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'·.christopher bang es un alfa pobre con la inocencia de un niño no puede evitar observar al bonito omega de su clase, seo jeongin, sabe que jamás lo tendrá, o eso pensaba pues no sabia que terminaría siendo el padre biológico de sus cachor...
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Helado, solo comían helado, pero el chico estaba tan entusiasmado como si aquello fuese una chuleta
―¿No habías comido helado? ― le pregunto por qué lo vio incluso al borde de las lágrimas al dar su probada
―Si, pero hace mucho que no lo cómo, mi mamá no tenía mucho dinero así, que el helado es un lujo para mí
―Oh bien, ¿y por qué no le pides a la criada que te dé en casa?, Felix compra helado cuando está cerca del celo (casi siempre) aunque no es tan rico como este puedes comerlo
―No
―No que
―No puedo comerlo, Hyunjin me dijo que...― ¿Era correcto informar a Jeongin de lo malo que Hyunjin era con él?, después de todo era su hermanito, ¿Que pasaba si no le creía? había conseguido ser un poco más cercano a él apenas.
―No quiere que comas helado y nada ¿verdad?, no necesitas ocultarlo, se cómo es Hyunjin, pero no viviremos mucho ahí, mi padre va a pagar un departamento para nosotros tan pronto entres en celo
Christopher abrió los ojos
―¿No lo sabías?, tú, mi futuro esposo y yo, viviremos ahí, pero mi padre prefiere que nos mudemos en cuanto tu celo llegue, para evitar que Felix se caliente
Christopher no podía entender nada
―¿Tu futuro esposo está de acuerdo?― pregunto ingenuo
―Claro que lo está, él es omega, él también tiene celos que yo no puedo apagar, y también quiere cachorros, pero él está en el extranjero y no volverá hasta medio año después de que me gradué
Trago duro, no estaba seguro de aquello, ni siquiera de hacerlo con Jeongin, porque el no entendía mucho de sexo, solo quería estar a su lado y ayudarlo, así que no dijo mucho, siguió comiendo su helado mientras le contaba historias graciosas a Jeongin sobre su vida en el barrio.
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El suelo era frío, pero más fría era la mirada que Hyunjin le daba, su rostro estaba sobre el piso de la sala, tenía el pie del menor en la cabeza, mientras le golpeaba con un palo que minutos antes había sacado de una escoba, sentía dolor en la espalda, y un gran miedo recorriéndole la piel.
