L'amour de mondes diffrents (Pausada hasta nuevo aviso)

1.- El comienzo de todo.

O-Agradecimientos infinitos a @AkaFuriLu por la portada 

o-Actualizaciones lentiiisimas-

o-Posiblemente porno, no aún pero más adelante...


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Como si de un milagro se tratara Saiki Kusuo pudo lograr ser novio de Satou Hiroshi, después de creer muchas veces que no lo conseguirá, que se iría con Hii-chan o que simplemente no le atraerían los hombres logro su cometido. Sus más cercanos lo felicitaron, a excepción de Teruhashi quien en apariencia tranquila deseándole lo mejor, estaba furibunda con saber ello.

¿Porque tenía que ser homosexual justo el chico que no dice Ofu por mí? No es justo, aunque tiene algo de sentido, pero maldita sea, se suponía que todo el hombre que quisiera debería caer ante mí. Esto es muy humillante.

Kusuo podía leer perfectamente sus pensamientos, incluso que ella pensó en llorar falsamente como había hecho para que golpearan al hermano del pelirrosa, en una forma de castigarlo por haberla humillado de esta manera. Que los golpearan como venganza.

Era la primera vez que sintió verdadero asco por esta persona, menos mal que nunca posó sus ojos en ella.
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De alguna manera y aunque trató de varias maneras de ocultarlo, Satou termino descubriendo que Saiki tenia poderes. Podía ser normal, pero no era estúpido, era demasiado obvio que este siempre supiera lo que le gustara o a donde quisiera ir. Lo cual le pidió una petición si es que quería estar con él: Que usara al mínimo sus poderes porque era incomodo que le leyera la mente o lo que hacía. Lo cual Saiki se disculpó, era algo que no podía controlar. Es decir, sus poderes crecían, pero no al grado aún de saber manejarlos como quisiera.

Kusuo llevado por querer llevar aquella vida normal con su novio normal, recurrió a quien podría servirle en ello: Su hermano Kūsuke.

El rubio y jovial hermano de Kusuo mostro interés por saber porque quería tanto su hermanito que sus poderes o su super fuerza afectaran a quien era un simple mono a sus ojos. Después de todo Kūsuke no creía necesario que su hermanito tuviera relación con alguien. Menos si no era para tener una poderosa descendencia y así salvar el mundo con sus extraordinarias habilidades de sus sobrinitos.

Si embargo le construyo una especie de brazalete que Kusuo solo debía de usar cuando no quisiera usar sus poderes y su fuerza excesiva momentáneamente, aunque estos volverían pasados unas horas si es que no mojaba alguna vez ese brazalete en cierto periodo de tiempo.

―No lo entiendo hermanito ¿Por qué insistes tanto en permanecer con un chico así? La genética nos demuestra que la atracción es solo una manera de llegar a una manera de dominancia o de querer aparearse y como tu pareja no es hembra solo quieres demostrar lo superior que eres.

No entiendes nada. Yo en verdad amo a Satou Hiroshi, nada de lo que dices tiene sentido.

―Te puedo demostrar que eso que llamas amor, no es verdad. Solo te atrae solo porque es alguien corriente.

No necesito que me demuestres una mierda. Entiéndelo, no todo es como crees tú que es. Trató de calmarse porque después de todo su hermano le había ayudado. Escúchame, de verdad para mi esto es muy importante y no quisiera que arruinaras las cosas por favor. Te agradezco la ayuda.

Se teletransportó rápidamente antes de que su hermano se le ocurriera competir o experimentar alguna cosa con él.

Sin embargo, Kūsuke como un niño mimado no estaba satisfecho con las respuestas recibidas. Típico del científico que era después de todo. Quería respuestas a sus incógnitas y las tendría.

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Los días pasaron...

En otro lugar en un elegante restaurant en Kyoto un castaño tenía las mejillas como remolacha.

―Sei, te dije que esto no era necesario. ―Come apenas un bocado muy apenado, no se sentía digno de estar en un lugar así.

―Lo es, debemos premiarte por haber conseguido el puesto de capitán de Seirin, tengo que decir que te queda muy bien el uniforme. ―Akashi lo miraba de manera amorosa e intensa, con esa mirada que a Furihata le encantaba, pero que en un principio le atemorizó tanto.

―Yo me sentiría más cómodo en un lugar mas sencillo Sei o estando solos. ―Dice de manera sincera y tímida.

Su pareja sonrió con verdadero afecto, porque le parecía tan tierno que dijera esas cosas, cualquier otro de los que ha conocido podría decir algo similar, pero no de manera sincera como lo hacia su novio Furihata. Amaba su sencillez, sus hermosos ojos, sus lindas mejillas.

―Ya estaremos solos, no te preocupes. ―Le guiño el ojo de manera coqueta, haciendo que Furi entendiera y que se animara a comer, pues en verdad la mejor parte siempre era cuando ya estaban solos.

Furihata no podía creer que la comida de los ricos supiera tan bien, pero al mismo tiempo temía gustarle demasiado ese tipo de comida, no quería parecer un niño caprichoso acostumbrado a los lujos. Comió todo tratando de imitar la manera de comer de Seijūrō, aunque simplemente no podía, ambos eran de mundos tan diferentes.

Cuando la cena (tortura para Kōki) terminó caminaron de la mano sin prisas por la ciudad. Akashi se fijo en su pareja que parecía distraído.

― ¿Pasa algo malo Kōki?

―No es nada, solo me quede pensando...tal vez soy muy corriente para Akashi-san. Es tan genial y yo muy simple.

―Eres el chico más lindo del mundo, eso es lo que eres para mí. Kōki, no pienses nunca que eres corriente, ni reemplazable.

Se dieron un beso cariñoso abrazándose, aferrándose al otro.

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Saiki y Satou habían terminado de intimar recientemente y entre besos a Satou se le ocurrió preguntar algo.

―Kusuo-kun ¿Habrá algo de mí que no te guste de mí? Es que siento que te gusta todo de mi y no es que tenga algo especial. Muchas veces me han dicho corriente.

Eso es lo que me gusta de ti. Le respondió telepáticamente, pero recordando que no tenia poderes en ese momento habló. ―No creo que exista nada que me disguste de tu persona.

― ¿Seguro? Eso es raro, digo, pensé que te enojarías cuando te pedí que no usaras tus poderes conmigo.

Saiki simplemente lo miro con esas típicas miradas fascinadas que ponía cada vez que Satou hacia algo normal.

―Es entendible que quieras ello, yo también prefiero estar así, sin usar mis poderes contigo.

― ¿Seguro? ¿Seguro no te es más cómodo hablarle a mi cabeza que con tus labios? ―Se acercó mirándolo fijamente a los ojos fijándose si este era sincero con él.

―La verdad, aunque estoy acostumbrado, está bien así.

―No sé, siento que te voy a aburrir con mis cosas, soy tan corriente.

Saiki niega enérgicamente.

―Siempre me gustaste por ello. Eres tan corriente que por ello no podía dejar de mirarte. Eres tan común.

Sin embargo esa respuesta no le gusto a Satou.

―Cualquiera podría tomar mi lugar entonces. ―Lo miro serio.

―Claro que no.

― ¡Sabes que sí! ¡Yo solo te gusto por ser lo que tu querías ser! ¡Podría ser cualquier persona! No me amas, simplemente quieres ser normal. ―Satou se vistió enfadado tratando de ser detenido por Saiki, pero la mirada que le dedico este le hizo desistir de momento. ―Mejor terminemos esto ¿Quieres? No vuelvas a buscarme.

¡Incluso para terminar conmigo es tan promedio! No pudo evitar pensar en que incluso eso le gustaba a Saiki, pero luego razonó yendo detrás de Satou quien ya había salido por la puerta.

― ¡Escúchame Hiroshi, estas malentendiendo todo!

Justó en ese momento un resplandor se asomó en el cielo, Kusuo trato de proteger a su novio a pesar de que aún tenía puesto su brazalete anti poderes. Algo había cambiado, nadie sabia exactamente que porque todo se veía exactamente igual. A excepción de una persona.

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Segundos antes Kūsuke apretó un botón de su nuevo invento con una amplia sonrisa.

―Lo que no sabias querido hermanito es que tu brazalete tiene un dispositivo que me permite saber cuando lo estas usando y en donde estas en ese momento. ―Sonrió de manera como si hiciera una travesura de niño― Lo siento, pero no me voy a quedar con las dudas. Que comience el juego.

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Akashi también había protegido a su pareja en ese momento de la extraña luz en el cielo.

―Creo que debemos entrar Kōki, esto me da un mal presentimiento.

―¿Quién es Kōki?

Alzo las cejas, al mirar a quien creyó su novio estaba un chico que en su vida había visto de ojos pardos y cabello oscuro.