Día 7: Missions

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Era tan fácil disfrutar de una tarde agradable sin el estresante sonido que producía el sistema al encargar una nueva misión. ¡Él completó la historia y llenó un montón de huecos argumentales! Esa tranquilidad la tenía merecida. Si pedían su opinión. Ya no más estar al borde de la salvación o destrucción por un paso en falso. No gracias. Estaba feliz con el desarrollo actual. Su única preocupación ahora sería ver cuántos bocadillos podía comer de los que Binghe le preparaba, intentar recordar recetas de las comidas de su mundo para que Binghe pudiera recrearlas, sobrevivir al pilar celestial (por que sí, eso era difícil), e intentar encontrar formas de decirle a Binghe por qué era una mala idea tener papapa en el Pico Bai Zhan y que su primera cita no fue en la Prisión de Agua del Palacio Huan Hua. Pero aparte de eso, su vida estaba llena de absoluta calma. Incluso las discusiones con otras sectas y los asuntos de Señores de Pico que debía atender no eran mucho.

¡No extrañaba para nada la molesta voz de Traductor de Google del sistema!

Pero las peores desgracias siempre lo persiguen. Ya casi ni recordaba a la existencia que lo llevó a circunstancias extremas y lo obligó a lanzar a su loto negro al Abismo sin Fin. ¡Que se joda! Estaba tan feliz sin volver a ver esos cuadros de misión. Si hubiera podido levantar el dedo medio en esa situación, lo hubiera hecho sin dudarlo. Pero había una imagen que mantener... Qué lástima. Tendría que ahogar sus gritos enojados en lo profundo de su mente.

[Nueva misión: El regreso a la casa de la novia]

¿Qué rayos? ¿Qué significaba eso? No, olvídenlo. No quiere saber. Siente que perderá más años de vida si se entera. ¿No se suponía que ya habían terminado con las misiones? Ni una más, ni una menos. Esa fue la promesa del sistema. Pero bueno, ya sabía que no era muy confiable que digamos. ¿Fue ingenuo pensar que ya habían terminado?

[Aceptar / Aceptar de mala gana]

¡Incluso las opciones eran igual de terribles! ¡No tenía voz ni voto en esos momentos! Preferiría fingir que no vio nada e ignorar el gran cuadro de notificación que brillaba en todo su esplendor. Y aunque pareciera buena idea, no lo era. ¿Por qué? Por qué el bendito sistema lo seguiría hostigando al mostrar una y otra vez la misma misión y, no contento con ello, haría que los cuadros de notificación aumentaran para que no pudiera ver por dónde caminaba. Ya le había pasado. Caer por la ladera de la montaña no es bonito, créanle.

¡Mínimo pedía la información de la misión! ¡Tenía una cuenta premium! Debería haber algo que pueda hacer con eso.

Otra notificación detuvo sus quejas internas.

[Vestidos de rojo, dos personas juran amor eterno. Los saludos ya fueron dados a los padres de uno. Ahora le toca al otro dar sus respectivos respetos]

¿Eh? Entendía más o menos por dónde iba aquello. Vestidos de rojo, dos personas juran amor eterno. Claro, se refería a una boda. Específicamente su boda con Binghe. Aunque en ese momento ninguno había vestido las prendas exactas para una ceremonia tradicional, todavía se entendía la relación. Los saludos ya fueron dados a los padres de uno. Sí, y el primer encuentro con Tianlang-Jun no es uno que quisiera recordar. Al menos ahora ambos demonios celestiales podían estar en una habitación sin que nada volara. También habían podido hablar un poco más sobre Su Xiyan luego de que se aclarara el malentendido del momento de nacimiento de Binghe. Tianlang-Jun había hecho una sepultura para su fallecida pareja y había plantado sus flores favoritas. Binghe y él dieron sus respetos en varias ocasiones. Ahora le toca al otro dar sus respectivos respetos. No estaba seguro de lo que haría el sistema. Si sabía que conllevaba, pero... ¿sería posible?

Shen Yuan no recordaba mucho de su anterior vida. Bueno, habían pasado años y años, además de los sucesos tan cercanos a la muerte que tuvo que pasar y que llenaron su mente de la sola misión de sobrevivir. Aunque aún existían algunas cosas que todavía persistían en su memoria. Sus padres eran buenas personas, demasiado centrados en su empresa, pero fueron muy cuidadosos con sus hermanos y con él, nunca les faltó nada. Sus hermanos eran personas muy confiables, eran talentosos y capaces. También los quería mucho.

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