Calor

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—¡Achu!

—Salud.

Ambos hombres se encontraban caminando por una calle desierta, bueno, no tan desierta. Habian muchos arboles y un cuervo que sobrevolava el cielo, segun Hal, ese pajarraco se comeria el resto de sus cuerpos.

—¿Falta mucho?

Caminar no seria tan malo si no fuera porqué hace un frío que quema y para rematar el auto de Bruce se descompuso, no tenian señal en los celulares y tenian que caminar hasta una cafeteria para llamar a la grúa.

Eso es tener mala suerte.

—Un poco.

—¿Cuánto es un poco?—Pregunto frotando sus manos frias contra su bufanda.

Bruce se puso a balbucear acomodandose de paso su abrigo negro.

—Wayne—Hal advirtió.

—Cuatro kilómetros—Dijo esperando el estallido de su acompañante.

Corrección, tienen muy mala suerte.

—¡Me lleva el diablo!—Grito quedando con la boca abierta, como si se conteniera para no decir demás, al final dio un gran suspiro—Vamos a descansar un momento, estoy cansado y tu también.

Se salen del camino en silencio y se sientan uno al lado del otro debajo de un arbol.

El cielo estaba nublado, no se veía ni un solo rayo de sol, todo estaba cubierto por las nubes.

En pocos días empezara a nevar.
Hará más frío.

Hal siente sus ojos pesados, el cansancio y el frio hacen mella en él.
Deja caer su cabeza en el hombro de Bruce cerrando los ojos.

Cuando los vuelve a abrir ve a Bruce mirando fijamente su celular.

—Perdimos la reservacion del restaurante, son más de las doce—Dijo sin despegar la mirada de la pantalla.

—Tú preocupado por eso y yo aquí pensando que en cualquier momento un loco con una sierra saldra del bosque a cortarnos en trocitos—Trato de bromear para animarlo.

—Estas molesto.

—¿Qué? No lo estoy, no es tu culpa. Son cosas que pasan.

—... No has dicho mi nombre desde que empezamos a caminar.

—¿No lo dije?—Dijo sorprendido, no lo habia notado.

—No lo hiciste.

—Puedo ser muy despistado aveces—dijo apegandose más al cuerpo a su lado mientras Bruce le pasaba un brazo por los hombros- Tal vez si estaba enojado, pero no contigo. Si no con el maldito universo por arruinar esta cita, la verdad es que dormi poco, por no decir casi nada, estaba...

—¿Asustado?

—Pff, eso nunca. No es la primera vez que salgo con alguien. Solo dire que estaba algo nervioso.

Yo tambien lo estaba.

—Todo un día preparandome mentalmente para esta cita y mira como termina.

Dímelo a mí, entre encontrar un buen lugar, tomar el valor para invitarte de una vez por todas y elegir los temas de conversación, practicamente me tomo una semana planear esta cita.

—Si, que loco—Contesto Bruce.

-Ah, pero esto no se va a quedar así-dijo mirandolo fijamente, se para de su lugar y le extiende la mano— Bruce, si mañana ninguno despierta con un resfriado nivel dios saldras conmigo. ¿Aceptas?

Bruce siente frio, ya extraña el calor del cuerpo ajeno. Observa la mano extendida desde su lugar, sin pensarlo la toma y vuelve a sentir ese calor apesar de que la mano de Hal se siente algo fría.

¿A quién se le ocurriria que despues de esta cita fallida era buena idea volver a salir con Hal Jordan?

Y que se diga la verdad, a él.

—Acepto—Toma ambas manos de Hal entre las suyas.

—Tranquilo, no te pedí que te casaras conmigo—Dijo riendo.

Cierto, porque sere yo quien te lo pida.

Bruce lleva una de sus manos a su bolsillo.
Hal lo nota y entra en panico.

¿¡Qué esta pasando, Dr. Garcia!?

—Bruce...

No me pedirá que me case con él ¿¡verdad!?

Su mente estaba apunto de entrar en corto circuito, sentío su rostro arder, su respiracion se corto cuando Bruce fue sacando su mano del bolsillo para mostrarle...

¿Guantes?

Con toda la tranquilidad del mundo Bruce le puso un guante en la mano izquierda, el otro par se lo puso en su propia mano derecha y las manos que se encontraban expuestas al frío las entrelazo para llevárselas al bolsillo de su propio abrigo.

Sin mas empezaron a caminar, Hal tratando de controlar su acelerado corazón por creer en una casi propuesta de matrimonio y Bruce ocultando su sonrisa de lado detras de su bufanda al percatarse de los pensamientos de su cita.

—Tenías estos guantes y no dijiste nada—Reclamo.

—Olvide que los traia conmigo.

—Si no tuviera las manos casi congeladas te golpearia—Era por eso y porque no queria dejar de sentir el calor de la mano de Bruce.

BLACK AND GREENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora