Sus labios se entreabren mientras observa al bonito chico que mira fijo por la ventana, es curioso como la tenue luz del sol, rodea cada una de sus facciones haciéndolas más bonitas, su nariz perfilada, sus mejillas suaves, su cabello oscuro que cae suavemente en su frente, su largo cuello, todo en él es tan bonito.
Christopher no puede no mirar al omega, porque sus bajos instintos se lo demandan, porque es el único que hay en la clase y de los pocos que hay en su escuela, porque le encuentra fascinante, así que le observa, no con deseo, si no con fascinación, como un niño que mira fijo un bonito muñeco de edición limitada que no va a tener nunca.
Por qué los omegas son de una clase muy lejana a la suya, más aquel que parecía de tan buena cuna, inteligente, educado y sereno, que siempre estaba rodeado de betas de alto nivel, y luego estaba el, un insignificante alfa, un perro de cruza.
El bonito chico giro el rostro, sus ojos chocaron un instante, solo para que este se alejara
―Estúpido perro, ¿Que le hiciste?, no molestes al único omega de la clase, o te postearé el trasero tan fuerte que no podrás ponerte de pie― le regaño el jefe de la clase, un beta claramente.
―Lo...Lo siento― dijo en un murmuro, encogiéndose en su sitio, pues el sabia, y su instinto le decían que no debía contestar
―Espero que lo entiendas, por que gracias a Jeongin, la escuela tienen tan buena posición, es preferible tirar a la basura a un perro que un bello omega― y diciendo esto le palmeo la cabeza con fuerza haciendo que este se encogiera con lágrimas pequeñas en los ojos.
Pero Christopher no dijo nada, estaba acostumbrado a ello, a ser ignorado, a ser odiado, el mismo sabía que no debía meterse con los omegas, ni siquiera mirarlos, pero era imposible para el no hacerlo, después de todo, como ellos decían, era un "perro", sus instintos animales estaban más desarrollados, no había auto control en él, no podía no mirar.
Porque la belleza de los omegas era de otro nivel desde su perspectiva, así que observaba, con discreción dirigía su mirada a las largas piernas de aquellos omegas en las clases de deportes y como su pequeño pantaloncillo blanco, se volvía algo erótico cuando de elevaba en cada salto que estos daban, podía ver el sudor en la frente de Jeongin y como este decencia de forma delicada hasta sus mejillas, miraba con algo de culpa, los nudillos rosas de Jeongin cuando este pasaba a escribir en la pizarra, sus mejillas volviéndose rojas mientras bajo el sol, recogía frutos del huerto escolar, pero solo se limitaba a mirar tragando saliva, porque él no tenía derecho ni de tocarle.
Consumido por la culpa de haber ofendido al omega, le busco entre los arbustos durante la hora del almuerzo para ofrecerle una torpe disculpa, mientras en la bolsa del pantalón guardaba un chocolate que pobremente había sacado de la maquina expedidora.
Él estaba sentado en el pasto, leyendo con el rostro sereno mientras el aire movía sus cabellos, parecía esperar a alguien más, pues había otro bolso a su lado, Jeongin. Trago saliva, se acercó con miedo, y se arrodillo a su lado pensando lo que ya tenía planeado decir, sin siquiera mirar su rostro
―Perdón si te incomode hace un momento, por favor no te vayas de la escuela, prometo no volver a mirarte― juro haciendo una reverencia y entregándole el chocolate, pero este le ignoro
―Yo... no soy muy inteligente ni mucho menos tengo buena cara, por eso... no puedo evitar mirar a alguien tan bonito como tú, pero... si te incomoda, lo dejare de hacer lo juro― y por cada palabra su voz temblaba, pero ¿Si quiera Jeongin lo estaba viendo?
Un suspiro invadió sus oídos, miro con lentitud el rostro de aquel que le robaba el tiempo en clases cada vez que le miraba, con miedo, con duda, sintiendo su corazón temblar, levanto la vista para encontrarse con los ojos vacíos y solitarios color marrón del Omega.
―¿Bonito?, bonito...―murmuro para sí mismo ― Christopher, ¿debería tomar esto como una declaración de amor?―sus palabras flotaron, en ningún momento él había pensado de esa forma del omega, sabía que no era digno.
―Lo siento, lo siento―murmuro
―Tomare tu sucio regalo, porque soy alguien bueno, pero por favor, no fantasees con algo que jamas tendrás― murmuro guardando el chocolate en su bolsa
Christopher lo sabía, pero aun así le dolieron esas palabras.
―¿El perro te está molestando?― dijo alguien detrás de ellos
Un chico alto de ojos afilados le miraba molesto, con asco.
―No, el perro ya se va― y dicho esto empujo a Jeongin lejos, este cayó al suelo, se puso de pie con miedo, ante la mirada fija del beta de cabello claro y se alejó temeroso de ahí, con los ojos cristalizados aguantándose el llanto.
Estaba acostumbrado a ello, a los malos tratos, a ser humillado, por ser pobre, por ser alfa, pero, eso no hacía que no doliera que no le lastimara, y con eso en mente, se fue renegando de haber tenido tal suerte a su casa.
Sin embargo, al llegar se encontró a su madre, de nuevo con un beta, pero este parecía diferente, de alta cuna
―Hola hijo, este es mi buen amigo vino a hacer un trato conmigo
Christopher la miro con los ojos entrecerrados, su madre, era beta, pero de baja clase, sucia, borracha y vulgar, que lo único bueno que hacía por él era alimentarle y nada más, no le tenía cariño ni odio, solo era alguien en su vida, y eso era porque su madre hacia cosas que las madre no deben hacer, como golpearlo, alcoholizarle para entretener a sus invitados, dejarle por días solo, cuando era un niño y una larga lista.
Por eso, cuando aquel hombre elegante, estaba sentado en la sucia y apestosa sala, Christopher sabía que no significaba bueno.
Y no se equivocaba.
bienvenidos a una nueva adaptación, muchas gracias a Morgan9595 por permitirme adaptar su linda historia ♡
de ante mano les voy advirtiendo que esta historia es un mundo alterno en donde los alfas son tratados como animales y los de la posición alta son los omegas junto a los betas (en algunos casos hay betas de bajos recursos)
muchas gracias por leer, hasta el próximo capítulo ♡
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♡ ; mi querido omega ❪ chanin ¡! ❫
Romance:¨·.·¨:⠀ '·.christopher bang es un alfa pobre con la inocencia de un niño no puede evitar observar al bonito omega de su clase, seo jeongin, sabe que jamás lo tendrá, o eso pensaba pues no sabia que terminaría siendo el padre biológico de sus cachor...