Un corazón ardiendo en las vivas llamas de un amor puro y honesto, intentando prender las brasas de un corazón que latía por otro.
¿Podrán latir juntos el uno por el otro? ¿Se avivará la llama del amor para ambos?
Daniel se quedó en silencio mirando al Malfoy, no le desagradó como a Harry o al Weasly que tenía cerca. Hasta podría decir que quisiera formar algún lazo de compañerismo, le serviría en un futuro.
Luego de la fallida presentación, el sapo de Neville "apareció" frente a las puertas del Gran Comedor, Daniel no supo cómo cuernos había llegado el sapo ahí. Mcgonagall había llegado con un pergamino en sus arrugadas manos, dijo que los llamaría uno por uno para saber cuál sería su casa asignada.
En el lugar que estaba escuchaba dos conversaciones, la primera era la de Ronald y la de Harry, que claramente era la que menos le importaba ya que se sentía ligeramente ofendido por lo que había dicho el pelirrojo en el vagón. La segunda sí le llegaba a interesar, ya que Hermione hablaba del techo, y hasta en ese momento él no se había percatado de ello, pero ahora sabía que era gracias a un hechizo. Llegaron hasta el final del salón, en dónde estaban los profesores, en el medio había un taburete con un desgastado sombrero posado allí. Comenzaba a sentirse nervioso.
Pasaron unos cuantos niños, que ni le prestó atención a la casa que pertenecerían, total no iba a convivir con ellos. Luego de un momento llamaron a Hermione Granger, hasta se sentía ansioso. La pequeña Hermione se sentó en el taburete, Mcgonagall le puso el sombrero en la cabeza. Luego de unos segundos el sombrero seleccionador exclamó.
—¡Gryffindor!— Al terminar de decir la casa en la que fue asignada, sonrió y fue a la que sería su mesa por toda su estadía en el colegio.
Parker se sintió ligeramente decepcionado, pero un rayito de esperanza surgió en él. Quizás tenga la posibilidad de quedar en la casa de los leones con aquella niña que había robado su atención. Luego pasó Draco, quién fue perteneciente a Slytherin. Pasó el pelirrojo clasista, como lo había apodado Daniel, quién salió de Gryffindor. Harry Potter fue llamado, hubo un revuelo por parte de los estudiantes que hizo irritar a Parker, terminó siendo de Gryffindor también.
—¡Parker, Daniel!— Habló Mcgonagall, el pequeño niño se acercó al taburete intentando esconder que estaba temblando de nervios y miedo. Se sentó y el sombrero fue dejado en su cabeza, era tan grande que le tapaba hasta los ojos y un poco la nariz. Se sobresaltó al escuchar al sombrero hablarle.
—Difícil, veo en ti la inteligencia de un Ravenclaw ... Pero tu personalidad no encaja en esa casa. Definitivamente no perteneces a Hufflepuff.— Daniel podía jurar que le temblaban hasta los dientes, su cabeza imaginó un sinfín de escenarios en los cuales se quedaba sin pertenecer a ninguna de las casas. Hasta que el sombrero volvió a hablarle. —Serías un Gryffindor formidable, pero estarás mejor en . . . ¡Slytherin!—
La mesa de las serpientes estalló en aplausos para recibir a su nuevo integrante, Daniel dio una rápida mirada a los leones y se encontró con las sorprendidas caras de Potter y Weasly, dándoles una sonrisa arrogante se levantó del taburete caminando con elegancia y orgullo a su mesa. Al llegar se sentó al lado de Draco y este sonrió de lado, al menos sería compañero de casa del rubio. Se sentía demasiado feliz y entusiasmado por haber quedado en la misma casa de su madre.
Una pequeña parte de él se sentía triste, le hubiera gustado estar cerca de aquella niña con pintas de sabelotodo pero que a él sin duda había cautivado.
❴✠❵┅━━━╍⊶⊰⊱⊷╍━━━┅❴✠❵
Hola, buenas. ¿Cómo andan?,,,, Salía de los yuyos, ah.
Pidoperdón por no haber actualizado. No andaba con inspiración.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
