Lost In GoYuu's Paradise [OS]

Hormones [NSFW]

Créditos a quien corresponda el fanart.

[Fly To My Room]

Universo normal de Jujutsu Kaisen.

Los árboles de cerezo combinaban con el cabello rosado del chico que caminaba a unos cuantos metros frente a él. Yuuji reía y bromeaba con Nobara mientras ambos se burlaban de Megumi por ser tan serio en todo momento.

—Jamás te he visto hacer otra expresión que no sea indiferencia o molestia — declaró la joven mientras cruzaba sus brazos — ¿acaso eres Capricornio?

—¿Qué tienen que ver los unicornios con Fushiguro-Kun? — preguntó Yuuji confundido causando irritación en la castaña mientras que el mencionado solo caminaba fingiendo no prestar atención.

El mayor a sus espaldas solo reía en sus adentros sin dejar de observar tan fijamente aquella nuca rosa palo que podría taladrar en él. Su caminata terminó cuando el grupo llegó dentro de la oculta escuela de hechicería, la noche comenzaba a caer dejando un atardecer rosado en el cielo.

—Es todo por hoy, pueden ir a hacer de sus vidas lo que quieran — declaró el albino.

—¿Ah? ¿Y que sé supone que hagamos a esta hora del ya-no-existente-día?— se quejó Nobara — tus tontas misiones de exorcismo exprés limitan mis oportunidades de hacer compras en Tokyo.

Fushiguro ignoró la situación caminando directo a su habitación mientras que Yuuji miraba el cielo ignorando por completo los quejidos de su compañera.

—Yuuji-kyun~ — canturreo Gojou llamando la atención del chico — rente una pila de películas nuevas y también traje una caja de dulces raros que encontré abandonados en una tienda, ¿te parece si las vemos mientras los comemos?

A pesar de la banda negra en los ojos de su profesor, Yuuji casi podía ver el brillo de ilusión en los ojos del mayor — ¡Por su puesto que si! — respondió animado.

Lo último que Yuuji sintió fue el brazo de su sensei rodeandolo y de pronto ya estaban en aquel sótano donde el joven fue oculto en su falsa muerte.

—¡Oigan aún no terminaba de quejarme! — gritó Nobara con gran molestia.

《○》

Era la una de la mañana cuando Gojõ separó sus ojos de la pantalla para mirar a su alumno quien abrazaba con fuerza un cojín entre sus brazos, sus ojos clavados en la pantalla ante la tensión de la película que miraban. El platinado llevó el último dulce del paquete a su boca, era una clase de menta con chocolate, de los mejores dulces que había saboreado.

—Este dulce es el paraíso — habló aun saboreando el caramelo en su lengua.

—¿Eh? — captó la atención del menor — dame uno — extendió su mano.

—Ouu, lo siento Yuuji pero acabo de comer el último — arrugó la nariz intentando parecer triste aunque realmente no se arrepentía de nada.

—¿¡Ah?! ¡has comido el ochenta por ciento de los dulces que trajiste! — se quejó arrugando la frente.

—Tengo una idea — sonrió.