Hola chicos, antes que nada, quería anunciar dos cosas.
Primero que nada, me he hecho un Instagram para los que estén interesados. Allí subiré fanarts de lo que se me venga a la cabeza o dibujos relacionados con mis fanfics. @un_usuario_mas_yt
Segundo, me he abierto un canal en YouTube, se llama Eren Yeager fanfics. Quiero que osea suscribáis, ahora mismo somos 450 subs y esperó crecer mucho. Link aquí
https://www.youtube.com/channel/UCFIhuObfJXOIw7c_yTBZdAQ
El link de mi canal también estará en mi perfil.
Si nada más que decir, podemos comenzar con el capítulo.
.
.
.Naruto estába tranquilo. No había sucedido nada interesante desde hace un par de meses, Asia estába ocupada con su trabajo y Xenovia e Irina habían dejado de buscarlo. Quien, sabe, alomejor se habían dado cuenta que era imposible atraparlo.
Ahora que lo pensaba, se sentía un poco solitario sin ellas. Eran un constante es su vida durante medio año aproximadamente y ahora extrañaba un poco sus cortas charlas junto con las bromas que solía hacerles.
Mientras pensaba, caminaba sin rumbo fijo por la calles de Nueva York. Aunque pareciera un poco extraño, él tenía clientes por muchas partes del mundo, no sabía cómo lo consiguió, pero no se iba a quejar.
Paró en seco tanto sus pensamientos como sus pasos al notar algo por el rabillo del ojo.
Entre la oscuridad de la noche, las luces brillantes del Empire State se sobredestacaron de todo lo demás por la zona.
Naruto frunció el ceño, "el monte olimpo", pensó.
No era un secreto para todas las personas que estaban involucradas de alguna manera en el mundo sobrenatural que los dioses griego ya no vivían en Grecia.
Al pasar de los años, la población occidental se fue moviendo poco a poco hacia América y al final se mudaron a Nueva York.
Gran parte del poder de los dioses griegos residía en la población occidental, así que sin más remedio se tuvieron que mudar donde estaban ellos.
"Me sorprende que aún no hayan intentado matarme", si sabias un poco sobre mitología, sobre todo de Zeus, sabrías que El Dios del rayo era un poco paranoico.
Eufemismo del año, el tipo se comió a la madre de su hija con tal de no ser destronado. Eso no lo hacía mejor que su padre.
O alomejor simplemente no lo habían notado, pero lo dudaba, aunque la mayoría de los Olímpicos eran un poco... Extravagante, eso no lo hacían idiotas.
Él sabia que lo notarian, ¿quien no notaría a un mago de clase suprema? Y encima con lo que tenía dentro de él.
De repente sus ojos se abrieron con sorpresa antes de inclinar su cabeza hacia un lado para evitar un puño desde atrás.
El puño creo una gran ráfaga de aire que envió por los aires toda la basura y papeles pegados en las farolas, Naruto se quedó sin hacer nada antes de reaccionar.
Él cerró su puño y su mano empezó a brillar antes de revelar una cosa que protegía su brazo hasta el codo. Era una especie de armadura de hueso de un color blanco con detalles dorados. Tenía garra y pequeñas pertuberancias puntiagudas.
El brazo empezó a sacar llamas doradas de él. Naruto giró su cuerpo rápidamente mientras apuntaba hacia donde estaba la persona que le había atacado.
"golden flare", pensó mientra una llamara de fuego dorado igual de grande que su cuerpo se disparaba como un infierno hacia su atacante.
Paró de soltar su llamas al notar como su atacante había desaparecido.
ESTÁS LEYENDO
Naruto, el mago criminal
Fiksi PenggemarÉl solo la cagó una vez, una vez, y ahora el es uno de los criminales más buscados por la iglesia. Acompaña a Naruto en su viaje para tener (y fallar estrepitosamente) una vida tranquila.