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Lisa

  — ¡Lisa mi amor! — Corrí a los brazos de mi madre.

Mi madre estaba totalmente distinta, su color de cabello era distinto y ahora lo llevaba mas corto. La abrace muy fuerte, habian sido ya meses desde la ultima vez que pude abrazar a mi madre. Realmente la habia extrañado mucho.

  — Papi mira, Lisa tiene el cabello mas largo — Señalo  mi hermana quien se acercaba en brazos de mi padre.

  — Ven aquí hija

Esta vez corrí hacia donde se encontraban mi pequeña hermana y mi padre.  — Te he extrañado mucho.— Le  dije a mi padre quien planto un beso en mi cabeza.

  — Yo también a ti mi vida, Mei,tu madre y yo ya no soportabamos estar lejos de ti. — Me comento mi padre haciéndome sonreír. Hacia mucho que no estaban en casa.

—  Oh no mientas, el también la extraño mucho. ¿Que acaso no recuerdas lo que dijo hace unos meses cuando fuimos a visitarlo?.

Mire a mis padres seria, ya sabia a quien se referían y el enojo me invadió.

  —  Tienes toda la razón, Lisa  ven que  alguien te manda un mensaje.

 — Si se trata de el, no quiero saber nada.— Dije firme mirando a mi padre.

  — Lisa....

 — ¿Y que tal el viaje Mei?— Me acerque a mi pequeña hermana.

  — ¿Aun sigues enojada con el? — Me pregunto triste.

  Yo hice como si lo estuviera pensando. — Solo un poco, pero no pensemos en eso ¿si?

Mis padres me veían sin decir nada. El tema venia siendo algo incomodo desde hace unos años desde que  el decidió irse. Para ellos es diferente, cuando el decidió marcharse ellos estuvieron de su lado, lo apoyaron, pero a ninguno le importo dejarme sola. Por eso no puedo perdonarlo, el habia prometido no dejarme nunca pero al tener la oportunidad, fue lo primero que hizo.

Luego de ayudar a mi hermana a desempacar, terminamos jugando a las princesas su juego favorito. Cuando era pequeña adoraba jugar esto pero... debo decir que ya estoy algo grande para jugar eso.

  — ¡Lili! ¡Necesitamos un príncipe!   — Hablo mi pequeña hermana quien usaba su vestido rosa de princesas junto a su corona. 

  — ¿Un príncipe? 

  — Si ya sabes, las princesas necesitan un príncipe ¿tu tienes un príncipe? Mamá dice que necesitas un principie. 

Y ahí va mi madre de nuevo insistiendo con lo mismo. Si bien mis padres "aceptaban" mi orientación sexual, jamas habíamos hablado del tema. Cuando mis padres pasaban mas tiempo en casa que viajando, el tema de que me gustaran las mujeres no salia a la luz  ya que ninguna chica habia llamado mi atención. Eso cambio obviamente cuando empece a salir con Sana, cosa que a mis padres aun no les hace para nada de gracia. Aun recuerdo cuando llame a mi madre para contarle que tenia novia, ese día tuvieron que llevarla al hospital  porque se desmayo al instante.  Desde eso, no volví a mencionar nada sobre Sana a mis padres hasta que terminamos, Papá casi deja todo para regresar y festejar que su hija  "habia vuelto a ser normal". 

Para Mei, Sana siempre fue una gran amiga mía, la mas pequeña de la familia aun no entendía mucho y bueno... con las cosas que mi madre le decía menos lo haría. 

Creo que de no haber sido por el, seguramente mis padres me hubiesen mandado a alguna especie de clínica para intentar "curarme". Debo darle un punto  por eso, ya que fue la única persona dentro de mi familia, que me acepto y jamas me vio diferente por mis gustos. Sinceramente el para mi siempre lo fue todo.

𝐋𝐀 𝐇𝐈𝐉𝐀 𝐃𝐄 𝐈𝐑𝐄𝐍𝐄 |𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora