Un día esta trabajando de lo mejor en un barco pesquero y al otro, se encuentra solo en medio de una playa desierta.
Su suerte no podía mejorar.
Hal cierra los ojos rememorando la situación que lo trajo hasta este punto.
Últimamente se le hizo muy difícil el conseguir trabajo, por eso cuando su amigo Tom le hablo de un posible trabajo para él no dudo en aceptar, esas cuentas no se iban a pagar solas.
A sus veinticinco años a tenido muchos tipos de empleo, unos más difíciles que otros, por eso estaba acostumbrado al trabajo pesado.
En la mañana fue al lugar que le indico su amigo, fue con unos vaqueros azules y su chaqueta de color marron, al igual que sus botas.
A medida que se acercaba al muelle sentía el caracteristico olor a pescado.
Siguió caminando hasta encontrar el barco correcto, había un hombre algo mayor en la cubierta, el hombre hablo antes de que él lo hiciera.— ¿Vienes por el empleo, muchacho?
—¿Capitan Swan?
— Ese soy yo, no te quedes ahí parado, sube.
Subió a la embarcación, el capitan Swan no era un hombre con mucha paciencia.
Le hizo un par de preguntas, le dijo que dejara su número y lo mando a casa.Afortunadamente fue llamado esa misma noche, Hal celebro despues de colgar la llamada ¡le dieron el empleo!
Tres días después se encontraban zarpando al mar, la tripulación del barco lo recibió como uno de ellos, a su manera.
Todos eran mayores que él y eran buenos en su trabajo, llevaban años en trabajando en la embarcación.Una noche, mientras cenaban a uno de sus compañeros se le dio por contar una historia.
Era el mítico cuento de las sirenas.
— Mi abuelo vio una cuando tenía tu edad —dijo apuntandolo con su cuchara.
— Aquí vamos, otra vez —dijo otro.
— ¡Estoy diciendo la verdad! —gruño, para después cambiar su semblante a uno más serio —Mi abuelo me conto que cuando la vio quedo paralizado, y no fue por alguna clase de magia o algo asi.
Atrapado por el relato, Hal presto atención.
— Fue porque esa sirena era muy pequeña, parecía una niña. Despues de salir de la impresión, mi abuelo trato de llamar a sus compañeros para que le ayudaran a subirla al barco, él creyo firmemente que era una niña.
Estuvo apunto de arrojarse al mar pero un compañero lo detuvo. Mi abuelo no entendió las acciones de su compañero, hasta que él le dijo que no. Y le grito a sus otros compañeros. Todos la vieron y élla a ellos —hizo una pausa— Tenian miedo y arrastraron a mi abuelo hasta los camarotes y ahi se quedaron todos hasta la mañana siguiente...La historia fue interesante, le hubiera gustado saber más pero un trueno interrumpio el relato. Lo último que recuerda es caer por lo borda, apartir todo es demasiado confuso.
Acostado en la arena, Hal piensa que tuvo suerte.
— Al menos no estoy muerto —murmura a la nada.
Con sed, mojado y un poco mareado, pero vivo.
Un ruido llamo su atención. Rápidamente abre los ojos, se endereza hasta quedar sentado y trata de enfocar de donde proviene.
¡Tal vez sea uno de sus compañeros!
No lo es...
Sus ojos cafe chocan con los ojos más azules que haya visto jamás, demasiado perfectos, demasiado atrayentes.
Esos hermoso vienen acompañados por un rostro palido y de expresión sería que sólo hace que quiera molestarlo hasta conseguir alguna clase de reacción.Un chapoteo lo saca de esa burbuja de pensamientos, fue como si despertara de un sueño.
Aun se encuentra sentado, eso es bueno, porque no cree haber podido mantenerse en pie despues de que vio el panorama completo.Ahí, en medio del agua se encuentra un hombre sosteniendo a un niño más pequeño que parecia querer llegar a él.
Y eso no sería tan malo si el niño en cuestión no tuviera una clase de "cosa" en vez de piernas.
Oh, aquel hombre tampoco tiene piernas.
Su corazón late demasiado rápido. Hal siente que esta a nada de colapsar, su cuerpo decidió dejarlo inconsciente.
Antes de desmayarse se reprende por enfocarse más en el rostro de esa criatura y no ver que claramente no tenía piernas humanas.

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BLACK AND GREEN
Fiksi Penggemar» Conjunto de One-Shots dedicados a la pareja BatLantern.