Me despierto y veo que estoy en el sofá del salón, no recuerdo nada después de salir corriendo del bosque, ni tampoco sé cómo he llegado hasta aquí. Al intentar incorporarme, un dolor terrible se apodera de mí y no puedo evitar maldecir en alto, justo entonces me doy cuenta de que no estoy sola, Kayril está aquí mirando por la ventana. Al oírme se asusta y viene rápidamente hacia mí.
-¡Joder, como duele! – mi cabeza duele muchísimo y la rodilla izquierda sigue sangrando.
-Jade, no deberías hacer movimientos bruscos, has debido tener una caída muy fuerte – El chico me acaba de afirmar lo que yo intuía. Me había caído y lo más probable es que me haya quedado inconsciente.
-¿Cómo narices he llegado aquí? Y ¿Dónde está Kyros? - Hago caso omiso a lo que Kayril me ha dicho y trato de incorporarme, pero al intentar ponerme de pie, me caigo.
-Te he dicho que no te muevas, tu rodilla todavía no está curada. Te debiste de tropezar con algo y quedaste inconsciente, mi padre te encontró y te trajo hasta aquí. Me ha dicho que me quedase hasta que te despertases, él está a llevar a mi primo a casa, pero no tardará en llegar. – Me dice tratando de ayudarme a levantarme del suelo.
-Tengo que hablar con él cuanto antes. Kayril, os vi. ¡Érais una de esas cosas!, necesito que alguien me diga qué está pasando, y ya podéis tener una buena respuesta, porque si no, cogeré mis maletas y me iré de aquí. – Apunto entonces hacia la puerta, y cómo si me hubiese leído la mente, Kyros aparece por ella.
En cuanto llega, él mismo es el que se acerca hacia nosotros. Ahora estamos solos, ellos dos y yo, sigo sentada en el sofá, sin poder moverme por culpa de ese ser que me tiró al suelo e hizo que mi rodilla sangrase a mares, y ellos ahora están sentados en el otro delante de mí. Nadie habla hasta que Kyros rompe ese incómodo silencio.
-Jade, sé que te debemos una explicación y créeme que hay una. Te lo explicaré todo, pero para ello necesito que no digas nada hasta que termine. – Me mira esperando mi aprobación y yo asiento. –Vale, lo que viste en el bosque, sí era real, somos hombres lobo, es decir, mitad humano, mitad lobo. Somos criaturas sobrenaturales, pero estoy seguro de que tú no sabías nada de nosotros, al igual que estoy casi seguro de que eres un ángel. - ¿Cómo sabe que soy un ángel? Iba a hablar cuando recordé las palabras anteriores de Kyros. – Sé que te preguntas cómo se yo que eres un ángel, es más, cómo se yo que eres un ángel caído. Eso tiene fácil respuesta, nosotros solemos acoger a los ángeles infiltrados que vienen aquí a Londres, no a todos, pero sí a la mayoría, después de un tiempo, ellos mismos consiguen su propia casa y se van. Los ángeles infiltrados saben de nuestra existencia, que no supieses lo que éramos, las heridas de tu espalda el día que te conocí y la espada que tenías hoy han acabado de aclararme que no eres una infiltrada. Los libros no tienen constancia de nosotros ni de ningún otro ser sobrenatural a excepción de los demonios, los únicos libros que hablan de nosotros los tienen los arcángeles bajo custodia y son enseñados a los infiltrados antes de bajar aquí para que puedan identificarnos. No tienes que preocuparte por nada, somos aliados y compañeros de los ángeles, si quieres podemos enseñarte todos los libros que tenemos donde se habla de nosotros y de los demás seres. Tanto yo como Kayril, Lyris, Erys y su hermano Calix pertenecemos a la misma manada. Los dos lobos que viste el otro día en el bosque eran ellos dos, que al parecer venían a buscar a Kayril y este se olvidó de comentarles que teníamos una invitada – Mira a Kayril y este habla.
-Sí, lo siento, tenía el teléfono cargando en la habitación y no me acordé de avisarlos...- Explica cabizbajo, ahora entiendo la bronca que le echaba Kyros a Kayril en la cocina el otro día.
-Ya puedes hablar Jade – Me dice Kyros, esperando a que yo diga algo.
-Si todo esto es verdad, entonces supongo que podréis enseñarme esos libros, ¿no? Y si sabes que soy un ángel caído, ¿por qué has decidido acogerme? – Le miro curiosa esperando una respuesta.
-Los libros puedes mirarlos cuando quieras, los tenemos guardados en el trastero. Kayril ahora bajará a por ellos para dártelos. - Le hace un gesto con la cabeza para que vaya a por ellos. –Y con respecto a lo segundo, no podía dejarte ahí en tu estado, y al ver que estabas devastada decidí acogerte a pesar de saber que si caíste a la tierra es porque cometiste algún pecado. Al pasar los días nos dimos cuenta de que no eras mala chica y decidimos dejar que te quedaras hasta que tú sola decidieras irte. Lyris intuyó algo, por eso te preguntaba tanto. Los hombres lobo tenemos un sexto sentido, podemos percibir cosas que los humanos no pueden, además de tener un olfato bastante prodigioso. Lo que todavía me sorprende es cómo ninguno pudimos detectar que estabas allí. – Terminó de explicar Kyros, y me doy cuenta de que esta es una gran oportunidad para conseguir el apoyo que necesito para llevar a cabo mi venganza contra el cielo.
-Pues supongo que gracias por eso, no me gusta hablar de lo que pasó, solo puedo decirte que no fue mi culpa, pero nadie cree a un ángel cuando se enfrenta a un arcángel. Y respecto a lo de que no podáis olerme creo que se debe a mi gran amiga Ascalon, además de ser un colgante precioso, es un colgante protector, siempre lo llevo conmigo y la espada que viste en el bosque era ella, puedo transformarla en varias cosas. –No me da tiempo a decir nada más. Kayril entra por la puerta con un montón de libros.
-Te subiré los libros a tu habitación, con la rodilla así como la tienes no creo que puedas subirlos todos. Vente conmigo y así te ayudo a subir y te cambio el vendaje de la rodilla. – Odio la amabilidad de Kayril, pero más me jode admitir que tiene razón, mi rodilla necesita ser curada de inmediato.
Le hago caso y como puedo con ayuda de Kyros y Kayril subo las escaleras hasta mi habitación. Kayril deja los libros sobre el escritorio y va a buscar el botiquín. Mientras me está cambiando el vendaje y curando la herida yo no paro de quejarme. Duele como si me estuvieran clavando a la mismísima Ascalon. Cuando Kayril termina me dice que me deja sola para que pueda mirar los libros, y que si tengo alguna duda le llame a él o a su padre por teléfono. Lyris ya está al tanto de todo y está al llegar con la cena. En cuanto este sale por la puerta, yo como puedo alcanzo a coger el primer libro y me pongo a investigar. No han pasado ni veinte minutos cuando Kayril ya está de nuevo en mi puerta avisando de que la cena ya estaba lista. Apenas he podido mirar nada, solo sé que lo de los hombres lobo es cierto, existen, eso está claro, al parecer son muy amigos de los ángeles, puesto que los lobos son sus seres protectores. Por una parte, me gusta leer esto, pero por otra no, al ser los lobos aliados de los ángeles no sé cómo haré para convencerlos de que estén de mi parte y por otro lado, si los lobos son protectores de los ángeles, nadie podrá hacerme nada ahora. Después de esta gran reflexión salgo del cuarto agarrándome a dónde puedo, no sin antes echar un vistazo en el espejo y retocarme el pelo. Al parecer me han dejado la cena en la puerta con una carta en la que pone que es mejor que descanse y que ya mañana hablaríamos y resolveríamos todo. Así que agradezco en voz baja este gesto y me vuelvo a meter en la habitación con la bandeja de cena que ha preparado Lyris. Hoy tocan Fish & Chips. Nunca los había probado, pero desde que lo hice supe que sería mi comida favorita de Londres. Después de comerme todo el plato, volví a coger el libro. Antes de ponerme a leer, decidí ambientar un poco la noche con música de Coldplay. Con la canción "Viva la Vida" de fondo abrí el libro por donde iba y me dispuse a seguir leyendo hasta que mis ojos no pudieran más.
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Holaaa corazones!! Ya estamos de vuelta con una nueva parte del nuevo capítulo. Sentimos mucho haceros esperar, pero esperamos que os guste🤍✨¿Qué os está pareciendo todo lo que está pasando? ¿Creéis que Kyros y su familia traman algo o simplemente están diciendo la verdad? y ¿Jade conseguirá que ellos confíen en ella para ir contra el cielo?
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AMARE ET SACRIFICIUM
FantasiaAriael, convertida ahora en Jade Robinson, era general de las tropas angelicales, fue desterrada del cielo y sentenciada a permanecer en el reino del hombre por la eternidad debido a sus pecados. Ahora Jade es una chica complicada, llena de odio y g...