Capitulo 7

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Llegué a la biblioteca en un cuarto de hora, abrí la puerta con solemne lentitud, los rostros de los chicos dentro parecían iguales.

Vi sus caras con la esperanza de encontrarme las suyas.

Como si lo recordara.

Cerré mis ojos.

Tetshuiro era alto, tenía el pelo oscuro y quizás sus ojos también eran oscuros.

Abrí los ojos de nuevo, esa información no fue suficiente para reconstruir su rostro.

Suspiré resignado a la idea de que no lo hubiera reconocido de inmediato, y él permanece allí, esperando.

Sentí la inquietud en mi estómago, ¿por qué Tetsuhiro había hecho esto?  ¿Qué pensaba que estaba obteniendo?

¿Por qué a mí?

Probablemente tenía expectativas que lo habrían decepcionado, yo no era una persona como los demás, e incluso aquellos que estaban realmente, profundamente cerca de mi, no entendían mi verdadera esencia.

Entonces, ¿qué estaba esperando?

No era gay, no era absolutamente nada.

Quizás nunca volvería a sentir algo por nadie.

Entonces, ¿por qué yo estaba aquí?

Seguí mirando discretamente la puerta cuando escuché sonar el timbre, pero no era él.

Aunque no recordaba su rostro, sabía que no era él.

Me sentí estúpido de pie allí inmóvil y sin hacer nada, así que me concentré en los estantes detrás de mí y eché un vistazo a los títulos allí.

Las letras en las portadas de los libros se mezclaban con los miles pensamientos que daban vueltas en mi mente, estaba tan tenso como la cuerda de un violín.

¡Eso es suficiente!

Estaba demasiado tenso, rápidamente salí corriendo de la biblioteca y fui al jardín, me senté en un banco cerca de la entrada, miré directamente a la puerta, estaba tan inmerso en ese confuso relámpago de pensamientos que salté al escuchar una voz. .

-Qué saben los demás sobre quién eres tu.,,


Salté y me volví para mirarlo.


-¿Tetsuhiro?


Él sonrió.

-Cómo nos vamos a encontrar si nunca me recuerdas.


Luego miró hacia la estantería.


-Este jardín se parece a la sabana yo cáncer y tu león.

El cielo habla y nosotros enmudecemos, que perdemos el tiempo y no salvamos al mundo.

Eres la razón para quedarme y partir.

Arqueé una ceja.


- Sacaste esto del libro.


Hizo una expresión de falsa sorpresa.


- Entonces lo lees.

-Aunque no soy fanático de la poesía era imprescindible echarle un vistazo.


Sonrió de nuevo.


Tetsuhiro era alto, más alto que yo.

Era delgado y, como recordaba, tenía el pelo y los ojos negros.

Loco, loco, loco de amor por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora