𓄵ㅤ✦ㅤ𝗙𝗢𝗨𝗥𝗧𝝣𝝣𝗡 𝗬𝝣𝝙𝗥𝗦ㅤ. . .

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Jaemin seguía siendo un zorro travieso y juguetón.

Donghyuck seguía siendo un gato astuto, juguetón y revoltoso.

A pesar de que los dos ya debían de haber madurado un poquito, seguían jugando como unos niños.

Era algo que a todo el mundo enternecía.

Pero los metían en muchos problemas.

Encima de los árboles de la calle, casi en la copa, los dos chicos correteaban persiguiéndose el uno al otro.

A veces ganaba Jaemin, otras Donghyuck.

Los dos eran buenos.

Pero, a veces también muy torpes.

Donghyuck resbaló en uno de los saltos y Jaemin estaba demasiado lejos para poder ayudarlo.

El menor estaba a punto de hacer acopio de sus habilidades como un gato pero antes de llegar al suelo unos fuertes brazos rodearon su esbelta figura.

Un olor a alfa se extendió por cada poro de su cuerpo e inconscientemente se sonrojó.

Abrió los ojos y se encontró con aquel chico.

El canino que había conocido a los ocho años y que varias veces veía por los pasillos de la escuela.

Hasta que un día dejó de verlo porque el mayor había cambiado de recinto debido a su edad.

El pequeño gatito se había quedado de piedra, paralizado por la sorpresa y no pudo articular ni una sola palabra.

— ¿Estás bien, gatito? —preguntó con una sonrisa el canino, dejando todavía más estático al pobre de Donghyuck.

¿Qué era aquella sensación de cosquilleo?

¿Quién era ese chico que lo dejaba mudo?

¿Por qué su corazón latía con tanta fuerza y sus mejillas y orejas aumentaban su color rojo con cada segundo que pasaba?

— Oye, ¿seguro que estás bien? —volvió a preguntar soltando una pequeña risita para luego sonreír, dejó con suavidad al pequeño gatito en el suelo. — ¿Te has lastimado? —el mayor apartó el mechón que tapaba la cara de Donghyuck y su sonrisa aumentó. — Lindo, lindo gatito.

El menor hizo un puchero con los labios haciendo reír al mayor nuevamente.

— Estoy bien... Gracias. — murmuró Donghyuck, esbozando una casi imperceptible sonrisa.

— Me alegra, Lee Donghyuck.

Antes de que Donghyuck pudiera siquiera preguntar cómo es que ese chico sabía su nombre, el canino le guiñó un ojo y se marchó corriendo.

El gatito se quedó mirándole a lo lejos soltando un suspiro.

— Vaya, vaya, Donghyuckie.

Una risita burlona de Jaemin provocó de nuevo el sonrojo de Donghyuck.

— No es lo que piensas.

— Tu olor se ha intensificado. No puedes engañarme.

— Cállate, yo...

— ¿Sigues con nuestra promesa de hace dos años?

Donghyuck no dijo nada, estaba avergonzado.

— Donghyuck, estás enamorado. Y no es de mí.

— No... ¡Yo–!

— Hyuck... Estoy enamorado. Y no es de ti.

Jaemin y Donghyuck eran almas gemelas.

Estaban enamorados.

Pero no el uno del otro.

⌗ㅤ𝗗𝗢𝗚 𝝙𝗡𝗗 𝗖𝝙𝗧ㅤ७ㅤmαrkhyuckㅤっDonde viven las historias. Descúbrelo ahora