Naruto seguía en la oficina del Hokage, de pie frente a la enorme ventana que da una excelente vista hacia el pueblo.
El joven miraba la aldea con aquellos ojos azules, hace un rato que había abandonado su estado Hyper, quería confrontar a su sensei con normalidad y sin su modo Hyper.
Lo que menos quería era que este intentara evadir sus preguntas, intentando conseguir información de su nuevo y desconocido poder para este mundo.
También estaba meditando todo lo que Reborn le había contado y todo lo que había leído en los pergaminos y libros de la bóveda del Hokage, probablemente haya sido un error contarle todo eso tras los sucesos anteriores con la muerte del Sandaime.
Sin embargo, a pesar de todo eso, fue bueno saberlo, se sentía feliz de saber quiénes eran sus padres, pero al mismo tiempo molesto por saber que uno de ellos condeno su vida cuando le sello el Kyubi en su interior.
El rubio Vongola siguió pensando en todo lo que había descubierto mientras esperaba la llegada de Hatake Kakashi, necesitaba hablar muy seriamente con él y aclarar todo de una vez por todas.
No tuvo que esperar mucho cuando la puerta del lugar se abrió.
—Finalmente llegas —dijo Naruto dándose la vuelta, solo para sorprenderse un poco de ver a Jiraiya al lado de Kakashi.
—Naruto, ¿Qué haces aquí?, es la oficina del Hokage y nadie puede entrar —dijo Kakashi.
—Creí haber llamado solo a Hatake Kakashi —dijo Naruto mirando al peliblanco que conoció hace un mes cuando adquirió el poder y los anillos de Vongola.
—Me encontré con Jiraiya-sama de camino, decidió venir conmigo cuando se entero que fuiste tu quien me llamo —dijo Kakashi en su forma típica de hablar.
—Asi es, vi tu combate contra el chico del clan Hyuga, he de decir que quedé sorprendido con tu demostración de poder y habilidades, sin mencionar esa rara llama sobre tu frente durante el combate, eres bueno chico, pero se nota que no estas pulido, por lo que decidí tomarte como mi aprendiz y pulir ese poder tuyo —dijo Jiraiya mirando a Naruto quien entrecerró la mirada y no dijo nada.
Aquello por supuesto hizo que su sensei lo mirara, después de todo, esperaba que el rubio reaccionara emocionado preguntando si todo lo que había dicho era cierto, después de todo, cuando se trata de entrenamiento, sin importar que tan difícil sea, Naruto siempre se ve contento y muy entusiasta con eso, pero en cambio, el rubio simplemente se puso serio y no dijo absolutamente nada.
—No necesito de su ayuda, no con algo que usted no tiene ni la más mínima idea de lo que es, ¿Cómo planea entrenarme con algo que usted desconoce? —dijo Naruto mirando al peliblanco que lo miro desafiante.
—Tengo mis secretos chico, todo es ensayo y error, grábate esto en tu cabeza, de los errores se aprende, analizando tu poder mientras entrenas, me será útil para idear un tipo de entrenamiento especial para pulir ese poder desconocido —dijo Jiraiya.
—¿En serio?, de todos modos, no necesito un maestro, ya tengo uno y el conoce perfectamente este nuevo poder mío, fue el quien me convirtió de un don nadie a alguien que es capaz de pelear contra un prodigio en menos de un mes, no necesito nada de ustedes —dijo Naruto mirándolos con seriedad.
—¿Te refieres al extraño bebé que puede hablar? —pregunto Kakashi.
Esto atrajo la atención de Jiraiya, pues también lo había visto deambular por la aldea un par de veces, y también sobre el hombro de Naruto durante el combate contra Neji.
—Así es, Reborn es un excelente tutor, puede llegar a ser un ser extremadamente despiadado cuando se trata de entrenamiento, pero el lo hace por mi propio bien, para fortalecerme y liberar todo el potencial de mi Llama de la Ultima Voluntad, gracias a el soy más fuerte ahora y no aquel niño delgado y debilucho de hace un mes —dijo Naruto.