Capítulo 2 (Parte 1)

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Tras días de investigación y de noches en vela, hoy me he levantado con un dolor de cabeza horrible, he mirado el reloj y son las 11 de la mañana

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Tras días de investigación y de noches en vela, hoy me he levantado con un dolor de cabeza horrible, he mirado el reloj y son las 11 de la mañana. A pesar de pasarme horas y horas investigando no he podido sacar nada, no sabía por dónde empezar a buscar, estaba empezando a desesperarme. Después de maldecir mil veces al mundo, me dispongo a bajar las escaleras y a dirigirme hacia la cocina. Allí está Lyris, con un delantal rojo y blanco poniendo en el plato dos esponjosas tortitas. Cuando me ve ahí parada en la puerta recién levantada Lyris no puede aguantar la risa y al escucharla reír salgo de mi trance y me dirijo a la mesa.

-Espero haber acertado con el desayuno - Me dice sin perder esa sonrisa que tanto la caracteriza.

-Seguro que sí, se te dan bien estas cosas, es lo tuyo. -Digo escuetamente, sin muchas ganas de conversar.

-Pues aquí las tienes - Me dice mientras me deja encima de la mesa las tortitas - Puedes echarte todo el caramelo que quieras, aprovecha ahora que no están Kyros y Kayril, porque si no, no probarías ni un poquito. - Al acabar de decir esto se empieza a reír. Eso pretende ser una broma, pero es demasiado temprano para fingir, así que me limité a asentir y a coger el caramelo antes de empezar a comer.

-¿Y qué es lo tuyo? -Dijo Lyris de repente, parecía tranquila. Por primera vez pude descifrar algo de ella. Ella estaba fingiendo ahora mismo, la cuestión era ¿por qué lo hacía?

-¿Eh? -Pregunté confundida, realmente ahora no sabía a qué se estaba refiriendo.

-Antes dijiste que estas cosas de cocinar eran lo mío, que se me daban bien. Ahora yo te pregunto, ¿qué es lo tuyo, Jade? -Preguntó con un poco más de tensión en la voz de la que me hubiera gustado escuchar a aquella hora de mañana.

Y ahí estaba. Esa es la razón de su fingida tranquilidad y amabilidad. Ella quiere saber. Y yo por supuesto no le diría, no es asunto suyo, y si se pone más intensa de lo que pueda soportar le presentaré a mi amiga Ascalon. Pienso en mi perfil bajo antes de contestar.

-Nada supongo, meterme en problemas es lo mío. Al menos tengo la certeza de que no tengo por qué salir de ellos totalmente sola. Gran parte de mi vida la pasé sola ¿sabes? Luego cuando todo parecía estar bien, de repente dejó de estarlo. Me metí en problemas de nuevo y aquí estoy. - Técnicamente, no todo lo que le había dicho eran mentiras, parte de esa historia es cierta, solo que se la conté a muy grandes rasgos. Opto por apelar a su culpabilidad, no creo que sea mala, pero sí creo que oculta algo a toda costa. Por eso mismo trato de tocar su fibra con la típica historia de soledad y pena. -Por eso no quiero quedarme demasiado, no quiero salpicaros con mi mala suerte.

Ella simplemente asiente y no volvió a decir nada más, supongo que habré conseguido que se sienta culpable por preguntar tanto. La verdad es que no voy a contarle nada más de mi vida, así que mejor que no pregunte más, esto de decir tantas mentiras se me da fatal, en el cielo no estamos acostumbrados a mentir. Con tanta mentira acabaré liando todo, será mejor que investigue rápido para irme cuanto antes de aquí.

AMARE ET SACRIFICIUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora