Be my Valentine

Kibahina

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

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Inuzuka Kiba | Hyūga Hinata
Narutoverse
Drama|Comfort|Romance
G+
Palabras: 900.
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— Estás jodido — a Shino, como siempre, le gustaba tocarle las pelotas cada que tenía oportunidad.

— Lo sé, Shino — despeinó su ya alborotado cabello — ¡Joder!, claro que lo sé —

Había sido un tonto, pensar que alguien tan estoico como su compañero de equipo podría entender los problemas de un corazón enamorado había sido un error.

— Y si lo sabes, ¿para qué me lo preguntas? —

— Creí que tendrías algo mejor que decir — para ser sincero consigo mismo no había acudido a Shino por gusto, en verdad el castaño carecía de opciones.

Cuando tenía algún dilema, las personas a las cuales podría recurrir por consejos eran escasas; su madre lo patearía y se mofaría de él, su hermana lo ignoraría y su Sensei no era una opción. Además no tenía amigos cercanos, estaba Akamaru, pero dudaba mucho que un perro pudiera entender el romance entre personas más allá de sus instintos. Y aunque también estaba Hinata... no podía ir a ella por ayuda, pues ella era el problema en primer lugar.

"¿Qué le diría?" un pensamiento sarcástico cruzó su mente "¿Hinata, necesito tu consejo para confesarte mis sentimientos?"

— Deberías sincerarte — interrumpió su debate interno, llamando su atención una vez más.

— Es una pésima idea — bufó, recargando su cuerpo contra el árbol que proporcionaba sombra para ambos.

— Nunca te han importado las malas ideas — su amigo se puso de pies, planeando ya marcharse — Sueles actuar de acuerdo a lo que crees siempre, así que no debería ser diferente esta vez —

— ¿Qué hay si me rechaza? ¿Y si daño nuestra amistad por una tontería? —

— ¿Qué pasa si no? — aquello captó su interés, no había pensado en esa posibilidad — No menosprecies tus sentimientos Kiba, lo que tenga que ser será. Es mejor intentarlo que no hacer nada y preguntarse qué hubiera sido si hubieras actuado diferente —

Lo vio marchar aún sumergido en sus pensamientos. El Aburame tenía razón, no perdía nada con intentarlo, después de todo era mucho mejor expresar lo que sentía y ser libre de aquella opresión. Si Hinata aceptaba sus sentimientos o no era algo que no podía controlar, ya que la decisión final estaba en sus manos, pero como hombre si podía decidir qué camino tomar; si actuar como un cobarde o armarse de valor y enfrentar la situación.

— Al final recurrir a Shino no estuvo tan mal —

Si algo sabía con certeza, es que él no era un gallina ni mucho menos alguien sin agallas. Así que estaba decidido, hablaría con su compañera esa misma tarde. Sólo rogaba a Kami-sama que las cosas marcharan bien.

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Llevaba un tiempo dando vueltas como loco en medio de la calle. Había ubicado a su compañera minutos antes, así que decidió esperar que sus caminos se cruzaran en vez de ir hasta ella directamente. Eso le daría tiempo de ensayar y pensar qué diría, o al menos eso pensó en un primer momento.

Justo ahora su cabeza estaba en blanco y su nerviosismo iba en aumento a medida que la sentía acercarse desde la calle perpendicular. No tenía idea cómo comenzar o qué excusa poner para robar un poco de su tiempo y llevarla lejos del ojo público, donde no se sintiera observado o juzgado por los demás.

— ¡Kiba-kun! — su llamado lo hizo respingar, viendo como la chica aceleraba el paso para llegar hasta él.

— H-Hinata... cuanto tiempo — trató de recomponerse un poco, tenerla de frente no lo ayudaba para nada — Que coincidencia encontrarte por aquí —

Era un canalla, sabía dónde estaba porque la había seguido desde hace rato, pero eso era algo que la Hyūga no tendría que saber.

— Fui a ver a Kurenai-sensei y terminé por pasear un rato. Después de todo casi no puedo hacerlo debido a los deberes del clan — vaciló un momento, mientras sus ojos se deslizaban a su alrededor en busca de algo — ¿No está Akamaru contigo? —

— Tuvo que quedarse junto a Hana hoy —

— ¿Acaso está enfermo? — la vio suspirar cuando negó a su pregunta — Entiendo. Bueno creo que debería ir... —

— Acompáñame por unos rollos dulces, luego te dejaré en casa — la peliazul pareció sopesarlo un momento, para después asentir con una sonrisa.

Caminaron uno al lado del otro en armonía, mientras hablaban de cada trivialidad, desde los deberes del clan hasta la próxima evaluación para subir de rango ninja. La Hyūga no estaba del todo interesada, pero su padre había puesto como requisito ascender a Jönin para dejar en sus manos los cambios del clan, cosa que no podía rechazar aunque quisiera. Entre charla y charla, llegaron al lugar donde, después de tomar una mesa y ordenar rollos de canela acompañados por té de hierbas, continuaron con su conversación.

— Hinata — después de un rato habló por fin, respirando hondo para ordenar sus ideas — La verdad es que tengo algo que decirte —

— ¿Si? ¿Qué es? —

— Quizá sea extraño para ti, más viniendo de alguien como yo — acercó su mano a su rostro para sacudir los rastros de azúcar lejos de sus regordetas mejillas, ante su mirada de confusión — P-Pero... la cosa es... — se removió incómodo, sintiendo su rostro arder de vergüenza — La cosa es... que me gustas. Me gustas Hinata —

El desconcierto se hizo presente en el rostro de la joven, y mientras el castaño se sentía más relajado por haberse sincerado en espera de una respuesta, ella no sabía cómo decirle que no sentía lo mismo sin dañar sus sentimientos y su frágil corazón.

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Ay los dilemas de declararse a un amigo que apreciamos son realmente incómodos XD

En fin... hasta aquí llego con mi especial, gracias por acompañarme a pesar de que debí terminarlo en febrero :v

Eaton fuera (✿◠‿◠)