Episodio #4

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— Ay por Dios, ¿Por qué eres tan dramática?

— ¡Casi me ocasionas un Infarto!

— No fue para tanto. — reí levemente.

— Sí, bueno. ¿Qué haces aquí?

— Vine a visitarte, hermanita linda.

— Ajá. — dijo sarcástica.

— Vine a averiguar unas cosas importantes, me voy en dos días, pero te quería preguntar si me darías cama por esta estancia.. Por la comida no te preocupes, compraré algo o... — fui interrumpida.

— Ashley, aquí siempre serás recibida. — finalizó.

— Muchas gracias hermanita.

— De nada. — agita su cabello egocéntricamente. — ¿Hoy vas a salir?

— Sí, ¿Sabes donde queda el servicio de telefonía pública SETELA? — Dije recordando lo que el señor de ayer mencionó.

— A dos cuadras, pero si necesitas un teléfono, yo te puedo prestar el mío y...

— Necesito visitar ese lugar, pero gracias.

— Bueno, si tú lo dices. Ve con cuidado, me llamas cualquier cosa.

Asentí y sin decir más, salí de la casa para ir a por ello.

Según Alisson, eran 2 cuadras, no era mucho para que mis debiluchas piernas caminaran. Al caminar las dos cuadras, comencé a buscar con la mirada un letrero, teléfonos o algo que me sirviera para ubicar el lugar. Luego de un rato buscando, vi un pequeño cartel sobre una ventana, el cartel decía: SETELA L.A, Y supuse que allí sería.

Entré a lo que era como un pequeño salón con muchos teléfonos, mientras mi mirada buscaba a una persona.

— ¿Hola? — dije algo nerviosa.

— Muy buenas tardes señorita. ¿En qué podemos ayudarle? — respondió aquel cordial señor, y supe que si era él al oír su voz y su acento británico.

— ¿Fue usted con quién hablé ayer por la línea en español de acá? — él se tomó el mentón pensativo.

— Solo hablé con dos chicas ayer por ese medio comunicativo... ¿Eres la que preguntó por Muffins de Canela? — negué con la cabeza e hice una mueca extrañada. — Ahhh, eres la que preguntó por Brya, ¿verdad?

Si con Brya se refería a la chica que me contactó, sí.

— Soy la chica que devolvió la llamada para preguntar por la chica que llamó desde ese teléfono minutos antes.

— Sí, ya sé quién eres. Mucho gusto, soy Marcos, pero puedes decirme Mark. ¿En qué puedo ayudarte, señorita...

— White, pero puede decirme Ashley. — el asintió con la cabeza. — Quisiera saber como puedo dar con esa chica, la tal Brya que mencionó.

— Bueno, vive tres casas después de mi apartamento, tal vez pueda enviarle un mensaje de tu parte.

— Me gustaría hablar personalmente con ella, es algo sumamente importante para mí.

— Jmm, tal vez podrías citarla por mí medio en algún lugar, o podrías irte conmigo, te digo dónde vive e intentas hablar con ella.

— Bueno, no la conozco muy bien, ¿sabes qué clase de persona es?

— Brya es algo extraña, algo gótica por así decírtelo, pero es simpática... Es más, me caíste bien, si quieres te acompaño y te ayudo a que puedas hablar con ella sin que piense que quieres matarla. — dijo eso último riendo.

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