Para cuando YoonGi llegó, JungKook se encontraba durmiendo aferrado a mi torso. Costó un poco de trabajo que pudiera alejarse para que le hiciera la revisión general. Su rostro contraído con el dolor punzante en la boca de su estómago, según él mismo había declarado, no le permitía estirarse con normalidad. Era increíble como hacía apenas unas horas parecía querer tirarlo del balcón por su expuesta malacrianza. En otras palabras, ensoberbecerse. Sin embargo, sentir que la única persona que realmente estaba a mi lado -apartando está anomalía de que existan los híbridos y JungKook tenga que ser un encantador mastodonte salido de un shit ztu- me sentía en el deber absoluto de protegerlo de lo que fuese. Incluso si ahora lo odiaba, porque después de todo seguía siendo un cachorro. Un cachorro caprichoso que no quería que lo apartara unos minutos de mi cuerpo.
JungKook se aferró con uñas a mi polera, impidiendo que le diera el chance a YoonGi de que lo atendiera. A primera instancia, sin mentir, me sentí conmocionado, porque siendo sincero, apartarlo en esas condiciones me era lastimero, sin embargo, con una suave sonrisa y un beso nuevamente en la nariz, sin dejar de soltar su mano, permitió que el pelinegro pudiera echarle un ojo.
YoonGi demoró un poco en hacerle los exámenes pero todo se resumió a una mala indigestión. Después de todo sabía yo que comer tanta pizza tenía que haber caído en el sistema digestivo equivocado.
—Recuerdo cuando Ned también me llamó porque Jimin se sentía enfermo por comer pizza de más —dijo el pelinegro luego de darle una pastilla que tomó con dificultad—. Al parecer es bastante frecuente esto de que la pizza sea lo primero que quieran probar siendo humanos —le reprochó con una mueca en los labios a JungKook, quien se volvió a refugiar ahora bajo la colcha que me había dado chance alcanzar.
La famosa colcha verde.
—Mm, no me extraña, tuvimos un pequeño percance con unos compañeros del trabajo y Kook comió demasiadas pizzas mientras hacíamos tiempo.
YoonGi se río, no extrañandose de lo adversidad que potenciaba JungKook cuando quería sacarme las canas verdes.
—Deberías ser menos problemático JungKook, y hacer caso a tus mayores.
Los ojos mieles del chicos se entreabrieron, dándole a entender a YoonGi que cerrara la boca. Oh bueno, tal vez era yo el que sabía que era lo que pasaba por su vil cabecita de risos casi rubios. Sonreí cómplice a sus pensamientos, tal vez era yo el que estaba leyendo demasiadas novelas.
—Ni que escucharte lo hiciera cambiar de actitud. Es ególatra hasta los huesos.
—Hoseok —protestó, la carraspera de su voz erizandome la piel—. Se supone que estés de mi lado idiota.
Nunca estuvimos en el mismo bando mastodonte.
Giré los ojos antes volver a fijarme en YoonGi, quien recogía sus cosas.
—¿Te apetece una tasa de té Kook, YoonGi? —alterne la vista en ambos, llevándome un reproche del castañito y una negación por parte del pelinegro.
—Volveré a casa. Sofía me debe estar esperando.
Chasqueé la lengua.
—¿Así que interrumpimos una cita? Que mal, no fue nuestra intención.
Fue esta vez YoonGi quien rodó los ojos.
—No precisamente. Estaba haciendo un plano que necesita entregar y le estaba echando una mano —Colgó el bolso en su hombro antes de revolver el cabello revuelto de Kook.
Apreciaría que hiciera eso conmigo también.
—Deberías tomarte ese té JungKook, te aliviará la fiebre y los malestares.
ESTÁS LEYENDO
𝐊𝐨𝐨𝐤𝐢𝐞, 𝐖𝐡𝐲 𝐘𝐨𝐮? • [𝐉𝐮𝐧𝐠𝐇𝐨𝐩𝐞]
Fanfiction-¿Ko-Kookie, eres tú? -tartamudeé nervioso. -Sí Jung HoSeok soy Kookie. -gruñó. Y solo bastó eso para que saliera corriendo al baño y encerrarme ahí. ⚠ Apartado distribuido por la plataforma de Wattpad. Todos los derechos reservados a la autora. No...