Park JiMin es un joven homosexual en una sociedad homofóbica, joven que es brutalmente molestado por otros chicos del equipo de básquetbol y enamorado del perfecto jugador y capitán del mismo equipo, Jeon JungKook, el único que nunca lo ha molestado...
JiMin se miró por milésima vez en el espejo, hoy sería el juego de JungKook, al cual éste le había invitado, razón por la cual había tardado bastante en buscar lo que se iba a poner, y otra razón por la que estaba nervioso.
DaHyun observaba como JiMin cambiaba de atuendo cada dos por tres, decidió simplemente mirar su celular y hablar con HoSeok número que JiMin le había conseguido– pues sabía como era su mejor amigo, aunque el escuchar que se quejara una y otra vez la hizo verle nuevamente y levantarse de la cama dejando el celular de lado, iba a ayudarle.
— Oppa, deje de preocuparse tanto, con cualquiera ropa se ve bien. — dijo DaHyun y JiMin suspiró.
— Dubu, por mi culpa JungKook casi queda suspendido del equipo, sino fuera porque SeokJin se metió. — se mordió el labio — Como mínimo quiero verme bien. — se sentó en la cama — Para él. — musitó sintiéndose un poco mal.
Sabía que el hecho de que JungKook golpeara a MinGyu lo metería en problemas, incluso el entrenador estuvo cerca de suspender a ambos, todo en conjunto con el director, pero SeokJin tuvo que interceder y decir que simplemente había sido por los ánimos cerca del juego, no que era un problema mayor, cosa de la que JiMin se culpaba.
— Oppa, lo que pasó no fue su culpa, si JungKook decidió defenderlo fue porque él quiso. — dijo y JiMin la miró y sonrió.
— Bien, no debemos ponernos lamentables, ahora, búscame un buen outfit para hoy. — dijo haciendo pose de diva y DaHyun rió.
— Lo que usted diga. — sonrió y JiMin también rió.
Tardando cerca de unos veinte minutos más JiMin ya estaba listo para ir al juego junto a DaHyun, se miró una última vez al espejo. Se veía bien, y oo más importante, se sentía cómodo.
Unos jeans rasgados en la parte de las rodillas, una camisa blanca con morado en las mangas, la chaqueta que JungKook básicamente le había regalado, su cabello peinado hacía atrás dejando su frente al descubierto y unos aretes que no usaba debido al instituto. Se aplicó un poco de perfume y ya, estaba listo.
— Vamos. — dijo con tono alegre y DaHyun rió. JiMin es la mejor persona que conocía.
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Cuando llegaron se encontraron con Momo, NaYeon, Jackson y HoSeok en la entrada, posiblemente esperando a alguien, lo más probable que ha JungKook, pero aún así DaHyun lo tomó del brazo y se acercó a ellos.
— Hola chicos. — saludó llamando la atención de los cuatro.
— Hola, DaHyun. — correspondió HoSeok y Jackson lo codeo sonriendole cómplice.
— ¿Han visto a Mina y JungKook? — preguntó NaYeon elevando la mirada de su celular.
— Mh no, acabamos de llegar — respondió JiMin algo extrañado.
— Aish, demonios. — murmuró guardando su celular — Los veo adentro, debo buscar a Mina. — avisó y se fue.
— NaYeon es rara. — Jackson hizo una mueca y Momo le dio un zape.
— Nadie te está preguntando. — acusó.
— Pero yo quise opinar. — se defendió.
— Dicen que los que se pelean se gustan. — molestó HoSeok quedando al lado de DaHyun quien rió.
— ¿Quién? — preguntó Jackson.
— Las personas...
— Te preguntó. — completó sonriendo de lado.
— Que maduro. — murmuró negando y tanto DaHyun como JiMin rieron — Bueno vamos, la gradería se va a llenar.
— Tiene razón, vamos. — concordó Momo para comenzar a caminar seguida de HoSeok y DaHyun.
— Te ves bien. — dijo Jackson a JiMin sonriendole tímidamente — Te luce esa ropa.
— Gracias. Tú también te ves bien. — sonrió.
— Bueno, vamos. — se hizo a un lado dispuesto a darle el paso a JiMin.
— ¡JiMin! — gritó JungKook a lo lejos acercándose y el nombrado volteo a verlo — Si viniste. — sonrió en grande.
— Ah sí, es tu juego y me invitaste, obviamente no me lo iba a perder. — correspondió la sonrisa y Jackson solo entró, sería lo mejor.
— Y te pusiste la chaqueta que te regalé. — apuntó y JiMin se sintió nervioso.
— ¿Te molesta? ¿Si quieres te la-?
— No, en realidad. — se rascó la cabeza — Te ves bien. — lo miró a los ojos — Siempre te ves bien, es decir, eres lindo, pero hoy te ves wow, me gusta como te ves. — confesó y JiMin se sonrojó.
— Yo... gracias, JungKook, tú también te ves bien.
— Tal vez, pero no más que tú. — golpeó el hombro de JiMin amigablemente y con unos notorios nervios que no había sentido antes — Bueno vamos, debo calentar y tú buscar asiento.
— Claro.
JiMin sentía que se moriría en cualquier momento, JungKook le había dicho que es lindo, cosa que había hecho que su corazón se acelerara más de lo que comúnmente se acelera.
Por otro lado JungKook no sabía porque había tenido la necesidad de recalar que JiMin es lindo, es decir, él estaba consciente de que no mentía, definitivamente JiMin es bastante lindo, y agradable, no mentía, pero aún así se sentía extraño.
Además de su corazón latir con fuerza contra su pecho y los nervios que sentía, de los cuales quería simplemente creer que era por el pasillo y no por el lindo chico que caminaba frente a él y que últimamente había estado gobernando sus pensamientos.
No, no estaba nervioso y emocionado por JiMin, era por el partido, sí.
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