.
— Mañana Fugaku tiene cita con el doctor y luego necesita descansar — dijo la señora Uchiha — Será mejor que ustedes sigan juntos como hasta ahora.

Al otro día Sai fue a su oficina donde solía trabajar. Quería recuperar parte de sus recuerdos para empezar con algo más sólido y no tener que encontrarse con sorpresas desagradables.

Pero al llegar sus compañeros y su jefe le pidieron que no se ocupará de casos nuevos hasta que se haya recuperado totalmente. Todos lo trataron fríamente

— Eras excelente abogado siempre ganabas los casos — le decían.
— Solías decir que todo el éxito se debía a tí —  comentó uno de sus compañeros

—Pero quedó demostrado que no era así — finalizó otro compañero.
— Deseo ver mis notas personales sobre mí trabajo — dijo Sai y fue conducido a su despacho.

Allí se pasó varias horas descubriendo quién era. Nada agradable descubrió. Al finalizar el día Sai sabía que era un animal, un ser inmoral que era capaz de hacer cualquier cosa por dinero. Descubrió que no tenía ética profesional. Nada en su carrera profesional lo enorgullecía. De no ser por Naruto y los gemelos, él preferiría no recuperar la memoria.

Cuando llegó a casa solo pudo abrazar a la persona que amaba en un intento por recuperar un poco de autoestima.

— Naruto
— ¿Descubriste algo?
— Si, que fuí el peor hombre que haya existido. Con razón quieres abandonarme.

No dejaba de abrazarlo, era alguien tierno y amable. Cariñoso y vulnerable, conciente de sus defectos. En ese momento a Naruto ni se le pasaba por la cabeza abandonarlo.