𝓪 𝓭𝓲𝓻𝓽𝔂 𝔀𝓸𝓻𝓴 ➴ 𝐯𝐡𝐨𝐩𝐞

ahob.

- Cuéntame todo lo que ha pasado en mi ausencia, Kim. Ahora. – demandó TaeHyung a Jennie través del teléfono, haciendo a la chica temblar.

¿Debería contarle lo de Jackson? No, de seguro lo mata y luego Jackson me matará a mi por contarle.

- A mí no me importa con quién demonios estés hablando, Jennie. Sin embargo, necesito que cuelgues. – escuchó Jennie una voz que provenía desde la puerta. Se giró y se encontró con el rostro serio de Lalisa mirándola detenidamente.

Joder. ¿Ahora que quiere esta?

- Ahora, Jennie. - demandó la alfa.

La omega suspiró, pensando en las consecuencias de ambas partes. Sin embargo, decidió colgarle a TaeHyung, ignorando las maldiciones que este estaba soltando al otro lado de la línea.

Suspiró, poniendo el teléfono encima del escritorio y se giró hacia donde la alfa dándole su mejor sonrisa falsa.

- ¿Con que puedo ayudarla, señorita Manoban? - le preguntó Jennie y la alfa bufó.

- No te hagas la mosquita muerta conmigo, Kim. No te queda.

- A ver. - dijo Jennie con la poca paciencia que tenía en esos momentos. - ¿Qué demonios quieres? - todos en la central sabían que ninguna era la favorita de la otra. Lalisa sonrió socarrona.

- Eso está mejor. ¿Con quien hablabas?

- ¿A ti que te importa con quién yo hable o deje de hablar? - la enfrentó Jennie.

- Vamos, Jennie. - Lalisa rio burlona. - No hagas esto más difícil. Dime con quien estabas hablando sobre el incidente de hoy. Ambas sabemos que tienes demasiado conocimiento sobre esta situacion, demasiado conocimiento para mi gusto. - la alfa podia oler el aroma de la chica, este la estaba delatando.

Pero huele demasiado bien, joder.

Concéntrate en lo que importa, lobo. Su aroma no es importante.

- ¿Que mosca te picó hoy a ti? Loba ridícula. - Lalisa soltó una carcajada ante el tono de Jennie. La omega le daba risa.

- La única mosca aquí eres tu, pero de las muertas. - le dijo la alfa. - Kim, dime con quien demo... - no termino de hablar ya que su teléfono sonó. La pelinegra bufó. - ¿Qué demonios quieres? Perdón, ChanYeol. Si, ajá. ¿Ahora? Pero, por que? Maldita sea. Voy para allá. - Jennie respiró hondo y con alivio. - De esta no te salvas, Jennie. Y dile a TaeHyung que se mantenga con cuidado.

Dicho esto, la alfa salió como alma que lleva el diablo. No era un buen momento para que ChanYeol la necesitara.

Algo escondes, Kim Jennie. Algo escondes y lo voy a averiguar.