Día 3: Fatality / Survival

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Luo Binghe no lo sabía. Por supuesto, no planeaba decírselo. No cuando disfrutaban de cada reunión con tanta felicidad. Decirle aquello sería amargo y difícil de digerir. Prefería pasar el tiempo y sentir su compañía por más tiempo. Por más que lo matara lentamente.

Luo Binghe no tenía que saberlo.

Él se había enterado solo cuando se revelo la herencia original de Binghe. Cuando sintió como su cuerpo rechazó la energía demoníaca que cultivaba y le causo espasmos al colisionar con su propia energía. Su cabeza parecía ser atravesada por miles de agujas, su pecho ardía de forma insoportable, lo quemaba por dentro. El dolor parecía aumentar conforme seguían encontrándose.

Entonces... ¿debería decirle? Tal vez pronto encuentre alguna pista que pueda ayudarlo. Debía existir algún registro de un caso similar y alguna forma de actuar. No creía que fuera la primera vez que alguien descendiente de un ser celestial se uniera con alguien de un clan demoníaco, ¿verdad? Tampoco le parecía justo que existiera tal daño entre ellos dos a diferencia de otras razas que podían caer felizmente en el amor sin miedo a alguna consecuencia con alguien diferente a ellos. Por alguna razón, solo la raza celestial y la raza demoníaca no podían estar juntas. Él tampoco sabía que eso era posible hasta que los síntomas de rechazo que tenían ambas formas de cultivo lo empezaron a dañar hasta el punto de causar que su propio cultivo empezara a desvanecerse y su cuerpo se deteriorara.

Luego descubrió más de su situación en algunos libros antiguos que tomó prestados de distintas sectas de cultivo ("tomó prestados" en medio de la noche y a escondidas, pero no podían culpar su desesperación. De hecho, planeaba devolverlos cuando terminara de leer todos, así que... ¿todo bien...?). En ese momento quiso reír sin encontrar la verdadera gracia de todo ello. ¿Castigo divino? ¿Solo por eso? Shen Yuan sabía que sus ancestros y primeros seres celestiales eran inflexibles, pedantes y los más dignos y correctos. Claro, la energía espiritual compartía los efectos de la energía celestial, al igual que la resentida con la demoníaca. Y al ser más controlable y menos perjudicial para la mayoría de las razas, por supuesto, sentirían aquella superioridad. Tampoco era que los que usaran la energía resentida y demoníaca fueran santos, pero Shen Yuan prefería seguir el criterio que tenía sobre como las acciones definen mejor si eres alguien bueno o no. ¿Qué importaba el método de cultivo o las diferencias de razas si no podías ser alguien decente? De hecho, el sello que tiene cada ser celestial para evitar juntarse con alguien de raza demoníaca probaba su punto. Aléjate de esos seres malvados, si no lo haces, muere . En otras palabras.

¿Cómo fue grabado en todo ser celestial? Él todavía no lo sabía. Puede que tampoco encuentre una respuesta a eso conociendo como eran los ancestros. Sería una pérdida de tiempo ir a verlos por una explicación. Tal vez lo asesinaran si sabían toda su situación, considerando que crearon un sello que hacía de tu vida una agonía.

Recuerda cuando conoció a Binghe. Lo salvó de una manada de lobos demoníacos y lo cuidó hasta que se recuperó. En ese entonces pensó que Luo Binghe era un cultivador humano. Luego de que despertara, él le agradeció su ayuda varias veces. Shen Yuan quería sonreír al notarlo muy nervioso y algo exaltado al hablar. Luego de ello tuvieron uno que otro encuentro y se volvieron más cercanos, lo que hizo que decidiera poner un hilo de su energía celestial para saber cómo se encontraba Binghe cuando se volvieran a separar. Se asustó demasiado después al descubrir que la ubicación de Luo Binghe meses después era el Abismo sin fin y fue directo al lugar al notar que su estado era terrible.

El Abismo sin fin era un lugar lleno de peligros por doquier. Se preguntaba como Luo Binghe había terminado ahí mientras se acercaba cada vez más. Al menos pudo ingresar por aquella grieta que separaba al mundo mortal y el demoníaco antes de que se cerrara. Y al finalmente ver como se encontraba su corazón se apretó por la preocupación.

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