O2 | Cargado De Dolor

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Ahí estaba una vez más. La aldea de la lluvia, siempre tan húmeda como solía recordarla en múltiples recuerdos. Algunos tristes, otros felices, pero siempre permanecían en su corazón.

Habían pasado años desde que no pisaba las frías calles mojadas de la aldea. Sus pasos no eran apresurados, pero los latidos de su corazón si lo eran, se sentía nervioso por alguna razón, y con algo de culpa, sabía el porque.

Miro el cielo nublado, el cual no dejaba de llorar, siempre fue así. Sus pasos cesaron cerrando sus ojos, aún mirando hacía arriba, algunas gotas de lluvia caían hasta su mejilla hasta resbalarse y llegar a su cuello. De la nada, sus ojos llegaron a su mente de la nada.

Se asustó.

Abrió nuevamente sus ojos mirando ahora el piso, sus manos temblaron suavemente, otra vez esa sensación tan desconcertante se hundió en su interior, se sentía un poco incómodo al sentirse así. Y como no, con todo lo que sucedió iba a volver a pisar aquella zona peligrosa. Solo podía pensar en eso.




Un suspiro se escapó de sus labios. ─Me pregunto como estarán las cosas ahí─ se pregunto a si mismo.




Por lo que el recordaba, nada era igual.

Aún pensaba en eso, como había sido la muerte de Yhakio, lo había tocado hasta en el fondo del corazón, y como no, el había sido su primer amigo; un camarada, su primera familia luego de aquellas matanzas que acabado con cada uno de ellos.

El había pensado que si se unía a Akatsuki, tal vez tendría una nueva familia, y la tuvo. Con Konan, Yhakio. Pero con Nagato, ahí era diferente la cosa, siempre fue diferente.

No podía negarlo, no podía verlo a los ojos, y aunque quisiera, no podía. Era todo muy complicado, ya que con esos mismos ojos, había sido precensia de la muerte de todos sus seres queridos. Esos mismos ojos mancharon con sangre su antigua aldea, y acabaron con todo lo que amaba.

Tal vez esa era una de las razones por las cuales no podía verlo; le recordaba toda su desgracia, antes de Akatsuki.








─¿Cuánto falta?─ pregunto al ver lo ansiosa que estaba su amiga.

─Minutos─ no fue muy clara.




Un gruñido salió de los labios de Pain. No entendía porque tanta desesperación por alguien que no habían visto en años. Eso lo enojaba un poco. Pero el también estaba así, y eso lo ponía de mal humor.




Escuchó la risa de su amiga, este la miro con una ceja levantada. ─¿Qué es tan gracioso?.

─Nada, solo olvídalo─ seguí sin borrar su sonrisa. Eso lo desesperaba un poco.




Se removió en sus asiento impaciente. ¿Por qué tardaba tanto?.

En ese junto momento un pájaro se asomo a la ventana de su oficina. Pain la observó detenidamente, no era cualquier pájaro, era uno de esas ave mensajeras. Se levantó de su silla y se acercó a esta; estaba totalmente mojada, luego de agarrar la carta está volvió a su vuelo.




El peli naranja abrió el pequeño pergamino --que anteriormente se encontraba en la patita de aquella ave- y lo leyó para si mismo.

─Ya llego─ anunció.




Su amiga salto en su propio asiento y salió disparaba hacía la puerta, una vez que salió de la oficina, el peli naranja se asomo un tanto hacía la ventana.

Desde abajo se ponían una persona, iba con una capa por la lluvia, pero no llevaba la capucha puesta, por lo cual todo su cabello estaba mojado. En seguida pudo distinguir aquella cabellera color verde lima, siempre resaltaba. Al pasar aproximadamente un minuto, se pudo ver cómo su amiga saltaba a los brazos de aquel chico. Ambos se abrazaban, y el solo miraba todo desde arriba, se sentía como si fuera un acosador, así que solo se separó de la ventana y volvió a su trabajo.

El Dolor De Tu Mirada ━━━ ❝Pain❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora