O8 | Heridas

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Oof nunca más voy a decir que voy a actualizar seguido
Al final no termina pasado

Pero bueno, perdón por tardar tanto, pero al fin esta el capítulo

No me maten y de nuevo, soRry







Sus pasos eran lentos, se dirigía nuevamente hacía la organización, había estado desde está mañana haciendo unos trámites que, como había dicho muchas veces, eran interminables. Se sentía totalmente exhausto mentalmente, quería terminar con aquello de una vez por todas.

Su mirada estaba pérdida, cosa muy normal de Hiroki, pero aún así esta vez era diferente, se encontraba así por culpa del mismo chico que había estado maldiciendo en todo el camino. Desde su última conversación no podía concentrarse, todavía seguía aturdido.

Hizo un pequeño puchero con sus labios, cada día lo odiaba más. Es decir, tenía hasta el descaro de decirle: "Quiero respirar a tu lado". ¿Que significa eso?¿Qué es lo que quiere?¿A qué estaba jugando?.




-Estúpido Nagato.- murmuró entre dientes.




De repente un ruido de una rama crujiendo lo detuvo sacándolo de sus propios pensamientos, enseguida se puso alerta deteniendo sus pasos. Miró a todas direcciones. ¿Acaso lo habían seguido?. Si era así, entonces estaba en problemas. De la nada se escucharon pisadas aproximándose.

Si era lo que estaba pensando, entonces tenía que ser cuidadoso.

En menos de un minuto, cinco figuras aparecieron en su campo de visión. Cada una de ellas con una sonrisa siniestras que adornaban en sus bocas. Cada uno se acercaba lentamente al peli verde, el cuál con mucha discreción escondió el rollo de papel que tenía en su mano anteriormente.

Con su mirada fruncida, se puso en posición, esto iba a ser largo, pensó.








Sólo, en su propia oficina, miraba con aburrimiento su escritorio y todos los papeles que habían encima, tenía bastante para hacer pero no podía concentrarse. Había algo que no lo dejaba pensar, y ese algo era cierto chico que siempre estaba rondando por su cabeza. Era como un disco rayado, repitiendo sucesivamente aquella escena donde pudo observar claramente el color de los ojos del contrario.

Tenía algo que lo hacía desear con pasión volver a verlos. Era casi como un imán.

Cansado, suspiró y se llevó ambas manos a cada lado de su cabeza para masajear su sien. Se levantó y decidió ir por algo para beber, sentía su garganta seca, así que salió de su oficina y fue hasta la cocina que no estaba lejos.

Cuando llego se sirvió un vaso de agua. Solo se podía escuchar como el líquido pasaba por su garganta y tragaba, el lugar estaba vacío, no se encontraba absolutamente nadie. Konan se había ido por unos tramites que tenia pendientes, mientras que los grupos de subordinados se habían ido también por unas misiones y algo de dinero en recompensa, hasta Hiroki se había ido, no sabía dónde y tampoco sabría como saberlo.

El pacifico silenció fue interrumpido cuando desde la entrada se escuchó un fuerte estruendo, su ceño se frunció arrugando su frente, se dirigió allí a velocidad no antes de dejar vaso en su lugar, cuando estuvo enfrente de lo que había provocado ese ruido sus ojos se abrieron sorprendido.




-¿Qué te sucedió?.- preguntó preocupado viendo el estado del menor.




Se encontraba totalmente desechó. De su labio caí un línea de sangre, tenía moretones visibles ricien hechos por todo su cuerpo, su ropa estaba rota por todas partes, hasta se podia ver sangre que salía de su estómago.




El peli verde desvío la mirada hacía otro lado cuando escuchó la voz de Pain. -No es nada.- dijo sin darle importancia mientras tosía, le dolía todo el cuerpo.




El peli naranja gruño en repuesta, se puso a su lado e intento ayudarlo a levantarse mientras pasaba uno de sus brazos sobre para que quede por lo menos en pié. Pero Hiroki seguí empujándolo y diciendo que estaba bien y que no necesitaba su ayuda, basto que se quedara quieto cuando lo levanto y lo cargo en sus brazos como princesa.

A pesar se seguir escuchando sus quejas lo llevo hasta el baño, y de ahí lo sentó en el suelo nuevamente con sumo cuidado, busco el botiquín que había y se acercó de nuevo al menor.

Saco todo lo que necesitaba y comenzó a limpiar las heridas de sus brazos primero.

Escuchaba los gemidos de dolor que salían de la boca del peli verde, no le molestaba, pero si lo ponía nervioso, no tenía intención de lastimarlo más, pero él no era una persona con paciencia.

Cuando pudo terminar con esa zona paso a verle la herida de su estómago, se veía muy grande, pero su ropa le impedía curarlo, así que sin preguntar rompió lo poco que le quedaba de tela dejando a la vista su abdomen.

Las mejillas del menor se pusieron un tanto rojas, se sentía avergonzado de que lo viera de esta forma, pero parecía importarle poco a Pain, solo se concentraba en curarlo.

Mientras Nagato seguía con sus heridas, el menor se mantenía con la mirada disimulada en el mayor. Observaba detenidamente sus acciones, como con cuidado limpiaba para que no le doliera, el suave roce de la gaza con su piel; el ceño fruncido que tenía, la mirada preocupada.

No había visto antes esta faceta de Pain, era extraño.

Habían pasado minutos así, Pain limpiando sus heridas y curandoló, y Hiroki observándolo sin que el otro se diera cuenta. O eso creía.

Una vez que terminó, ordenó todas las cosas que había utilizado, y también tiro algunos algodones lleno de sangre al igual que las gasas terminado por ponertodo en su lugar.




-Gracias.- se escuchó la voz rasposa del menor luego de un rato de silenció.




Pain lo miro, Hiroki seguía sin querer verlo, pero era la primera vez que le dirigía la palabra por si mismo sin ninguna excusa en el medio. ¿Eso era un avance no?.

Estaba a punto de abrir la boca y devolverle el gesto, pero se detuvo cuando una idea paso por su cabeza. Sonrió de lado y agradeció que el peli verde no lo estuviera mirando, para así poder acercarse a él despacio y quedar de rodillas frente a el para poder besar su mejilla.

El tacto de los labios del mayor con su piel lo sorprendió haciendo que por instinto girara su rostro quedando ambos ahora enfrentados. Eso lo puso aún más nervioso todavía, pero trataba de que no se notará. No lo miraba a los ojos, pero sentía su mirada siendo clavada en los suyos. La pesada respiración de Pain chocaba con él, estaba demasiado cerca.




-Hiroki.- un escalofrío recorrió el cuerpo del nombrado. -No te olvides lo que te dije antes.- hablaba de forma calmada, pero ansiosa.




Dirigió su mano hasta la mandíbula del más bajo y lo obligó a que lo viera, pero cerro sus ojos apenas se cruzaron mirada. Fue como recibir una patada en el estómago. Pero no se iba a rendir fácilmente. Quería demostrarle que lo quería, que él no era malo.

No supo si fue por puro impulsó o que, pero tenerlo así, enfrenté suyo tan vulnerable, no podía concentrarse. Miro sus labios detenidamente, se veían suaves a pesar de estar dañados, aquella línea de sangre seguía ahí impidiendo ver bien aquel color rosado que siempre aportaba.

Llevo sus labios hasta los ajenos, y con la punta de su lengua limpió aquella sangre que molestaba a la vista de su boca. Hiroki quedó como estatua, eso no se lo esperaba, y no podía estar más avergonzado que antes. Pain limpió la sangre hasta que solo quedara una pequeña mancha rosada por parte de su barbilla, tragó esa misma sangre una vez que termino con aquel acto, pero aún asi sentía el impulsó de acercarse nuevamente a sus labios.

Se acomodó en su lugar, y no pudo evitarlo, lo había vuelto a besar, no hubo ningún movimiento de por medio, simplemente fueron sus labios que se habian tocado como un beso inocente. Ese pequeño toque que a ambos chicos les había cortado la respiración.

El Dolor De Tu Mirada ━━━ ❝Pain❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora