Episodio #7

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NARRA ANÓNIMO 

Mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo, lo saco y miro de quién se trata para así contestar.

— ¿Entonces?

 Hecha la primer fase.

— Genial.

Y con eso finalizó la llamada.

Ahora me tocaba a mí, debía comenzar la segunda fase, cosa que involucraba sacrificar más de lo que creía, pero todo sea por llevar a cabo con excelencia el plan que nos dejó establecido nuestro  líder.

NARRA ASHLEY

Debo confesar que en el camino de la universidad a casa se me atravesaron un supermercado y un café, entonces claramente tuve que detenerme a comer y a comprar municiones.

Decidí llevarle comida también a Isabella, aunque probablemente no se la coma si le digo la cantidad de calorías que esta simple dona puede tener. 

Al llegar al departamento me encuentro con mi mejor amiga afuera de este, al verme sonríe con algo de malicia, no me deja estacionar por que se sube al auto en el asiento de copiloto y se abrocha el cinturón.

— ¿Íbamos a salir y no lo recuerdo nuevamente? —pregunté también abrochando el cinturón de seguridad que hace 2 minutos ya había desabrochado.

— Ajá, algo así. Vamos al centro comercial. —ella miró sus uñas con una mueca.

— ¿Y para qu...? —me interrumpió.

— Ya empiezas con las preguntas, tú solo conduce.

Levanté ambas manos en señal de rendición y empecé a manejar hacia el nuevo destino.

"Heart attack" de Demi Lovato suena en la radio del auto.

But you make me wanna act like a girl , paint my nails and wear high heels, yes you, make me so nervous that i just can't hold your hand. — empieza Isa.

You make me glow! but i cover up, won't let it show,  so i'm puttin my defenses up, cause i dont wanna fall in love, if i ever did that i think id have a heart attack. —cantamos ambas completamente desafinadas.

Y así seguimos cantando durante todo el camino hacia el centro comercial hasta que por fin llegamos.

— ¿Y entonces?

— Bueeno, venimos a comprar ropa.

— ¿Tú? ¿Traerme a mí a comprar ropa? Eso solo pasa en ocasiones especiales.

— Por eso mismo. —ella rió nerviosamente. —Tendremos una cita doble.

— ¡¿Una qué?! —la miré desconfiada. —¿ Y se puede saber con quién?

— Pues obvio yo con Sebas, y tú, la verdad no lo sé, solo quiero que me acompañes por que esto de verdad es importante para mí, Sebas llevará a su mejor amigo, y me encantaría que fueras conmigo por si algo sale mal. —habló rápidamente, lo cual solo significaba que estaba nerviosa.

— Ugh, conste que lo hago por que no quiero que me eches de casa. —voltee los ojos.

— No pasará boba, recuerda que también es tu departamento. —me abrazó sonriente.

Comenzamos a caminar tienda tras tienda hasta que una llamó la atención de Isabella, una tienda Gucci. La verdad, el dinero no nos dolía a ninguna de las dos, los padres de Isa fallecieron dejándole a ella su fortuna y ella al ser hija única, no debía preocuparse por compartirla. Y luego estoy yo, hija del exitoso emprendedor David White y la reconocida Caroline Sáenz, encargada de una grande y famosa compañía de modelaje. Mis padres no mantienen una relación muy estable que digamos, es inexplicable como a veces están en su burbuja de amor y a veces papá termina yendo a dormir a casa de la abuela, por ende, no mezclan sus trabajos en el ámbito familiar, y de vez en cuando recibo dinero por parte de ellos, les he dicho que ya no soy una niña, que dejen de preocuparse económicamente por mí, pero ambos insisten en ayudarme con la excusa de "hija, nos sobra dinero, y ¿Para qué lo necesitaríamos nosotros, dos adultos aburridos que no tienen nada productivo aparte de trabajo por hacer?" así que me podía dar algunos lujos de vez en cuándo.

Isa entró a la tienda y de la nada la perdí entre los pasillos. Justo al frente vi otra tienda, no leí su nombre porque lo que de allí llamó mi atención fue su interior. Comencé a dirigirme hacia allí y comencé a buscar algo decente, bonito y no muy provocativo. Comprar ropa nunca ha sido mi fuerte, así que en 10 minutos solo me gustó una blusa holgada color azul, pero era muy informal para la ocasión.

— ¿Me extrañaste? —doy un pequeño saltito sosteniendo dramáticamente mi pecho tras el sustito de Isabella.

— Me asustaste que es diferente. —continué buscando.

— ¿Viste algo que te gustara hasta ahora? Yo ya tengo mi outfit. —señaló una bolsa que cargaba en su mano izquierda.

— Hasta ahora tengo, déjame ver... Cero opciones.

— Ash, eres terrible para esto, lo imaginé. Ven, te ayudo.

Minutos después, Isa tenía tres vestidos en sus brazos. Uno era color crema algo corto, con algunas aberturas en la espalda, ese fue el primero que decidí probarme, pero al ver lo terriblemente corto que me quedaba, me resigne a salir del probador con ese.

— ¿Y? —habló Isabella desde el otro lado de la puerta.

— Vamos, parezco una prostituta soft. —ella me pasó el siguiente vestido, este era color negro, era simple y de tirantes. Al verme en el espejo con él me gustó un poco, así que decidí salir.

Al ver la mueca que mi mejor amiga puso, supe que algo no le agradaba.

— Diablos no, es muy simple, quiero que resaltes, eso te hace ver, aburrida. 

— Oh discúlpame. —tomé el último vestido.

— La tercera es la vencida. —sonrió ella mientras cerraba la puerta.

El tercer vestido era diferente a los anteriores, era un vestido color vino, largo y con algunas aperturas en la cintura y espalda. Por alguna razón, este vestido me gustó mucho más que el anterior, quizá por el largo de la falda. Al salir del probador, lo primero que observé fue como la boca de Isabella formaba una grande "O."

— Te ves... —empezó.

— ¡DIVINA! —la interrumpió una vendedora. —Oh por Diooos, chica, te ves genial.

Les dediqué una sonrisa a ambas y entré a quitarme la vestimenta, ese era el indicado.

♡ Amor acorralado ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora