Llamadas telefónicas

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Cap. 31
Camila POV
"No he visto esa película ¿Por qué?" pregunté a Tay mientras miraba a Lauren moverse a velocidad vampírica por el jardín. Dinha lanzaba balas de pintura a las ventanas de arriba para desviar su atención. Con una señal y un rápido golpe en la cerradura, Lauren estaba dentro de la casa, lista para actuar.
"Va a divertirse un poco con Austin y Keana por teléfono." Lauren abrió un par de cortinas y ella y Drew comenzaron a hacerse más señales entre ellos. Drew se río y se volteó hacia mí.
"Camila, Lauren quiere saber si te gustaría acompañarla y ayudarle a hacer unas llamadas telefónicas." Drew asintió con su cabeza hacia la ventana, donde Lauren estaba de pie. Vi una enorme sonrisa en su celestial rostro.
"¡Claro que sí!"
"Espera Camila, necesitaran estos." Tay me pasó un papel con dos números en él.
"¿Qué son?" pregunté mientras comenzaba a caminar hacia la casa.
"¡Los números de los celulares de Austin y de Jessica!" exclamó Tay aplaudiendo.
Le hice un gesto a Dinha mientras caminaba alrededor del costado de la casa para hacer mi entrada. Dinha respondió, nuevamente arrojando balas de pintura a la casa, distrayendo a Austin para que yo pudiera entrar sin ser detectada. Mani volvía a caminar alrededor de la casa, diciendo dulcemente. "Austin…Jessica...salgan donde quiera que estén..."
Mientras empujaba la puerta, vi a Lauren en la cocina, recostada contra la estantería, esperándome. Su rostro se iluminó cuando sus ojos se encontraron con los mis. Me apresuré a su lado y pasé mis brazos alrededor de ella. "¿Así que puedo ayudar? ¿Qué causo eso? No es que me queje, solo me pone curiosa…"
"Si vas a ser parte de la familia, necesitas tener practica en nuestra forma de combate…y Austin y Keana son tan patéticos que sé que no habrá peligro alguno. Además, estaremos escondidas en un armario por algún tiempo así que no quería estar atrapada allí con nadie más que no seas tu." Susurró mientras se inclinaba para besarme.
Recordando el trozó de papel que Tay me dio, se lo mostré rápidamente a Lauren. "Tay dijo que los necesitaríamos."
"¡Perfecto! ¿Tienes tu celular?" preguntó entusiasmado.
"Justo aquí. ¿Qué quieres que haga?" susurré.
"Llama a Austin y dile que se rinda…entonces veremos qué hacer." La sonrisa en su rostro aumento.
"Ok- esto será en vano…" murmuré mientras marcaba el número del celular de Austin.
AUSTIN'S POV
Entonces nuestro plan de escape había fallado. Estábamos atrapados y Keana estaba al borde de un colapso. Todo el plan había salido más que mal, se suponía que los Jauregui no debían saber quién tenía al bebé hasta mañana y ahora, estábamos aquí, acurrucados debajo de una manta en mi habitación. Normalmente no me importaría estar en esta posición con ella, especialmente después del fracaso de la noche pasada en el Punto de Inspiración, pero ahora ella estaba hiperventilando y arruinaba el ambiente.
"Relájate, estaremos bien. Se aburrirán y se irán. Ven aquí, yo te protegeré." Dije mientras pasaba mi brazo alrededor de su cintura, acercándola más. Quizás podía distraerla un poco. Me incliné y comencé a besarla cuando sentí un objeto golpear mi estómago.
"Quítame tus manos de encima Austin. Es tu culpa que nos estén aterrorizando cinco locos Jauregui y una pequeña rabiosa Cabello. Mantén tus labios para ti mismo." Gritó Keana.
"Keana- nada va a suceder, no pueden tocarnos..." entonces grité al sentir mi celular vibrando en mi bolsillo. Party Little a Little rock star' comenzó a sonar. Miré al identificador, pero no reconocía el número.
"¿Hola?"
"¡Hola Austin! Soy Camila. ¿Como están tú y Keana?" dijo con una molesta voz dulzona.
"¿Cómo crees que estamos Camila? La lunática de tu novia y su inestable familia nos están aterrorizando. Ríndanse, no vamos a devolver al bebé. Dinha y Mani pueden quedarse en mi calzada hasta mañana si quieren que no me importa." Grité al teléfono.
"¿Acabas de gritarme? Lo, Austin me gritó…" se quejó Camila... UH- OH
"No eres tan idiota, ¿verdad Austin? Si acabas de gritarle a la mujer que amo, eso sería algo muy estúpido de tu parte, hasta para ti. Y creo que sobra mencionar que es la misma chica a la que antes intentaste besar frente a mí. No lo mencionaré porque si lo hago me veré obligado a decirte lo que iba a hacerte por ello…y prefiero que sea una sorpresa…" amenazó Lauren al teléfono. Sentía su ira a pesar de que no alzaba el tono de voz. Esta tipa sí que era extraña.
Repentinamente sonó el teléfono de Keana. "¿Hola?"
"Keana, soy Mani ... ¡Boo!" gritó en el teléfono, tan fuerte que hasta yo lo escuché desde donde estaba sentado. Los nervios de Keana se fueron al límite y arrojó el teléfono, golpeándome en el rostro.
"¡Maldita sea!" rugí.
"¿Acaso me insultaste? ¡Qué mal educado! ¿Acaso no tienes modales? Traté de ser amable con todo esto, pero ya no más. Camila y yo te dimos la oportunidad de terminar esto de buena manera, Mani te dio una oportunidad y Dinha también. Se terminó el tiempo. Iremos por Everett…estate listo." Y luego colgó. Sus palabras retumbaban en mis oídos...Iremos por Everett…esto iba a ponerse feo.
Mas balas de pintura dieron nuevamente contra mi ventana, la cual estaba cubierta de lo que parecía ser sangre, mientras que lentamente chorreaba por el cristal. Mi habitación tenía un espeluznante color rojizo ahora. Podía escuchar a Dinha riéndose y a Mani amenazando mi hombría desde afuera.
Después de cinco minutos de total silencio, me asomé por la ventana para ver que finalmente se habían rendido. No podía verlos por ningún lugar y suspiré aliviado. 'Party Like a Rock Star' comenzó a sonar desde mi celular, asustándonos. Miré el identificador y no era Camila, esta vez era el número de mi casa.
El alivio se expandió por mi rostro. "Keana, se terminó, son mis padres, debieron de venir a casa y enviar a esos idiotas fuera cuando llamaron a la policía." Abrí el teléfono y felizmente dije "¡Hola mami! ¡Nos salvaste!"
"¿Mami?" Nadie respondía
"¿Papi eres tú?" se escuchó una voz ahogada del otro lado.
"No Austin, no soy ni mami ni papi, soy Lauren Jauregui, te dije que iríamos a por ti..." y el teléfono se apagó.
Un fuerte golpe sacudió el techo directo sobre nuestras cabezas. Escuché a Mani reírse como loca. "Austin...quiero a mi bebé...Austin...Keana...iremos por ustedes..."
Keana voló a mi lado "¡Dijiste que era tu madre al teléfono! ¿Cómo es que Lauren te llamó desde el celular de tu madre?" gritó Jessica.
"No tengo idea. Creí que era el teléfono de casa, pero debió de ser el celular de mi mama…déjame ver el historial…" rebusqué entre las opciones del teléfono para ver las ultimas llamadas entrantes, era del teléfono de mi casa. ¡Diablos!
"Keana, llamó desde la casa. ¡Está dentro de la casa! ¡Oh Dios! ¡Agarra al muñeco y sígueme ahora!" tomé la manta y la tomé por la muñeca mientras corríamos por el pasillo lo más rápido posible. Nos encerré en la habitación de mis padres. No había forma de entrar excepto la puerta de la habitación. Dos vestidores y una cama King Sise después no había forma posible de que los Jauregui pudieran entrar, escuché pasos abajo y una risa, Camila debió de acompañarle.
Mani aun pisoteaba el techo y repentinamente sentí miedo. Keana comenzó a sentirlo también y gritó cuando unas balas de pintura dieron contra la ventana.
Mi teléfono sonó nuevamente. El identificador de llamadas volvía a mostrar el número de mi casa, "Jauregui" murmuré antes de responder. Mas balas de pintura dieron contra la ventana del baño donde Keana se había escondido, haciéndole gritar nuevamente.
"¿Qué quieres Jauregui?" lancé al teléfono.
"¿Pusiste suficientes muebles contra la puerta Austin? Soy bastante fuerte. Si Dinha y Drew me ayudan, de seguro moveremos esas cosas, ¿sabes? Ultima oportunidad de terminar las cosas pacíficamente. Devuélvenos a nuestro sobrino..." su voz comenzaba a irritarme.
"Jauregui, tú y tus hermanos pueden irse directo al…" El grito de Keana interrumpió mis pensamientos. Corrí al baño para ver la cabeza de Taylor Jauregui apareciendo por la ventana y saludando cada dos segundos. Habían empujado el trampolín debajo de la ventana y Taylor y Drew estaban saltando afuera de la ventana. Tay nos saludaba, y Drew lanzaba balas de pintura contra la ventana. Keana estaba completamente histérica ahora.
"Ten cuidado Austin...allí vamos." Esas fueron sus últimas palabras antes de que colgara el teléfono. Lo próximo fue el ruido de la puerta de la habitación de mis padres sacudiéndose y siendo golpeada.
"Nunca entrarás Jauregui…ríndete. No eres tan fuerte como pensabas, ¿verdad?" grité mientras veía a la puerta mantenerse segura en su lugar. Me acerqué a la misma y decidí presionar un poco más "¡No solo Normani y Dinha tendrán una mala calificación, si no que tu novia antes quiso besarme Jauregui, parece que se está volviendo en un mal día para ti!"
Del otro lado de la puerta solo se sentía silencio. Felizmente, me incliné sobre la puerta y escuché un tono familiar. "¿Hola?" pregunté al teléfono. Drew debió de haber cargado las balas de pintura porque volví a sentir el impacto contra la ventana.
"¿Estas demente Austin? ¿Realmente crees que quería besarte antes? Oh Dios, eres tan pesado. Déjame dejarte las cosas bien claras así que presta atención. Lo diré lentamente y con palabras simples para que lo entiendas. No. Me. Gustas. Austin. Eres vil, asqueroso, hueles mal, eres tonto, extremadamente consentido y molesto. Lauren es increíblemente sexy, amable, cariñosa, gentil, inteligente, amigable, considerada, atenta, ¿Ya dije sexy? y todo lo que quiero, razón por la cual voy a casarme con ella. Deja de engañarte a ti mismo, nunca vas a besarme, ni siquiera en tus sueños." Me siseó Camila.
"Estas completamente muerta por mi Camila, y lo sabes…puedo esperarte." Susurré al teléfono.
La próxima voz que escuché fue la última que quería oír. "¡Ahora sí, ahora voy a matarte!" dijo Lauren tranquilamente al teléfono.
"¡Keana, llena la tina, ya vienen!" grité cuando la puerta de la habitación de mis padres se sacudió.
"¿Que haremos con el agua? ¿Nadar?" me lanzó. Tenía las dos manos en puños.
"¡No, si se acercan, Everett ira a nadar!" sonreí triunfante mientras sostenía al bebé por el pie, sobre la tina, esperando…
Las cabezas de Tay y Drew continuaban apareciendo por la ventana. Un rosario de profanidades salía de la boca de Drew mientras me miraba parado frente a la tina. Una ola de pánico atacó mi resolución de actuar, pero entonces escuché un fuerte sonido desde el vestidor de mi madre. Mani debe de estar pisoteando el techo nuevamente. Pensé para mí mismo, pero su voz y la de Dinha venían detrás de la puerta de la habitación. Keana corrió hacia allí para ver que sucedía. "¡Puedo ver sus brazos! Oh Dios. ¡van a entrar Austin! Haz algo."
Rápidamente pensé mis opciones. Primero, devolver al bebé, enfrentar las infinitas repercusiones en la escuela y ver esa sonrisa de superioridad en el rostro de Lauren por siempre, eso no iba a suceder. Segunda opción, salir corriendo, aunque en jean y remera con los Jauregui en las ventanas y puertas con pistolas de pintura no era una buena idea. Tercera opción ¡seguir con el plan! Y quizás tenía suerte. Aun si me atrapaban, al menos me habría metido con los intocables Jauregui.
Antes de que tuviera tiempo de actuar, la puerta del closet se abrió y vi a Lauren apuntando a mi pecho con una pistola de pintura y Camila tenía la de ella apuntando a Keana, quien había caído aovillada al suelo, llorando. Camila se posiciono a centímetros de Keana con su pistola de pintura en su espalda.
"Danos al bebé" ordenó Lauren.
"Si das otro paso el bebé va a nadar." Colgué el bebé peligrosamente cerca del agua. Lauren se apartó, pero entonces vi a Dinha y Normani atravesando el closet y entrando a la habitación, sus rostros se pusieron furiosos cuando vieron a su bebé.
"¡Ninguno de otro paso!" grité. Solo dos dedos sostenían al bebe. Podría jurar que Normani me gruñó.
"Esto es lo que sucederá Austin." Dijo Dinha mientras Lauren daba un pequeño paso hacia mí. "Nos darás al muñeco y les dejaremos irse vivos, trata de hacer algo y te mueres."
"No les daré nada, y no puedes matarme Dinha así que deja las amenazas." Lancé en su dirección. Se estaba desesperando si comenzaba a lanzar falsas amenazas.
"Subestimas la fuerza de Dinha, Austin." Apuntó Normani. Ella señaló la puerta del placard, Dinha sonrió y caminó hacia ella, arrancándola por completo de la pared.
Repentinamente me sentí asustado y paranoico...y entonces el terror me golpeó cuando la puerta golpeó el suelo frente a mis pies. Una cálida sensación recorría mi pierna. "¡Estoy sangrando, estoy sangrando!" grité. De seguro alguna astilla de la puerta me lastimó, haciéndome sangrar.
Los Jauregui, obviamente, no me ayudaban, solo se reían de mi herida, histéricamente, hasta que Camila pudo recobrar el aliento. "¡Austin, idiota, no estas sangrando, te hiciste pis encima!" rápidamente me miré a mí mismo en el espejo, tenía una mancha mojada desde la ingle hacia la rodilla…

Habilidades Paternales 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora