Uno, dos, tres, cuaaatro~
-¿JungKook, cariño, puedes acabar de salir del baño? -el timbre tembloroso y reprimido de mi voz no sonó para nada bien.
-¡Qué no! -clamoreó desde el otro lado de la puerta.
¿Había dicho que iba a intentarlo?
Pues renuncio. Renuncio completamente a tener a ese... tipo metido en mi casa haciendo lo que se le viniera en ganas. Lo había intentado, me lo repetía una y otra vez: Hoseok tranquilo, él es gruñón, él es así por algo.
Pero para mí que él era así porque le salía de los malditos c*jones. Así de fea la frase. Él era un pesado.
Tenía que ir al trabajo, eran casi las siete de la mañana, me hacía falta afeitarme, lavarme los dientes y si era lo más posible darme una ducha. Pero no, Ju- ¡Kookie! se estaba dando un baño de espumas a las seis y cuarenta y cinco de la mañana. ¡¿A quién se le ocurre darse un baño de ese tipo a esta hora!?
Necesitaba irme urgente o llegaría tarde.
Apreté el puente de mi nariz volviendo a contar del uno al diez y pensando en comerme un helado de arándanos, o un hotcake con mermelada, o que se yo rico para que me calmara las ganas de formar una guerra donde definitivamente los puños estaban incluidos.
Y como tenía que resolver mis cuestiones antes de que cierta personita despreciable me sacara más de mis casillas fui a la habitación en busca de mi ropa interior y agarrándola con los dientes me propuse romper la propia puerta de mi baño para entrar. Agarré el pomo y girándolo la puerta se abrió.
Vaya estupidez de mi parte no haber revisado el cerrojo.
Como alma que carga al diablo JungKook me miró desde la bañera con los ojos asustados arrecostándose mucho más hasta que el agua rosara su barbilla escondiendo su desnudez.
Yo era gay, y orgulloso, así que el pudor no era ni menos un problema para mí. Dejando la ropa interior a un lado agarré mi polera del borde y tiré de ella hacia arriba para sacarla y con ello bajé mis shorts. JungKook chilló desde la bañera cubriendo sus ojos.
-¿¡Qué carajo haces!?
-Ojjjojo ¿¡No sabes lo que es denudarse Kookie!? Te la pasas así por la casa, no me digas.
-Estoy en la puta bañera delante de ti. ¿¡Qué te pasa!?
-Como no quieres salir pues yo entro -Y ya desnudo meto el pie dentro de la bañera y me acomodo en el minúsculo espacio.
Kookie para ser un híbrido no era precisamente la figura humana más baja o pequeña del mundo comparada con su reducido tamaño de mascota. Era incluso más ancho y robusto de hombros que yo, por lo que siendo yo un adulto ya formado y alto en comparación con los que me rodeaban, JungKook me superaba en musculatura y estatura.
Pero bien, este no era el caso. Decir que JungKook contiene más masa muscular que yo y que en definitiva estaba rebueno no era exactamente mi plan. Era imposible que me gustara este hombre amigos, era im- po-si-ble.
Es mi historia de amor yo tengo que ser el macho alfa y mi acompañante el Omega. ¡Y Cristo! Cada que trato -mínimamente- de pensar en una supuesta historia hiper cliché de amor entre Kookie y yo terminó infartándome porque me veo inocente y delgado a su lado. Definitivamente Jimin y yo si hacíamos buena pareja.
-HoSeok, sal de la bañera. Estás invadiendo mi espacio personal -JungKook hablaba ahogado con las manos aún sobre sus ojos, solo que esta vez miraba curioso entre sus dedos.
La sonrisa sarcástica era lo que mejor se me daba en ese momento. Agarré el gel y golpeándolo con brusquedad para que saliera sobresaltando la figura que temerosa y sonrojada -porque desde acá se le veía- que me miraba desde la otra esquina.
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𝐊𝐨𝐨𝐤𝐢𝐞, 𝐖𝐡𝐲 𝐘𝐨𝐮? • [𝐉𝐮𝐧𝐠𝐇𝐨𝐩𝐞]
Fanfiction-¿Ko-Kookie, eres tú? -tartamudeé nervioso. -Sí Jung HoSeok soy Kookie. -gruñó. Y solo bastó eso para que saliera corriendo al baño y encerrarme ahí. ⚠ Apartado distribuido por la plataforma de Wattpad. Todos los derechos reservados a la autora. No...