III

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El equipo de Seigaku salía de las duchas caminando hacia el Hotel después de una larga práctica esa tarde.
- Ahora sí que tengo muchísima hambre –dijo Momoshiro sintiendo su estómago rugir-. Vamos a comer una de esas hamburguesas del otro día.
- Me parece bien –Ryoma tenía un buen humor para variar.
- A mí también me gustaron mucho, ¿Vienes Kaoru? –Le pregunto Eiji al chico alado que se alejaba de ellos.
- Luego quizás, debo buscar a Inui.
- Eh, no irá a seguir entrenando… ¿Ustedes creen?
- Esta serpiente se está exigiendo bastante –Miró extrañado Momoshiro mientras vio la pañoleta verde perdiéndose entre unos árboles.

Terminaron solos los tres entrando al vestíbulo del Hotel mientras dos chicas salían, una con una bolsa en la mano aparentemente con comida, la otra reía mientras sujetaba su bolso y una bebida al mismo lado y fijó su mirada en el trio al pasar.
- Esa chica te mira Eiji –Le dijo Ryoma viendo a la chica desconcertada.
- ¿A si? –Eiji giró hacia la chica de largo cabello y se percató que esta le sonreía-. ¡Eh! ¡Yuki-ka! –Extendió sus brazos emocionado a pesar de que ella estaba a solo unos metros de él. Y se ruborizó extrañada mente.
- ¿E…Eiji? –Miró a su amiga con una mueca de vergüenza-. Ya nadie me dice así Eiji.
- Lo siento – se disculpó riéndose aún emocionado-. Hace muchísimo tiempo que no nos veíamos.
- ¿Quién es Eiji? –Preguntó Momoshiro acercándose al nuevo trio.
- Es una gran amiga mía –Miró a Momoshiro y Ryoma sonriéndoles-. Su nombre es Yukita Tanaka.
- Este… Kikumaru hace más de 5 años que no nos…
- Juagábamos todo el tiempo –La interrumpió-. Fuimos vecinos de pequeños.
- Te… tenemos que irnos –bajaba la mirada.
- Apuesto que aún te gusta la bebida de naranja –Eiji no la escuchaba.
- Te digo que tenem… -Se detuvo-. ¿Cómo es que recuerdas eso? –La chica lo miró a los ojos.
- Claro que lo recuerdo, eras muy quisquillosa, ¿Por qué me dices Kikumaru? Apenas me viste te oí decirme Eiji.
- Yo… -Se logró poner muy nerviosa cuando Eiji se le acercó lo suficiente como para que se le enrojecieran las orejas. Quedó tan cerca y se estiró hacia su brazo y mano donde sostenía la gaseosa.

- Sabía que era de naranja –Rio Eiji mientras se saboreaba y volteó hacia sus amigos-. También quiero una.
- Si ya no aguanto el hambre –Le respondió Momoshiro mientras sonrió a las chicas agitando una mano, y Ryoma dio señas de despedirse.
- ¡Espero verte de nuevo!, no te vayas sin antes decirme… ¡adiós Tanaka! –Gritó Eiji mientras seguía a Momoshiro y Ryoma, y la chica ruborizada lo observaba marcharse mientras su compañera le tiraba el brazo para seguir su camino.

Siguieron caminando hasta llegar y sentarse en el restaurant que residía el Hotel.
- Asique eran vecinos.
- Sí, y muy buenos amigos.
- Era una chica muy linda deberías presentármela –Dijo Momoshiro con tono pícaro.
- mmm… –Eiji se vio algo dudoso y pensativo-. Bueno sí, creo que es linda. ¿Qué crees tú pequeñín?
- Creo que era muy delgada, estaba en los huesos –respondió Ryoma mientras miraba si se acercaban a atenderlos.
- Bueno yo creo que estaba muy bien –Dijo Eiji.
- Buenas tardes, ¿Desean ver el menú de comida rápida?
- Si por favor… y rápido –Se esmeró Momoshiro.
- Lo traeré lo más rápido que pueda.
- Calma Momo –Ryoma sintió un momento incomodo pero no dijo nada, no era normal hablar cosas que no tuvieran que ver con el tenis.
- Me eh dado cuenta que hay bastantes chicas lindas en el complejo… ¿Estarán de vacaciones o entrenarán aquí? –Pregunto Momoshiro ilusionado.
- ¿En pleno otoño sin familiares?, no lo creo, puede que el complejo admita más un campeonato a la vez, es bastante grande –Ryoma no se había percatado, pero Momoshiro tenía razón.

Ryoma tuvo el Martes siguiente otro partido, le toco con un chico un año mayor que él y lo venció en tres sets, era muy bueno pero no tanto como Simon. Momoshiro y Kaoru ganaron el día anterior, y al finalizar la semana la mala noticia fue que Inui había sido derrotado por el capitán de la escuela japonés del sur, el instituto Sotomori de educación media, tenían un equipo de tenis de más de 80 alumnos, de los cuales más de la mitad ingresó al campeonato quedando ahora alrededor de 27 jugadores, el mejor de ellos, su capitán, derrotó en dos sets a Inui demostrando una gran ventaja, debía tener alguna debilidad, ninguna que Inui pudiese percatar al parecer.

Historia IneditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora