Lost In GoYuu's Paradise [OS]

I Fell In Love With The Devil.

Créditos al respectivo autor del fanart.

[deadly poison]

AU, ángeles y demonios.

Entre la penumbra de aquel extraño lugar se escuchaba la respiración agitada de la víctima, su rostro expresaba dolor el cual tal vez se debía al corte de sangre que la soga creaba en sus muñecas atadas por detrás de la silla, las ligeras gotas de sudor bajaban lentamente por su cuello debido al calor que emanaban las velas negras encendidas a su alrededor. Miró con recelo a las personas vestidas de largas túnicas rojas que formaban un círculo alrededor de él. Pobre paloma blanca, su desesperada mirada me daba a entender que no tenía idea de lo que querían hacer con él, sus largos pantalones rojos pandeaban ante sus intentos de soltarse pero era visiblemente inútil.

Jadeaba sacudiendo pocos centímetros la silla de su lugar, deseaba con todas sus fuerzas escapar y aunque lograra desatarse era obvio que los presentes no permitirían que se saliera con la suya. Aquella camisa de algodón que cubría hasta sus muñecas tenía los botones del pecho desabrochados dejando ver su trigeña piel húmeda, tenía unos pocos olanes en el borde de los botones, lo habían vestido tal y como en las épocas doradas, realmente querían impresionarme. Llamaba mi atención las ligeras líneas que había bajo sus marrones ojos y la placa de plata que descendía de su cuello, ¿qué hacía tan especial a este chico como para querer ser sacrificado?

—¡Oh gran Lucifer! Te ofrecemos como sacrificio al recipiente de Ryomen Sukuna, tiene suficiente energía maldita como para satisfacer tu sed de poder — el chico gruño al escucharlos — ¡sin contar que es virgen y puro!

—¡¡Oye esas cosas no se gritan en público!!

—¡¡Silencio!! — lo que identifique como la lanza celestial fue colocada sobre su pecho antes de colocarle una mordaza en la boca.

—¿Ustedes en verdad creen que soy un ser tan primitivo como para venir solo porque me ofrecen como sacrificio a este pobre chico? — todos se giraron a verme sin creer que fuera cierto — la estupidez de los humanos cada vez me sorprende más.

—Si no te atrajo el sacrificio, ¿qué lo hizo? — el que parecía ser su líder dio un paso hacia mi.

—Oh no, por supuesto que su sacrificio me atrajo — sonreí — ¿cómo no venir cuando prepararon a Ryomen Sukuna para mi? — en menos de un pestañeo me moví a un lado del chico— sin contar que su recipiente es una monada, Itadori Itadori Yuuji — dije mientras apretaba las mejillas del chico entre una de mis manos.

—Amo, nosotros solo queremos servirle — todos se inclinaron ante mi.

—Todos en este mundo me sirven a mi desde que cometen su primer pecado — sise — no es necesario todo este circo — solte una carcajada mientras acariciaba el suave pelo de Yuuji.

—Entonces, ¿quiere que continuemos? — el hombre clavó con más fuerza la lanza sobre el pecho del chico.

—Oi, detente, idiota — extendí mi mano arrebatando aquel objeto sagrado de sus manos, esta inmediatamente de carbonizo cayendo en cenizas al suelo — Ou, olvidé que como portador maldito si toco objetos sagrados estos desaparecen — un pequeño mohín salió de mis labios — al barbudo le hubiera gustado recuperar esto.

—¿¡Q-qué ha hecho!? ¡¡rompió la restricción celestial!!

—Hey, Mocoso — la sensación de una fuerte presencia hizo que todos sé estremecieran — ¿quieres que acabe con ellos?