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Jennie

Estaba distraída en el entrenamiento, cuando jugaba mi enfoque siempre era dar lo mejor de mi. En algunas ocasiones volteaba a ver a Lisa y a las demás chicas quienes nos animaban alegres a mi y a Jisoo. 

Irene se encontraba entre ellas y yo sinceramente no podría sentirme mas feliz. Quería demostrarle lo buena que era, que ella notara lo importante que es el voleibol para mi y cuanto significaba el que ella estuviera ahí.

El entrenador sonó el silbato, indicando el final de la practica. Las chicas del equipo me felicitaban por mi desempeño y una que otra bromeaba pues me habían notado un poco distraída.

Entre risas y bromas, dirigí mi mirada hacia Irene quien al verme se desvaneció.

Palidecí al instante, Lisa y Nayeon tomaron su cuerpo evitando que este cayera. Poco a poco mi sonrisa se fue borrando por una mirada de horror, acompañada de un fuerte grito.

  — ¡IRENE!.

Aparte a las chicas y corrí en dirección de las gradas en donde las chicas  la ayudaban a recobrar el conocimiento. 

  — ¿Que ocurrió?. — Pregunte angustiada al verla .

  — Ella estaba normal, pero de un momento a otro se desmayo. — Habló Mina.

  — Nini...

Lisa me miro notoriamente preocupada por mi madre. Todas las chicas miraban la situación sin decir nada, Jisoo quien se había acercado junto a mi, ahora estaba junto a Rosé quien también estaba muy preocupada.

  — ¡Irene! — Me acerque a ella y la ayude a ponerse de pie.— ¿Estas bien? ¿Quieres que llame a una ambulancia?.

Irene negó.

  — No necesito una ambulancia. — Dijo seria pero un poco desorientada.

  — ¿Estas segura? No te ves bien.

 — Jennie ¿por que no la llevas  a casa?.— Sugirió mi hermosa castaña.

Yo asentí.

Entre Mina y yo logramos llevar a Irene hasta el auto. La mujer no había dicho ni una sola palabra lo cual me estaba preocupando. 

  — ¿Te quedas? — Le pregunte a Mina y esta asintió.

  — Tengo cosas que hacer. — Me dijo y yo asentí.

Lisa subió al auto en la parte trasera junto a Irene, mientras las demás chicas nos pedían que las mantuviéramos al tanto de cualquier cosa. Yo medio sonreí mientras Lisa se aseguraba de dejar a las chicas un poco mas tranquilas, prometiendo les que las llamaríamos si algo ocurría.

Escuche a Lisa hablar con Irene.

  — ¿Has estado comiendo bien? — Preguntó mi la castaña. 

No escuche respuesta por parte de Irene por lo que decidí mirarla por el retrovisor. Su mirada estaba agachada, Irene estaba avergonzada.

  — No, de hecho no e comido muy bien que digamos. 

Me sorprendí por sus palabras pero al mismo tiempo me enoje. ¿Por que no estaba comiendo bien?.

  — ¿Podrías explicarme eso de que no estas comiendo? — En este pareciese que soy yo la madre y ella la hija.

  — Jennie por favor...

 — ¿Por favor que, Lisa? ¿Acaso no la escuchaste? No esta comiendo.

  — Tu no sabes las razones por las que no lo esta haciendo.

 — Ella no tiene motivos para no comer.

𝐋𝐀 𝐇𝐈𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐈𝐑𝐄𝐍𝐄 |𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora