Capítulo 3: a la playa.

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Naruto estába sentado en una silla en la terraza de un bar de la ciudad del Vaticano. Estába leyendo un libro que por su aspecto era bastante viejo, lo sontenía con una mano mientras la otra estába ocupada escribiendo con un bolígrafo en un blog de notas.

Un suave suspiro escapó de sus labios mientras cerraba el libro y lo dejaba a un lado de la mesa. Luego hizo lo mismo con su blog de notas guardandolo en uno de los bolsillos de su pantalón.

Miró lo único que quedaba en la mesa, que era una taza vacía con un terrón de azúcar medio desecho, y lo dejó a un lado para levantar ligeramente su mano llamando la atención de una camarera que se acercó hacia él.

"¿En qué puedo ayudarle, señor? " Preguntó la camarera cortésmente a Naruto, éste le sonrió.

"¿Me puedes traer otro?" Preguntó Naruto mientras señalaba la taza. La camarera lo apuntó en su blog de notas y le sonrió a Naruto.

"Claro, lo tendré en un momento", le dijo la camarera, después de que Naruto le diera las gracias la camarera se fue a buscar su pedido.

Se puso cómodo en su silla mientras miraba el cielo azul, perdido en su pensamientos. Hoy era día libre para Asia de la iglesia y había preparado algo especial para ella. No podía esperar a ver la expresión de su rostro cuando viera lo que tenía preparado para ella.

Dejó sus pensamientos de lado al ver cómo la camarera se acercaba a el con otra taza llena para él. Le agradeció cuando le trajo su pedido y volvió a leer su libro mientras degustaba su bebida. Cuando estaba a punto de probar otro trago de su bebida se paró y siguió mirando su libro.

"Hola de nuevo, Xenovia e Irina", dijo mientras les daba una mirada de soslayo a las exorcistas, las cuales las estaba mirando de diferentes maneras. Mientras Xenovia le daba una mirada sería, Irina le estaba dando una pequeña sonrisa mientras le daba un pequeño saludo con la mano.

"Hola, Naruto", dijo Xenovia sin mucha emoción en su voz, "¿que haces?" Preguntó en el mismo tono.

Naruto solo alzó na ceja en confusión. "¿A qué te refieres?"

Xenovia lo miró con cara de pocos amigos, sin embargo se explicó. "Que hace un criminal buscado por la iglesia del Vaticano en el mismo país, donde se encuentra dicha iglesia, estando tan pancho disfrutando del un día soleado mientras toma un café en una terraza de una cafetería católica, ¿he sido lo bastante claro?"

"Sí, has sido lo bastante claro", dijo Naruto mientras volvía a mirar su libro tratando de ocultar su mirada divertida

Mientras tanto Irina trataba de contener su risa, desde que había conocido a Naruto, se dió cuenta que el no era una mala persona, simplemente alguien que cometió un error y que fue juzgado por ello. Cada vez que ellas lo encontraba podía notar como no quería hecrles daño, siempre se comportaba amable con ellas y siempre huía porque no quería hacerles daño, ella creía que era una buena persona.

"Pero te equivocas", dijo mientras les mostraba la taza que contenía un líquido negro, "ésto es chocolate caliente".

Xenovia pareció molesta por un segundo antes de volver a su mirada estoica, "¿te puedo preguntar que haces aquí?".

"Oh, eso es simple. He venido a por vosotras dos", dijo Naruto mientras sonreía ante las miradas sorprendidas dr las dos exorcista, ellas no esperaban que estuviera aquí por ellas.

Irina estaba un poco nerviosa, la mirada antes tranquila y amable de Naruto se había transformado en una mirada seria. "¿N-nos éstas buscando? " Preguntó con nerviosismo.

Naruto les dió una sonrisa fría, "me habéis causado muchos problemas ¿sabes? He Estado muy molesto con ustedes, he tenido que deshacerme de muchos productos e invetigaciones".

Naruto, el mago criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora